El silencio es muy importante para poder escuchar la vida. Limitar el ruido de todo lo que nos rodea es importante para nuestra salud física, mental y emocional. Alejarnos un poco del ruido diario, coches, música, televisión y el teléfono supone abrirnos a la relajación y a la creatividad, nos libera de la dependencia de estar siempre conectados y en alerta. ¿Pero qué ocurre con nuestra verdadera esencia?
No podemos decir que hoy en día vivamos con mayor calma que tiempo atrás. Nos preocupamos por crear ordenadores, lavadoras más silenciosas pero no somos conscientes de cuánto nos puede perturbar el nuevo ruido: las notificaciones de WhatsApp, Facebook, el correo electrónico… son responsables de un bajo rendimiento en el trabajo y sobre todo en las relaciones personales. El silencio y la tranquilidad tienen hoy más enemigos que nunca.
Nos olvidamos de qué nos quiere decir la vida con lo que me está pasando aquí y ahora, qué me queda por aprender, por qué me sucede esto en este precioso momento y para poder responder a estas cuestiones nuestra mente deberá estar en calma.
Pero no sólo en la escucha con nosotros mismos sino en la escucha con el otro. Para poder llegar hasta esa persona de verdad hace falta que estemos vacíos de nosotros mismos para que no interfieran nuestros pensamientos. Escuchar es estar presente en la otra persona, lo cual, nos llevará a plantearnos: ¿Qué me está queriendo decir, qué está sintiendo? Cuando alguien nos está contando algo muchas veces nos está regalando lo más valioso que puede tener una persona: su mundo interior.
Escuchar a los otros nos enseña, además a escucharnos a nosotros mismos. Podemos tener momentos de alta tensión emocional pero podemos luchar contra la precipitación que sentimos acordándonos del proverbio japonés: ‘’lo que tengas que decir, dilo mañana’’. ¿Cuántas veces no sentimos ruido interior, tenemos la mente intranquila y decimos algo que no queríamos haber dicho o no de esa manera y se rompe una relación de años?.
Podemos vaciar para llenar, cuando callamos y nos aislamos del ruido, además de reducir los errores abrimos un espacio en nuestra mente para estar más creativos. Podemos hacerlo de manera sencilla, en nuestra vida diaria, tan sólo con cerrar los ojos un momento y tomar unas respiraciones profundas para recargar la mente con silencio.
Diez minutos antes de acostarnos nos ayudará a repasar los acontecimientos que han surgido a lo largo del día, incluso dedicarnos tan sólo diez minutos para estar en silencio con nosotros mismos puede ser una buena manera de empezar.
¿Conoces las consecuencias negativas del ruido?
Los expertos han comprobado que desde el punto de vista físico los estímulos sonoros constantes de voces, máquinas y dispositivos hacen daño a nuestro cuerpo y nuestra mente en dos ámbitos:
- Producen dolor: la presión arterial aumenta y a la vez se acelera el corazón lo que somos más sensibles a padecer insomnio y dolores de cabeza a partir de los 60 decibelios.
- Produce irritabilidad: un ruido continuo aunque sea leve afecta a nuestra concentración y nos vuelve más irritables. Además de como consecuencia perder concentración.
Cualquier momento de silencio es una oportunidad para comprender dónde estamos, repensar nuestra vida y tomar decisiones.
Tan solo inténtalo… Conecta contigo mismo 3×10′
La técnica que te proponemos a continuación es sumamente sencilla. ¿Qué tal si la intentamos poner en práctica al menos una vez por día? Notarás sus increíbles beneficios en poco tiempo:
- Diez minutos de silencio antes de empezar el día.
- Diez minutos durante el día para calmarse del ritmo diario.
- Diez minutos antes de dormir para repasar el día y relajarnos.
Si te apetece ir más allá aquí te presentamos una meditación del silencio por Yogi Bhajan, un yogui y maestro espiritual, y empresario indio.
- Tan sólo siéntate con la espalda recta en una postura que te resulte fácil.
- Coloca la mano izquierda encima del pecho con los dedos apuntando hacia la derecha y pulgar extendido hacia el mentón.
- Coloca la palma de la mano derecha sobre la izquierda.
Inhala por la nariz y exhala poco a poco y lentamente.
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