En otros artículos de Natursan hemos informado acerca de los beneficios y propiedades que la miel aporta a nuestro organismo, ese excelente producto fabricado por las abejas y que el hombre aún no ha sido capaz de producir.
La miel en sí nos proporciona muchos beneficios, nos ayuda a reforzar nuestro sistema inmunológico, nos ayuda a combatir el cansancio y la fatiga, es un aporte de energías, alivia la tos y los dolores de garganta, es antiséptica, y regeneradora, también ayuda en la cicatrización de las heridas.
Variedades de mieles hay muchas y dependiendo del tipo de flor de la que procedan se le atribuyen unas propiedades u otras así como los beneficios. Las mieles que proceden de un solo tipo de flor se le denominan miel monofloral.
¿Qué es la miel de lavanda? ¿En qué consiste?
La miel de lavanda o miel de espliego es producida por las abejas a partir del néctar de las flores de Lavándula Angustifolia Mili y Lavándula Latifolia Hill. Estas flores son muy aromáticas y de ellas las abejas fabrican una excelente a la vez que exquisita miel.
Tan exquisita como sutil podríamos calificar a la miel de lavanda y debo confesar que para nosotros ha sido todo un descubrimiento.
Estas plantas son conocidas también con el nombre de espliego y la miel de lavanda que podemos encontrar en el mercado procede de diferentes zonas de España como, Aragón, Cataluña, Valencia, Castilla, León o castilla la Mancha, donde esta flor crece en los campos de forma abundante.
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Crece en lugares soleados, en los meses del verano entre Julio y Agosto, los colores de las flores de lavanda son azules y violetas, por lo tanto podemos encontrarlas de estos dos colores.
La flor de lavanda o espliego es muy aromática de ahí que esta miel desprenda un sutil olor a lavanda.
El color de la miel suele ser claro, podemos encontrarlas en color ámbar claro o blanco, de sabor dulce, su textura es de cristalización media y de consistencia fluida.
Descubre los beneficios y propiedades de la miel de lavanda
Las propiedades de esta planta son conocidas desde tiempos remotos y desde esos tiempos se utilizaban como remedio casero para curar dolencias o afecciones causadas por los resfriados y también para la salud de la garganta.
En la actualidad sus beneficios y propiedades han sido trasladados de generación en generación y actualmente se aconseja su uso y consumo para tratar y curar otras afecciones de las vías respiratorias como para enfermedades de los bronquios, para catarros, tos y congestión de las vías respiratorias, para picaduras de insectos, quemaduras superficiales y para heridas también superficiales.
La miel de lavanda es considerada un excelente antiséptico tanto para los bronquios como para los pulmones, además se le atribuyen otras propiedades como diurética, sudorífica, bactericida, antiinfecciosa y antidiarreica.
Consejos a la hora de comprar la miel de lavanda
A la hora de comprar la miel de lavanda o cualquier otro tipo de miel es mejor elegir mieles de pequeños productores y sí acaso no estuvieran a nuestro alcance buscar en el mercado las mieles que vengan provistas con el etiquetado AB, este etiquetado nos indica que su procedencia es de origen orgánico o de agricultura ecológica.
Debemos también fijarnos en la etiqueta, en la que deberán figurar los datos del productor, vendedor, envasador, así como la identificación geográfica o botánica de donde procede el producto.
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Cómo conservar la miel de lavanda
La miel debemos conservarla protegida de la luz, el mejor sitio, un armario o despensa. La temperatura ideal para su conservación es entre 15º C y 20 º C.
No debemos conservarla en la nevera ya que el frío hace que la miel se cristalice. Una vez que la hayamos abierto, debemos asegurarnos de volver a cerrarla bien para que se conserve bien y no pierda sus principios activos.
Las mieles suelen venir con una fecha de consumo, aunque esta fecha es solo una indicación ya que las mieles no se estropean. Con el paso del tiempo tienden a cristalizarse pero no se estropean.
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