Muchas personas tienden a identificar la presencia de cera o cerumen en el oído como un síntoma de poca higiene. Más aún, son muchas las que de manera más o menos excesiva tienden a eliminar cualquier presencia de esta sustancia de color amarillento y de aspecto seroso. Sin embargo, a diferencia de lo que erróneamente se piensa, ¿sabías que cumple importantísimas funciones a la hora de proteger y cuidar nuestro oído de forma totalmente natural?. Pero antes vamos a descubrir en qué consiste y por qué se forma…
El cerumen es producido en el conducto auditivo externo, concretamente en unas glándulas especiales que encontramos en la piel, en el tercio externo de la parte gelatinosa del mismo. Consiste básicamente en una mezcla de distintas secreciones de textura viscosa perteneciente a las glándulas sebáceas, así como de secreciones menos viscosa pertenecientes a las glándulas sudoríparas.
¿Sabías que existen dos tipos de cerumen o cera? Por un lado nos encontramos con el cerumen seco, más oscuro y quebradizo y menos común. Por otro lado, nos encontramos con el más habitual: el de tipo húmedo, que se caracteriza por tener un aspecto pegajoso, húmedo y claro. No obstante, las personas de tez blanca y los africanos tienden a presentar una mayor probabilidad de tener el cerumen de tipo húmedo, mientras que los nativos americanos y los asiáticos suelen tener el cerumen de tipo seco.
Una vez la cera o cerumen es producida por la parte gelatinosa de las glándulas presentes en el conducto auditivo externo ésta tiende a llegar muy lentamente hasta la apertura del oído, donde se cae cuando existe algún exceso o simplemente se elimina de forma natural cada vez que nos duchamos o bañamos. Es más, solemos cometer un error que puede resultar muy peligroso: no es adecuado usar bastoncitos de oído para retirar la cera. ¿Por qué? Muy sencillo: si son introducidos en el canal auditivo pueden causar traumatismos o laceraciones que ocasionen otitis, pueden empujar el cerumen aún más adentro, o incluso en casos más graves causar la rotura del tímpano.
¿Cuáles son las principales funciones de la cera o cerumen?
Aunque es posible que pienses que el cerumen es solo un producto de desecho producido por tus oídos, y que no cumple ningún fin más, lo cierto es que es bastante posible que te sorprendas de las importantísimas funciones que lleva a cabo:
- Función protectora: el cerumen ejerce una importante acción antibacteriana y antifúngica, ayudando a combatir las infecciones que podrían dañar la piel del interior del canal auditivo. A su vez, ayuda a ‘atrapar’ el polvo, la suciedad y otras impurezas, evitando que no puedan avanzar más hacia el interior del oído. De hecho, el cerumen forma parte de las defensas naturales de nuestro cuerpo.
- Función lubricante: el cerumen aporta propiedades lubricantes debido a su alto contenido en lípidos, de manera que es muy útil a la hora de prevenir el picor, el desecamiento y el pelaje de la piel en el interior del canal auditivo.
- Función de limpieza: cuando el cerumen avanza lentamente desde el interior del oído hacia el exterior ayuda a limpiar el canal auditivo, al llevarse consigo polvo, suciedad y cualquier otra materia que pudiera haberse incrustado en las diferentes paredes del canal.
Como vemos, si tenemos en cuenta las tres principales funciones que lleva a cabo el cerumen, es bastante probable que a partir de estos momentos comiences a mirarlo de otra forma. Más aún si tenemos en cuenta que ayuda a proteger a nuestros oídos de bacterias, hongos, polvo, suciedad y otras impurezas provenientes del exterior.
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