Cuando estés pasando una época de estrés o de ansiedad ya sabes que hay muchos truquillos fáciles y sencillos para poder bajar esas revoluciones y sentirte mejor. Desde la alimentación –con un zumo verde o una infusión- hasta la música o la práctica de ejercicio físico. En definitiva, en nuestro día a día en realidad tenemos a nuestra disposición una amplia diversidad de herramientas útiles para reducir los nervios y calmarnos.
Pero, es cierto, pocas cosas son tan placenteras como un buen baño relajante. Sus beneficios para la salud son evidentes: nos ayuda a relajarnos de forma totalmente natural, es útil contra la tensión nerviosa y el estrés, mejora el insomnio, alivia y calma los dolores de los músculos y las articulaciones y además es sumamente positivo para nuestra piel.
Y como no podría ser menos, en esta ocasión te damos todas las claves para convertir tu baño en un pequeño e íntimo spa.
Recuerdo la primera vez que entré al que habría de ser mi nuevo apartamento y vi esa bella y blanca tina… Si tienes la posibilidad de hacer un buen baño de inmersión, una ambientación adecuada, las luces o las velas, los aromas y algunos trucos más te permitirán olvidarte del vértigo del trabajo y de la calle. Y sí, es bastante posible que quieras quedarte hasta verte bien arrugadito… Bueno, a tomar nota que aquí os traemos muchos consejos para preparar un buen baño relajante en casa.
Algunos de estos consejos por los que empezaremos no parecerán salidos de un cuento de hadas, pero no por ello son menos valederos. Si los obvias, quizás te encuentres en medio de tu baño pensando en ello, en lugar de relajarte.
Consejos útiles antes de preparar tu baño relajante
- Tómate tu tiempo. Nadie puede relajarse si cierra los ojos por un momento y está pendiente de que cuantos minutos han pasado, pues se le hace tarde para una cita o ha dejado la comido en el horno.
- Si hay alguien más en casa, hazle saber que te tomarás un tiempo para estar tranquilo. No hay nada más frustrante que estar comenzando a relajarte y te golpeen la puerta a cada rato para preguntarte algo, a para apurarte a dejar el baño. Nada de eso!
- Asegúrate de que el espacio en que estarás esté aseado y ordenado. Este detalle evitará distracciones y hará más agradable el entorno.
- Conviene darse una breve ducha antes, así luego el agua del baño estará más limpia y agradable.
- Regula el agua a una temperatura agradable, un baño cálido no debe hacerte sentir agobiado/a por el calor, al igual que tampoco es relajante tiritar en medio de la bañera.
Cómo preparar el baño relajante
Luego tenemos que atender a los elementos clásicos de un buen baño relajante. Lo más recomendable es colocar algunas gotas de aceites esenciales. Unas 8 gotas es suficiente para que el agua coja el aroma y las propiedades del aceite elegido.
¿Y cuáles son los más adecuados? La lavanda es un clásico para estos baños por su efecto relajante. O puedes optar también por sales de baño, para ello necesitarás dos tazas.
No debe faltar la música de fondo, a un volumen no muy fuerte, sobre todo si es relajante. Recuerda siempre que en caso de usar algún dispositivo que esté enchufado debe estar lejos de la bañera y donde no se moje. Lo mismo si decides ambientar el baño con algunas velas, hay que ubicarlas en lugares seguros, donde no haya peligro de quemar nada.
Para dar el último toque, ten a mano una copa de alguna bebida que te plazca y algo rico para comer, yo por ejemplo, creo que unas cerezas bien heladas son ideales. Al salir envuélvete con la toalla más suave que tengas y recuéstate en la cama.
Pues con todos estos consejos, esperamos podáis encontrar esa relajación que precisáis… está a sólo unos pasos.
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