Cuando pienses en hacer tu próximo baño relajante ten en mente que hay muchas plantas y hierbas que pueden ser una gran ayuda. No sólo para liberarse de las tensiones o para poder disfrutar de sus aromas, también para aprovecharnos de sus propiedades medicinales. De esa forma no sólo nos relajaremos sino que también podremos aliviar algún malestar que nos tenga a mal traer.
Pero ¿qué consejos muy simples podríamos seguir para que el baño salga estupendamente?. Para comenzar tenemos que tener la temperatura del agua ideal, que es de 30 grados. Esta temperatura es fundamental porque es la adecuada para conseguir relajar nuestros músculos y articulaciones desde el preciso momento en que nos sumergimos en la bañera.
¿Y cómo podríamos comprobarlo? No es necesario tener un termómetro al lado. De hecho, es fácil de percibir ya que es la temperatura normal de nuestro cuerpo, por lo tanto al entrar en la bañera no debemos sentirla más caliente que nuestro cuerpo. Te sugiero en lugar de probar el agua con la mano, que verifiques la temperatura colocando el codo para evitar posibles quemaduras.
Para que las hierbas no se nos mezclen en el agua mientras estamos realizando nuestro baño, la forma adecuada de hacerlo es colocarlas dentro de una pequeña bolsita de tela que quede bien cerrada, asemejándose a un saquito de té de los que utilizamos habitualmente para preparar este tipo de deliciosas bebidas.
Lo ideal es colocar la hierbas en el agua diez minutos antes del baño para que se vayan diluyendo. Si te es más fácil puedes realizar una infusión, la cuelas y luego la viertes en la bañera. Otra alternativa es utilizar aceites esenciales, para la cual debes colocar sólo 8 gotas en la bañera y dejar diluir
El tiempo adecuado para estos baños con hierbas es de 15 minutos. Si deseáis repetirlo se aconseja no superar los baños en la semana, ya que si lo haces de manera natural, el exceso de contacto con el agua pondrá reseca tu piel.
Hierbas y plantas recomendadas para baños relajantes
Dentro de las plantas que tienen propiedades relajantes, hablaremos en primer lugar de la manzanilla. Es muy fácil de conseguir y te será de ayuda para cuando estés muy estresado o cuando tengas una de esas noches en que das vueltas y vueltas sin lograr dormir. También puede usarse este baño para calmar a los bebés cuando están muy molestos.
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Otro clásico baño relajante es el de lavanda, ya sea que utilices directamente la planta –siguiendo el truco que os comentábamos antes- o que apliques unas gotas de aceite esencial de lavanda al agua. Su aroma fresco y perfumado ayuda a aclarar la mente, al tiempo que esta hierba favorece la relajación de los músculos, siendo muy recomendable para quienes padecen de contracturas.
Poned a prueba esta receta: al baño con lavanda incorporarle algunos pétalos de rosa y aceite esencial de salvia (con sólo cinco gotas os bastará).
Si además de relajarse la idea es retomar energías, podremos usar melisa, que es un estimulante natural al tiempo que tiene propiedades relajantes. Es decir, sus cualidades relajantes se complementan con su acción energética suave.
Otra alternativa final es el eucalipto. Las propiedades de este árbol con su aroma tan característico actúa como un vigorizante natural (y además es ideal para cuando estáis sintiendo jaqueca, o para aliviar la molesta e incómoda congestión nasal).
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