El yoga ha ganado millones de adeptos alrededor del mundo con el mero paso de los años. Y aunque el boom de esta actividad se remonta a tan solo a unas décadas atrás, cabe destacar que sus comienzos se remontan hacia el año 1600 a.C, gracias al descubrimiento del arqueólogo británico John Marshall, que pudo ver inscritas en un sello una serie de figuras antropomorfas imitando la postura de la diosa Shiva.
Como bien su nombre indica en Sánscrito, yoga significa “unión” de tanto del cuerpo y la mente a través de la meditación y la relajación para así ganar en calidad de vida. A modo de resumen, esta actividad se resume en tres preceptos. El primero de ellos consiste en la unión del alma individual con las deidades de Brahman, Shiva, Visnú y Kali.
La segunda se trata en llegar a la percepción a la que nuestro “yo” es más espiritual que material ya que somos seres llenos de emociones y pensamientos. Y por último, el tercer precepto consiste en llegar a un bienestar tanto físico como mental a través de una serie de posturas.
Con cualquier de ellas, lo que se pretende es curar multitud de afecciones, dolores y enfermedades que inundan nuestro cuerpo. Todo esto acompañado de una serie de ejercicios de respiración y relajación con los que podemos ganar en tranquilidad y sosiego. Además, también existen otras opciones que derivan del Yoga principal por así decirlo, como es el caso del popular Hatha Yoga.
¿Qué beneficios nos aporta el yoga?
Si os está gustando cómo está sonando esto, desde Natursan nos ha parecido interesante hacer un breve resumen de la cantidad de beneficios y propiedades que aporta esta actividad tan ancestral. ¿Estáis preparados? ¡Pues allá vamos!
Ganaremos en fortaleza, resistencia y flexibilidad
Está más que demostrado que una práctica habitual del yoga fortalece todas las extremidades superiores e inferiores de nuestro cuerpo de manera paulatina.
También favorece la resistencia de nuestros músculos y articulaciones junto a su flexibilidad gracias a la cantidad de posturas diferentes que hay disponibles en esta actividad.
Nos aporta paz, concentración y estabilidad emocional
Gracias al yoga ganaremos en concentración, un aspecto positivo a tener muy en cuenta si estamos en periodo de estudios o en un puesto de trabajo que necesita de una gran actividad mental para conseguir los mejores resultados.
Por otro lado, esta actividad también nos ayuda en ganar paz y estabilidad emocional ya que nos ayudará ahondar en nuestro ser y conocernos mejor.
También ganaremos en calma, descanso y libertad
Cerraremos este artículo para contaros que gracias al yoga también ganaremos una calma y paz absoluta, algo que nos puede ayudar notablemente a tratar periodos de insomnio, estrés y ansiedad durante cualquier hora del día.
Asimismo, también podemos ganar en libertad y apertura mental ya que gracias al yoga se consigue una visión mucho más amplia del mundo y prácticamente de todo lo que nos rodea.
En definitiva, desde siempre se ha tenido la idea preconcebida que el yoga era una mera y simple actividad para estirar algunas partes de nuestro cuerpo y ganar al mismo tiempo en resistencia.
Pero como bien os hemos narrado a través de este artículo, gracias al yoga podemos conseguir que el dicho romano “mens sano in corpore sano” se convierta en una realidad. ¿A qué esperáis para ponerlo en práctica?
Entre los beneficios del yoga más interesantes, a continuación volvemos a resumirte los más importantes y destacados:
- Reduce el estrés y la ansiedad.
- Aumenta los poderes de la relajación.
- Favorece tanto el control como el autocontrol mental.
- Incrementa la resistencia, la flexibilidad y la fuerza física.
- Ofrece un mayor poder de concentración.
- Incrementa el funcionamiento del sistema inmune.
- Mejora el tono muscular.
- Mejora y limpia el funcionamiento de los órganos.
- Aumenta la paz interior, permitiendo disfrutar más de la vida, en especial de aquellas pequeñas cosas.
¿Cómo prepararse para hacer los ejercicios de yoga?
Para hacer correctamente los diferentes ejercicios de yoga, a continuación te exponemos una serie de consejos básicos que deberían ser tenidos en cuenta:
- Elige ropa y un lugar cómodos. A la par que un lugar tranquilo, donde te sea fácil poder relajarte.
- Se deben practicar lejos de comida, y preferiblemente después de evacuar, ya que de esta manera nos sentimos más ágiles y no tenemos sensación de pesadez en el estómago.
- Establece el momento que para ti sea el más favorable del día, y evita por todos los medios que te interrumpan.
- Quema aromas que te gustan: desde inciensos hasta velas.
- Es muy importante utilizar una esterilla, alfombra o colchoneta para practicarlo de forma más cómoda.
- Al terminar cada asana, realiza una relajación con savasana.
Historia y orígenes del yoga
Los orígenes del Yoga se remontan al año 3.000 a.C. Por aquel entonces se tallaron una serie de sellos de piedras con figuras de posiciones yóguicas, pertenecientes a las civilizaciones de los Valles del Indo y de Saraswati.
Por poner sólo un ejemplo, ya en la antigua escritura hindú se hace referencia a la práctica del Yoga, la cual –dicho sea de paso- tiene su origen en los Vedas, textos sagrados que provienen originalmente del sánscrito.
En Occidente la parte más conocida de los Vedas son los Upanisads, que son poemas y tratados místicos y filosóficos que exploran la naturaleza del alma humana.
No obstante, poco a poco se fue conociendo su técnica por todo Oriente, llegando a Europa hace apenas unos siglos. Aunque es en la actualidad cuando cuenta con una gran popularidad.
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