La adolescencia es una etapa de la vida llena de cambios y desafíos, y uno de los problemas más comunes que enfrentan los jóvenes durante esta etapa es el acné. El acné adolescente puede ser una experiencia frustrante y desafiante, afectando la autoestima y la calidad de vida de quienes lo padecen.
En este artículo, exploraremos qué es el acné adolescente, sus causas y cómo se puede prevenir, para ayudar a los jóvenes a enfrentar este problema de manera efectiva y mantener una piel saludable.
¿Qué es el acné adolescente y cómo se forma?
El acné es una afección cutánea que se manifiesta a través de la aparición de espinillas, puntos negros, pápulas, pústulas y, en casos más graves, quistes y nódulos.
Durante la adolescencia, las hormonas fluctuantes, en particular los andrógenos, estimulan la producción de sebo por parte de las glándulas sebáceas en la piel. Cuando se acumula el sebo, las células muertas de la piel y las bacterias, pueden obstruir los poros, lo que provoca la inflamación y la formación de granos y espinillas.
Recuerda que el acné también puede aparecer (o mantenerse) de adulto. Si éste es un problema para ti, te sugerimos que acudas a este artículo en el que abordamos las causas, el tratamiento y la prevención en esta etapa de la vida.
Razones por las que aparece en esta etapa de la vida
Una vez sabido esto, vamos a ahondar en las distintas razones por las cuales puede aparecer acné.
- Cambios hormonales: Ente las causas más comunes cabe destacar cambio hormonal repentino. Los niveles elevados de hormonas androgénicas durante la pubertad son uno de los principales factores que contribuyen que se produzca un exceso de grasa en las glándulas sebáceas, lo que puede aumentar la probabilidad de obstrucción de los poros y la formación de acné.
- Genética: La predisposición genética también puede influir en la aparición del acné juvenil. Si tus padres tuvieron acné, es más probable que tú también lo tengas.
- Estrés: El estrés que sufren muchos jóvenes por los estudios o las relaciones personales puede aumentar la producción de sebo y empeorar el acné existente.
- Dieta: Aunque no existe una relación directa entre la dieta y el acné, algunos estudios sugieren que ciertos alimentos, como los lácteos y los alimentos ricos en azúcares y carbohidratos refinados, pueden empeorar el acné en algunas personas. De ahí que sea importante comer de una forma rica y variada con todo tipo de nutrientes, primando las frutas y verduras.
- Higiene inadecuada: No limpiar adecuadamente la piel, retirando bien la grasa extra, o utilizar productos inadecuados puede contribuir al acné.
- No hidratar la piel. Además, no hidratar el rostro regularmente también puede generar más sebo, pues la tes seca reacciona produciendo más grasa para contrarrestar los efectos negativos de la sequedad. Por eso es muy importante utilizar una crema hidratante para el tipo de piel grasa o con tendencia al acné, que suele ser más ligero y no tener ingredientes comedogénicos, es decir, que obstruyen los poros.
Prevención del acné en adolescentes
El acné adolescente es un problema común que afecta a muchas personas durante la pubertad y, a veces, incluso después. Aunque en algunos casos no se puede evitar por completo, existen varias estrategias y prácticas que pueden ayudar a reducir la aparición y gravedad de este problema.
En este apartado, te ofreceremos una guía completa sobre cómo prevenir el acné adolescente, abordando temas como la limpieza adecuada, la hidratación, la exfoliación, la protección solar, la dieta y el manejo del estrés, entre otros aspectos importantes, para cubrir (casi) todas las causas que lo provocan.
Siguiendo estos consejos y manteniendo una rutina de cuidado de la piel apropiada, podrás mejorar la salud y la apariencia de tu cutis durante estos años cruciales.
Limpieza:
Lava tu rostro dos veces al día, por la mañana y por la noche, utilizando un limpiador suave y sin jabón específicamente formulado para pieles propensas al acné. Evita productos agresivos que puedan irritar la cara y empeorar los brotes.
Al limpiar el rostro, hazlo con suavidad, utilizando las yemas de los dedos en movimientos circulares. Evita frotar con fuerza o utilizar esponjas abrasivas, ya que pueden causar irritación e inflamación.
Después de hacer ejercicio o sudar, lávate la cara lo antes posible para eliminar el exceso de sudor y evitar la obstrucción de los poros. Y por la noche te recomendamos la doble limpieza.
Y después de la limpieza, no dudes en acabar con un astringente para minimizar los poros. Aquí tienes algunas opciones interesantes.
Hidratación:
Incluso las pieles propensas al acné necesitan hidratación. Utiliza una crema hidratante sin aceites y no comedogénica para mantener la dermis perfectamente hidratada sin obstruir los poros ni empeorar los granitos.
Aplica la crema hidratante después de limpiar tu rostro y antes de utilizar cualquier tratamiento tópico para el acné. Esto ayudará a proteger la dermis y mantenerla hidratada.
Exfoliación:
La exfoliación suave puede ayudar a eliminar las células muertas de la piel y prevenir la obstrucción de los poros. Pero utiliza un exfoliante suave, preferiblemente químico (como ácido salicílico o glicólico) en lugar de mecánico, para evitar la irritación y el enrojecimiento.
Puedes probar estas opciones naturales.
No exfolies tu rostro con demasiada frecuencia, ya que podría causar sequedad e irritación, y provocar un exceso de grasa. Limita la exfoliación a una o dos veces por semana, dependiendo de cómo reaccione tu piel.
Protección solar:
La exposición al sol puede empeorar el acné y provocar cicatrices e hiperpigmentación (manchas). Aplica un protector solar (de SPF 30 o superior) no comedogénico y sin aceites todos los días, antes de salir de casa, incluso cuando esté nublado o en invierno.
Siempre que sea posible, busca protección adicional utilizando sombreros, gafas de sol y ropa que cubra la piel expuesta al sol. Recuerda que aunque uses protector solar, nunca bloquea el 100% de los rayos UV.
Dieta:
Como te hemos comentado en las causas, no está claro del todo que la alimentación influya en la producción de acné, pero sí que ciertos alimentos podrían agravar los granitos en algunas personas. Por eso, llevar una dieta equilibrada y rica en frutas, verduras, proteínas magras y granos integrales es la mejor opción, pues puede mejorar la salud general de tu piel.
Limita el consumo de alimentos ricos en azúcares y carbohidratos refinados, como pasteles, galletas y bebidas azucaradas, ya que pueden aumentar los niveles de insulina y generar inflamación y brotes.
También bebe suficiente agua para mantener la piel hidratada y ayudar a eliminar las toxinas del cuerpo.
Reducción del estrés:
El estrés no es bueno para el cuerpo y en la piel puede aumentar la producción de sebo y empeorar el acné existente. Aprende a manejar el estrés a través de técnicas como el ejercicio físico, la meditación, la respiración profunda, el yoga o cualquier actividad que te ayude a relajarte y reducir la tensión.
Establece una rutina diaria de actividades que te gusten y te ayuden a desconectar y reducir el estrés.
También asegúrate de dormir lo suficiente, ya que la falta de sueño puede aumentar los niveles de estrés y afectar la salud de la piel.
Este consejo es vital para tener un cutis perfecto.
Elección de productos de cuidado personal:
Utiliza productos de cuidado personal, como cremas, serums y maquillaje, que sean no comedogénicos y adecuados para pieles propensas al acné. Evita productos que contengan aceites pesados o ingredientes irritantes que puedan empeorar el problema.
Cambio de sábanas y toallas con frecuencia:
Las sábanas y toallas sucias pueden acumular bacterias, grasa y células muertas de la piel, lo cual podría contribuir a una obstrucción.
Cambia las sábanas de la cama y las toallas de baño con las que te secas con regularidad, preferiblemente una vez por semana, y utiliza un detergente suave y sin fragancia para evitar la irritación.
No tocar el rostro:
Tocar el rostro con las manos sucias puede transferir bacterias y grasa a la piel, lo que puede aumentar la probabilidad de obstrucción de los poros y la formación de acné. Evita tocar el rostro con las manos y lávalas con frecuencia para mantenerlas limpias.
Al seguir estos consejos de prevención podrás reducir el riesgo de desarrollar acné y mantener la piel sana y en óptimas condiciones. Recuerda que cada persona es diferente y que lo que funciona para una persona puede no ser adecuado para otra.
¿Qué ocurre si ya tengo acné? Te recomendamos que pinches en este enlace para conocer los tratamientos efectivos para el acné juvenil.
Consejos para lidiar con el acné adolescente
- No estrujes ni pellizques las espinillas ni los puntos negros: Hacerlo puede generar inflamación y provocar cicatrices en la piel.
- Los ingredientes naturales son tus amigos: Consulta nuestra lista de remedios naturales para acabar con los granos que ya te han salido. O estos otros para lidiar con la rosácea.
- Consulta a un dermatólogo: Si el acné es persistente o severo, es importante acudir a un dermatólogo que pueda recomendar tratamientos específicos para tu situación.
- Sé paciente: Tratar y prevenir el acné lleva tiempo, y es posible que no veas resultados de inmediato. No te desanimes y sigue siendo constante con tu rutina de cuidado de la piel. Ya verás como antes o después tu afección mejorará.
Puede que no tengas acné y tengas rosácea. Descubre las diferencias entre estas dos afecciones cutáneas aquí.
El acné adolescente es un problema común que puede afectar la autoestima y la calidad de vida de los jóvenes. Aunque las causas pueden variar, mantener una rutina de cuidado de la piel adecuada, llevar una dieta equilibrada y aprender a manejar el estrés pueden ayudar a prevenir y tratar el acné.
Si el problema persiste o empeora, es importante buscar el consejo de un dermatólogo para encontrar el tratamiento más adecuado. Con paciencia y perseverancia, es posible mejorar la apariencia y la salud de la piel durante la adolescencia y más allá.
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