El yogur es un alimento sumamente saludable, rico en determinados nutrientes esenciales y otros compuestos beneficiosos para nuestro organismo. Por ejemplo, como analizaremos de forma detallada a lo largo de la presente nota, destaca por ser muy rico en calcio y en bacterias saludables para nuestros intestinos y nuestra flora bacteriana. Es más, también puede aportar interesantes cantidades de vitamina D siempre y cuando sea enriquecido.
En alguna que otra ocasión te hemos hablado de los beneficios de comer un yogur al día, dado que se trata de un alimento lácteo muy completo, nutritivo y adecuado precisamente desde un punto de vista nutricional. No obstante, es posible que en algún que otro momento te hayas cuestionado acerca de si se trata de una opción adecuada para por ejemplo comerlo durante la cena, precisamente antes de irnos a la cama.
Antes de responder la pregunta planteada corresponde interiorizarnos más a fondo en las ventajas y desventajas de este alimento. Arrancaremos por sus aspectos positivos.
Nos encontramos ante un alimento muy rico en calcio; de hecho, un envase de yogur bajo en grasa natural (de unos 220 gramos, y unas 143 calorías) brinda el 42% de los requerimientos diarios de calcio. Esto es aún mejor en el yogur griego –¡el rey de los yogures!- que contiene un mayor contenido en calcio. También es sumamente rico en vitamina D, sobre todo aquellos yogures enriquecidos, que pueden aportar hasta un 30% de la vitamina D los valores diarios requeridos.
Seguramente sabrás que el yogur aporta probióticos, unas bacterias “amistosas” que son beneficiosas para nuestro organismo, cumpliendo la función de proteger el intestino y la vagina (en el caso de la mujer) de otras bacterias que pueden causar enfermedades.
Por ello mejora el funcionamiento de nuestro sistema digestivo, ya que las bacterias saludables que contienen los yogures son muy buenas para normalizar la microflora bacteriana logrando un mejor funcionamiento gastrointestinal. Algunas de estas bacterias, como Lactobacillus acidophilus, previenen la diarrea, mejoran a quienes sufren de estreñimiento crónico.
Aunque el yogur sea un producto lácteo ¿sabías que ayuda a personas con intolerancia a la lactosa?. Es más, se ha comprobado que el Lactobacillus acidophilus puede mejorar la tolerancia a la lactosa para quienes padecen de intolerancia.
Por otro lado, esta bacteria beneficiosa ayuda a prevenir infecciones, ya que puede combatir las infecciones vaginales, por lo que es recomendable para las mujeres que frecuentemente las padecen.
Mejora nuestra defensas, dado que la presencia de estos cultivos bacterianos aumenta la respuesta de nuestro sistema inmune que puede generar linfocitos y anticuerpos. Es por ello recomendable el yogur para quienes tienen debilitado su sistema inmunológico (los ancianos, por ejemplo).
Como veréis hay múltiples beneficios, sin embargo dentro de las principales desventajas debemos mencionar el aporte de grasa y azúcar. Un envase de 220 gramos de yogur entero puede tener 7 gramos de grasa total (de los que 5 gramos son de grasa saturada).
Si pasamos a un yogur natural bajo en grasa, disminuiremos en un 50% aproximadamente los aportes de grasas totales y saturadas. Para evitar consumir grasas lo más posible debéis optar por el yogur griego normal ya que su aporte de grasas totales es de unos 0,88 gramos nada más.
Si vamos a la cuestión de los azúcares, también el yogur griego natural es la mejor variante. Tened en cuenta que los yogures sin sabor son mucho mejores que los de sabor azucarado –incluso si ambos son bajos en grasas-, ya que estos últimos puede contener un 300% más de azúcar que los primeros.
¿Es adecuado cenar yogur por la noche?
La verdad es que si bien el yogur puede ser un alimento con muchos beneficios, por sí sólo no es suficiente. Una cena sólo con yogur es insuficiente para los requerimientos del organismo, por lo tanto no podemos hacer esto como un hábito, ya que puede ser incluso contraproducente a la dieta. Obviamente, hay personas que optan por “cenar algo ligero” y escogen solo un yogur. En estos casos cenar ligero no significa cenar solo un yogur para finalmente quedarnos con hambre.
Lo ideal es combinarlo con otros alimentos livianos como ensaladas, frutas, y quesos frescos para armar una cena frugal. Recuerda, si quieres realizar una dieta para bajar peso, y tienes dudas sobre cómo organizar tu alimentación para lograr tu objetivo puedes consultar a un experto en nutrición que te ayudará a diseñar una dieta bien equilibrada.
En cualquier caso, tal y como manifiestan y aconsejan muchos nutricionistas, el yogur sí es adecuado por la noche, siempre y cuando se trate de un yogur natural que personalmente optamos por endulzar con opciones más saludables, como por ejemplo es el caso de la panela o la miel.
Algunas ideas sanas y saludables
Si te gusta el yogur y vas a comenzar a incorporarlo a tus cenas te proponemos algunas opciones únicas y saludables, ideales precisamente para la última comida del día:
- Un tazón de yogur desnatado natural con fresas: es una receta nutritiva y deliciosa. Su preparación es muy sencilla ya que solo tienes que poner un yogur natural desnatado en un bol o tazón, lavar un puñado de fresas, retirar la parte de arriba y cortarlas en trozos. Si lo deseas puedes endulzar con un poco de panela o miel.
- Ensalada con salsa de yogur: es una opción única para disfrutar de una deliciosa ensalada fresca, que además de sabrosa destacará por ser muy ligera. Para su preparación tan solo necesitas 1 tazón de yogur natural, 1 manzana, 1 lechuga, 3 hojas de espinacas, medio limón, aceite de oliva virgen extra, pimienta negra y sal. En primer lugar vierte el yogur en un cuenco, añadiendo luego un poco de pimienta negra y sal. Exprime medio limón y añade su jugo al cuenco de yogur. Vierte un chorrito de aceite de oliva virgen extra, y mezcla bien. Lava bien la lechuga y córtala con ayuda de las manos en un cuenco grande. Lava las hojas de espinacas y haz lo mismo que con la lechuga. Pela la manzana y córtala en trozos finos. Vierte la salsa de yogur y mezcla bien con ayuda de dos cucharas de madera. Sirve y a disfrutar. Puedes añadir algunos picatostes si lo deseas.
- Sándwich de pollo con yogur: para preparar este sándwich o emparedado solo necesitas 1 pechuga de pollo, 2 rodajas grandes de sándwich, 2 hojas de lechuga, 1 cuchara de yogur natural, 1 cuchara de mayonesa, sal y pimienta negra. En primer lugar pon el pollo en una sartén o plancha de cocinar y cocina a la plancha hasta que esté dorado por ambos lados. Desmenúzalo bien y mézclalo en un cuenco con mayonesa, el yogur, la pimienta y la sal. Para terminar, tosta ligeramente el pan y rellena con la mezcla.
Comentar