Una de las partes más importantes que la mujer debe cuidar y fortalecer durante el embarazo para su posterior recuperación es el suelo pélvico. Como bien hemos mencionado en otras ocasiones el suelo pélvico está formado por la zona vaginal que va desde el ano hasta el clítoris.
Todos los ligamentos y músculos que comportan el suelo pélvico en concreto la zona baja del abdomen junto con los órganos intrapélvicos como la vejiga, el útero y el recto deben ser especialmente tratados y fortalecidos para el inminente parto y posterior posparto.
Como bien se sabe, el suelo pélvico también realiza la función de cierre sobre todo para preservar la orina, las heces y los gases dentro de la vejiga, el ano y el recto sin que exista ninguna fuga.
El doctor Arnold Kegel fue el responsable y creador de los ejercicios que llevan hoy día su apellido para fortalecer el suelo pélvico. Dichos ejercicios también conocidos como ejercicios de contracción del músculo vaginal son ideales para fortalecer todo el suelo pélvico y prevenir el riesgo de incontinencia urinaria que puede manifestar la madre después del parto.
Con los ejercicios de Kegel la madre podrá fortalecer y aumentar la resistencia del músculo pubococcígeo o PC, responsable de mantener el suelo pélvico en perfectas condiciones. Las ventajas de estos ejercicios es que también ayudan no solo a evitar las pérdidas de orina después del parto, si no también a fortalecer el suelo pélvico para el momento del parto.
Sería ideal que la futura madre practicara dichos ejercicios como manera preventiva durante el embarazo y siguieran con los mismos después del parto.
Beneficios de los ejercicios Kegel para la embarazada
Hemos nombrado anteriormente por qué sería adecuado realizar los ejercicios de Kegel pero a continuación mencionaremos los beneficios que conlleva:
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Evitar la incontinencia urinaria después del parto, la pérdida de orina es muy frecuente después de dar a luz.
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Prevenir la realización de una episiotomía durante el parto, ya que los ejercicios fortalecen el suelo pélvico haciéndolo más elástico y evitando en la medida de lo posible desgarros.
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Evitar la aparición de prolapsos, que son las modificaciones de los órganos internos como la vejiga o el útero fuera de su zona.
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Disminuye la aparición de hemorroides, ya que los ejercicios incrementan la circulación en la zona del recto.
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Aumenta el placer sexual, mejorando el tono muscular de las paredes vaginales ayudando a establecer una vida sexual normal después del parto.
Como ya te hemos indicado anteriormente, cuando el suelo pélvico no se ejercita y se debilita pueden manifestarse serios problemas como la incontinencia urinaria, caída de órganos intrabdonimales, hemorroides o disfunciones sexuales.
El embarazo, el parto, la herencia, la edad, los deportes entre otros factores son los principales responsables de debilitar el suelo pélvico.
¿Cómo reconocer los músculos del suelo pélvico?
Lo primero que hay que saber y reconocer es el músculo perineal que puede hacerse de dos maneras; una de ellas es sentarse con las piernas abiertas y contraer y relajar el músculo como si retuvieras la orina.
Otra de las maneras que pueden ayudarte a identificar el músculo es introducir un dedo en la vagina e intentar apretarlo, si notas la fuerza del músculo sobre el dedo has conseguido localizar el músculo pélvico. Deberás realizar este ejercicio bastantes veces al día para tonificar y aumentar la resistencia del músculo.
¿Cómo realizar los ejercicios de Kegel durante el embarazo?
Los ejercicios de Kegel son bastante sencillos y lo mejor de todo es que puedes hacerlo sin que nadie se de cuenta y en cualquier momento. Es esencial que tengas la vejiga vacía para comenzar a realizar los ejercicios y así evitar posibles infecciones.
Puedes optar por 4 ejercicios bien sencillos que te proponemos a continuación:
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Ejercicio “lento”: contrae los músculos como si intentaras retener la orina, mantenlos así durante 5 segundos y relaja, repite el ejercicio 10 veces en la misma sesión, varias veces al día.
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Ejercicio “rápido”: aprieta y relaja el músculo lo más rápido posible, repítelo tantas veces como quieras hasta que te canses.
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Ejercicio “el ascensor”: éste ejercicio es más complicado pero puedes hacerlo sin problemas, debes imaginarte que tus músculos van subiendo por un ascensor y debes pararte en cada planta, debes intentar incrementar la fuerza a medida que subes. Aguanta en cada planta un máximo de 5 segundos y al bajar realiza lo mismo durante 1 segundo. La respiración es la clave de éste ejercicio.
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Ejercicio “la onda”: los músculos del suelo pélvico forman un ocho, pero con 3 anillos, cada anillo tiene una posición determinada, una está en la vejiga, otro en la uretra y otro en el ano, deberás contraer cada músculo de delante atrás y de detrás hacia delante.
Al principio puedes notar que los músculos no se mantienen contraídos o te canses pero la perseverancia te ayudará a ejercitarlos y notarás la mejoría a medida que pasan los días.
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