Vivimos en un mundo constante de estrés donde es necesario pararnos y relajarnos. Los baños termales son una perfecta opción cuando queremos desconectar en el gimnasio o en un spa, pero uno también puede darse baños relajantes en casa una vez por semana.
Un ambiente propicio, perfumes, velas, compañía o bien solos, con el agua a punto, en el lugar que queremos y cuando a uno le parezca. Darse un baño relajante es una de las cosas más placenteras de la vida. Te damos algunos consejos para hacerlo.
Beneficios de darse un baño de relax
Los beneficios para cuerpo y mente son muchos. Especialmente para cuidar de la salud de forma general, un baño es totalmente recomendable para desconectar, reactivarnos, dormir mejor y alejarnos del estrés.
Fundamentalmente permite relajar en gran manera el sistema nervioso, y calmar diversos problemas relacionados con él, ya sea el estrés generalizado, la ansiedad, y la depresión. Además, el baño mitiga aquellos dolores corporales, que están concentrados en el cuello y la espalda, pero también las piernas y los brazos, sobre todo para los que realizan funciones en las que deben mover las extremidades o bien permanecer de pie durante gran parte del día.
Los beneficios siguen porque el baño relajante también acaba con diversos tipos de inflamaciones, elimina toxinas y reduce algunos problemas de la piel devolviendo el esplendor que necesita para hidratarla y alejarla de las afecciones externas, tales como la contaminación y la polución.
Las personas que tienen problemas respiratorios también pueden encontrar alivio con los baños placenteros. Permite no solamente desconectar sino también dejar un momento para la mente en blanco, para el placer de la soledad y de encontrarse con su propio yo.
Tipos de baños
Estos baños pueden realizarse solos o en pareja. Se recomienda poder gozar de la quietud y la paz de esta solo, aunque también hay otros que son aconsejables entre dos cuando, hemos pensado en pasar una velada muy romántica.
En este caso, los baños de rosas son ideales, pero también los hay de lavanda, de regaliz, de miel y canela, de chocolate y hasta de vino, cada uno de los cuales nos da un valor distinto, según las diferentes afecciones.
El tratamiento de la piel es otro de los objetivos de estos baños. Normalmente, no solemos tener tiempo para eliminar las células muertas y realizar exfoliaciones, con el baño relajante es el momento, por lo que utilizaremos toda clase de cremas y otros productos para aplicar sobre la piel.
Paso a paso para preparar un baño relajante
Un ambiente cuidado
La atmósfera que rodea el ritual del baño ha de ser muy importante. Para ello escogeremos un lugar, la bañera, en la que sentirnos cómodos y una hora del día donde nadie nos pueda molestar. Cerraremos las luces, pondremos velas y todo aquello que necesitamos para que nuestro relax sea máximo.
Un poco de música
Si de fondo ponemos música que nos pueda relajar, el baño será mucho mejor. Hay sonidos que ayudan a meditar, a mantener la respiración y en hacernos llevar a un oasis de relax constante.
Los productos adecuados y esencias
Los geles y las cremas perfumadas harán que nos sintamos mucho mejor. Se recomienda tener a mano los champús y jabones que solemos utilizar, así como los aceites esenciales y puros que van a tener mejores efectos sobre la piel y la mente.
Almohadas de baño y otros
Para un relax total, vamos a necesitar de algunos complementos como almohadas de baño, que dejaremos en el agua para que podamos estirarnos, cerrar los ojos y soñar en un mundo donde no existe el estrés ni la necesidad de correr. De esta manera, el cuello y la espalda descansarán.
Té relajante
Para potenciar el efecto, así como en muchos spa y centros termales, podemos preparar y servirnos un té. Con esto volveremos mejor a nuestros quehaceres o iremos a descansar mucho mejor.
Incienso
Algunas personas también incorporan el incienso al baño relajante. Tales resinas aromáticas se queman y se mezclan con aceites esenciales que impregnan la habitación de un olor distinto. Sus fines son terapéuticos o bien estéticos.
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