El acné en adultos: causas, tratamientos y consejos para mantener una piel saludable

¿Has notado que tu piel ya no es la misma que cuando eras adolescente, pero aún sigues lidiando con brotes de acné? Si es así, no estás solo. Aunque muchas personas asocian el acné con la adolescencia, lo cierto es que esta afección de la piel también afecta a un gran número de adultos.

En este artículo, te guiaremos a través de las causas, tratamientos y consejos para mantener una piel saludable y libre de granitos en la edad adulta. Acompáñanos en este viaje para descubrir cómo cuidar tu rostro de la mejor manera posible.

El acné en adultos es un tema que no se aborda lo suficiente en el mundo de la belleza y la cosmética, y queremos cambiar eso.

Al comprender las causas y conocer las opciones de tratamiento, podrás tomar decisiones informadas sobre cómo abordar este molesto problema. No importa si eres un experto en cuidado dérmico o alguien que apenas comienza a prestar atención a su rutina, aquí encontrarás información útil y valiosa.

En un tono ameno, pero profesional, exploraremos las diferencias entre el acné en la adolescencia y en la adultez, y te brindaremos consejos prácticos y accesibles para mantener tu piel saludable y radiante.

Nuestro objetivo es que te sientas empoderado para enfrentar el acné en tu vida adulta y te animes a compartir tus conocimientos con otros que también puedan estar luchando contra esta afección.

¿Qué es el acné?

Seguro que ya has oído hablar de esta condición, pero ¿sabes realmente qué es? Es una afección de la piel que se produce cuando los folículos pilosos se obstruyen con sebo y células muertas. Esta obstrucción puede provocar inflamación y, en algunos casos, la proliferación de bacterias.

Aunque es común asociar el acné con la adolescencia, también puede aparecer en la edad adulta y afectar tanto a hombres como a mujeres.

Existen diferentes tipos de acné, y cada uno tiene sus propias características. A continuación, te presentamos una breve descripción de los principales tipos:

• Comedones: Son las espinillas y puntos negros que aparecen en la piel. Los comedones abiertos (puntos negros) se forman cuando el sebo y las células muertas se acumulan en la superficie, mientras que los comedones cerrados (espinillas) se forman cuando la obstrucción ocurre debajo de la superficie. Remedio de yogur y avena para quitar puntos negros

• Pápulas: Son pequeñas lesiones enrojecidas e inflamadas que pueden ser sensibles al tacto. Las pápulas se forman cuando la pared del folículo piloso se rompe y permite que las bacterias y células muertas entren en los tejidos circundantes.

• Pústulas: Son lesiones similares a las pápulas, pero contienen pus. Las pústulas se forman cuando las bacterias se multiplican y el sistema inmunológico del cuerpo responde, produciendo pus como resultado.

• Nódulos: Son lesiones más grandes y dolorosas que se forman en las capas más profundas de la piel. Los nódulos se desarrollan cuando la inflamación se extiende a los tejidos circundantes y puede ser un signo de acné más severo.

• Quistes: Son lesiones similares a los nódulos, pero contienen pus y son aún más dolorosas. Los quistes se forman cuando la infección se extiende más profundamente en la piel y puede provocar cicatrices si no se tratan adecuadamente.

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Ahora que ya conoces los diferentes tipos de acné, es importante que sepas que cada persona puede experimentar uno o varios de estos tipos a lo largo de su vida. Identificar el tipo que tienes te ayudará a comprender mejor cómo abordar el problema y encontrar el tratamiento adecuado.

Causas: los factores que favorecen el acné en adultos

Entender por qué salen granitos en la edad adulta es fundamental para prevenir y tratar esta afección cutánea. A continuación, te explicamos los principales factores que pueden provocar brotes cuando has pasado la adolescencia:

• Exceso de producción de sebo: La grasa natural que produce nuestro cuerpo, conocida como sebo, es esencial para mantener la dermis hidratada y protegida. Sin embargo, una producción excesiva de sebo puede obstruir los poros y generar espinillas.

• Inflamación: La inflamación es una respuesta natural del organismo ante una infección o lesión. En el caso del acné, la inflamación puede agravar la situación y contribuir a la formación de lesiones más severas, como nódulos y quistes.

• Presencia de bacterias: La bacteria Propionibacterium acnes se encuentra normalmente en nuestra epidermis. Sin embargo, cuando los poros se obstruyen, esta bacteria puede multiplicarse y provocar inflamación e infección en la zona afectada.

• Cambios hormonales: Las fluctuaciones hormonales, como las que se producen durante el ciclo menstrual, el embarazo o la menopausia, pueden aumentar la producción de sebo y desencadenar brotes en las mujeres. También, algunos trastornos hormonales, como el síndrome de ovario poliquístico, pueden fomentar estas imperfecciones.

• Estrés: El estrés puede afectar la salud de la piel de diferentes maneras. Entre ellas, está la liberación de hormonas como el cortisol, que puede incrementar la producción de sebo y agravar el problema.

• Dieta: Aunque no hay una relación directa entre la alimentación y el acné, algunos estudios sugieren que el consumo de alimentos con alto índice glucémico y lácteos puede contribuir a la aparición de granos en ciertas personas.

• Uso de productos cosméticos inadecuados: Algunos productos de belleza y cuidado personal pueden contener ingredientes que obstruyen los poros y empeoran el acné. Es fundamental elegir productos no comedogénicos y adecuados para tu tipo de tez.

Como ves, las causas del acné en adultos son variadas y pueden estar interrelacionadas. Identificar los factores que desencadenan tus brotes te permitirá adoptar medidas preventivas y encontrar el tratamiento más adecuado para mantener tu piel limpia y saludable.

Tratamientos: las medidas más efectivas para acabar con el acné en la adultez

Existen varios tratamientos disponibles para ayudarte a luchar contra tu enemigo y mejorar la salud de la piel. A continuación, te explicamos algunas de las opciones más eficaces:

Cosméticos y tratamientos tópicos

Suelen ser los primeros a los que acudimos por su conveniencia y efectividad, sobre todo en el tratamiento de los casos leves a moderados de acné. Dentro de los tratamientos tópicos podemos diferenciar los de venta libre de los recetados por el dermatólogo. 

Las cremas y serums de venta libre son aquellos que puedes comprar sin necesidad de una receta médica y pueden ser efectivos en casos leves a moderados.

Estos productos incluyen ingredientes activos que ayudan a combatir las bacterias, mantener la hidratación y mejorar la salud de la piel en general.

Algunos de los ingredientes más comunes que incluyen son:

1. Peróxido de benzoilo: Este ingrediente es un agente antimicrobiano y antiinflamatorio que ayuda a eliminar las bacterias causantes de los granos y reduce la inflamación en las lesiones. Además, el peróxido de benzoilo puede ayudar a disolver el exceso de sebo y prevenir la obstrucción de los poros.

2. Ácido salicílico: El ácido salicílico es un beta-hidroxiácido que actúa como un exfoliante químico suave, ayudando a eliminar las células muertas de la superficie de la piel y prevenir la obstrucción de los poros. También tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir el enrojecimiento y la hinchazón asociados con el acné.

3. Ácido glicólico: Este alfa-hidroxiácido es otro exfoliante químico que ayuda a eliminar las células muertas y mejorar la textura de la piel. Al igual que el ácido salicílico, el ácido glicólico puede ayudar a prevenir la obstrucción de los poros y reducir la inflamación.

4. Ácido azelaico: El ácido azelaico es un ingrediente con propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y queratolíticas (exfoliantes). Puede ser útil para tratar las espinillas al eliminar las bacterias causantes, reducir la inflamación y desobstruir los poros.

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En comparación, los tratamientos tópicos recetados por dermatólogos suelen ser más potentes y pueden ser más efectivos en casos de acné moderado a severo o cuando los productos de venta libre no han dado resultados satisfactorios. 

Algunos de los tratamientos tópicos recetados más comunes son:

1. Retinoides: Los retinoides, como la tretinoína, el adapaleno y la tazaroteno, son derivados de la vitamina A que actúan aumentando la renovación celular y desobstruyendo los poros. También pueden reducir la inflamación y mejorar la apariencia de las cicatrices del acné. Los retinoides son generalmente más potentes que los exfoliantes químicos de venta libre y pueden tener efectos secundarios como sequedad e irritación de la piel, por lo que es importante seguir las indicaciones del dermatólogo y usarlos con precaución.

2. Antibióticos tópicos: Los antibióticos tópicos, como la clindamicina y la eritromicina, pueden ser recetados por dermatólogos para combatir las infecciones bacterianas. Estos productos suelen utilizarse en combinación con otros tratamientos tópicos, como los retinoides o el peróxido de benzoilo, para aumentar su efectividad y reducir el riesgo de desarrollar resistencia a los antibióticos.

3. Combinaciones de ingredientes: En algunos casos, los dermatólogos pueden recetar tratamientos tópicos que combinan varios ingredientes activos para abordar diferentes aspectos del acné. Por ejemplo, el gel de Epiduo contiene adapaleno (un retinoide) y peróxido de benzoilo, mientras que el gel de Ziana combina la clindamicina (un antibiótico) y la tretinoína (un retinoide). Estas combinaciones pueden ser más efectivas que los productos de venta libre, pero también pueden tener efectos secundarios más intensos, por lo que es importante seguir las indicaciones del médico y ajustar su uso según las necesidades de la piel.

Es fundamental consultar con un dermatólogo para determinar el tratamiento más adecuado según la severidad del problema y las características de la piel de cada persona.

Dentro de los tratamientos tópicos también podríamos mencionar las opciones naturales como las que te relatamos aquí. 

Tratamientos orales

En casos más severos o persistentes, un dermatólogo podría recetar medicamentos orales. Los antibióticos, como la tetraciclina o la eritromicina, pueden ser útiles para combatir las infecciones bacterianas.

La isotretinoína, un derivado de la vitamina A, es un tratamiento oral muy efectivo para el acné nodular y quístico, pero puede tener efectos secundarios significativos y requiere un seguimiento médico estricto.

Además, algunos anticonceptivos orales pueden ayudar a regular las hormonas y mejorar el problema en mujeres.

Tratamientos médico-estéticos

Los tratamientos en cabina son el complemento perfecto para cualquier tipo de acné, pudiendo llegar a marcar una gran diferencia, no solo en su erradicación, sino también en la mejora de las imperfecciones derivadas, como las marcas, manchas y cicatrices de acné. 

Hay varias, pero nos centraremos en las más efectivas a día de hoy:

Terapia de luz azul

La terapia de luz azul utiliza una longitud de onda específica de luz para eliminar las bacterias, especialmente Propionibacterium acnes.

El tratamiento es indoloro y no invasivo, y puede realizarse en consultorios dermatológicos o centros de estética. Por lo general, se requieren varias sesiones para obtener resultados óptimos.

La terapia de luz azul es una opción segura y efectiva para tratar el acné inflamatorio leve a moderado, aunque podría no ser suficiente para casos más severos o persistentes.

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Terapia de luz roja

Similar a la terapia de luz azul, la terapia de luz roja utiliza una longitud de onda diferente de luz para tratar los granitos.

La luz roja penetra más profundamente en la piel y puede ayudar a reducir la inflamación y promover la curación.

A menudo, la terapia de luz roja se combina con la terapia de luz azul para abordar diferentes aspectos del acné y mejorar los resultados del tratamiento.

Terapia fotodinámica

La terapia fotodinámica es un tratamiento más avanzado que combina la aplicación de un agente fotosensibilizante en la piel y la exposición a una fuente de luz específica. El agente fotosensibilizante se activa con la luz y destruye las células anormales que causan espinillas.

La terapia fotodinámica puede ser efectiva en el tratamiento del acné inflamatorio, pero puede causar enrojecimiento y descamación temporal de la epidermis.

Microdermoabrasión

La microdermoabrasión es un procedimiento que utiliza pequeñas partículas o un dispositivo de punta de diamante para exfoliar suavemente la capa superficial de la piel.

Este tratamiento puede ayudar a desobstruir los poros, eliminar las células muertas y mejorar la textura y apariencia del rostro.

La microdermoabrasión es generalmente segura y efectiva para tratar el acné superficial y las cicatrices leves, pero podría no ser adecuada para casos más severos.

Peelings químicos

Los peelings químicos utilizan soluciones ácidas, como ácido glicólico, salicílico o tricloroacético, para exfoliar la capa superficial de la piel y estimular la renovación celular.

Dependiendo de la concentración del ácido y el tiempo de aplicación, los peelings químicos pueden ser superficiales, medios o profundos. Pueden ser efectivos para tratar los granitos y mejorar la apariencia de las cicatrices, pero pueden causar irritación y enrojecimiento temporal.

Extracción de comedones

La extracción de comedones es un procedimiento que se realiza en el consultorio del dermatólogo para eliminar manualmente los puntos negros y blancos.

Este tratamiento puede ser útil para reducir la apariencia de los comedones y prevenir la formación de lesiones inflamatorias, pero debe realizarse con precaución y por un profesional capacitado para evitar cicatrices o infecciones.

Prueba: Mascarillas para quitar los puntos negros y evitar la obstrucción

Cabe mencionar que algunos de estos tratamientos médicos pueden requerir varias sesiones y, a menudo, se combinan con tratamientos tópicos u orales para obtener resultados óptimos. Es importante tener en cuenta lo siguiente al considerar los tratamientos médicos para el acné:

• Consulta con un dermatólogo: Antes de someterse a cualquier tratamiento médico, es fundamental consultar con un dermatólogo para obtener una evaluación adecuada de la piel y una recomendación sobre el tratamiento más efectivo y seguro según las necesidades individuales.

• Expectativas realistas: Aunque los tratamientos médicos pueden mejorar significativamente el problema y la apariencia de la piel, es importante tener expectativas realistas y entender que, en muchos casos, es posible que no se logre una tez completamente libre de granitos o cicatrices.

• Paciencia y persistencia: Los tratamientos médicos pueden requerir tiempo y esfuerzo antes de mostrar resultados significativos. Es importante ser paciente y persistente con el tratamiento y seguir las recomendaciones del dermatólogo.

• Efectos secundarios: Algunos tratamientos pueden tener efectos secundarios temporales, como enrojecimiento, descamación o irritación. Asegúrate de discutir estos efectos con tu dermatólogo antes de comenzar un tratamiento y sigue sus consejos para minimizarlos y cuidar la piel durante el proceso.

Con el tratamiento adecuado y un poco de paciencia, podrás mejorar la salud y la apariencia de tu piel y reducir los brotes en la edad adulta.

Consejos para mantener una piel saludable y prevenir el acné

Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a mantener una piel saludable y prevenir el los granitos en la adultez:

1. Limpieza adecuada: Lava tu rostro dos veces al día con un limpiador suave y específico para tu tipo de piel. Evita los productos agresivos o abrasivos que puedan irritar o resecar, ya que esto podría empeorar el problema. Además, recuerda siempre desmaquillarte antes de dormir.

2. Hidratación: Utiliza una crema hidratante ligera y no comedogénica, adecuada para tu tipo de cutis, incluso si tienes la piel grasa o propensa al acné. Mantener la tez  hidratada puede ayudar a regular la producción de sebo y prevenir la obstrucción de los poros.

3. Exfoliación: Realiza una exfoliación suave una o dos veces por semana con un producto específico. La exfoliación ayuda a eliminar las células muertas de la superficie y a prevenir la obstrucción de los poros.

4. Protección solar: Usa un protector solar de amplio espectro y FPS 30 o superior todos los días, incluso en días nublados o lluviosos. Elige un protector solar no comedogénico y específico para tu tipo de piel. La exposición excesiva al sol puede empeorar el problema y aumentar el riesgo de cicatrices y manchas.

5. Cuidado con los cosméticos: Elige productos de maquillaje y cuidado de la piel que sean no comedogénicos, hipoalergénicos y adecuados para pieles acneicas. Evita productos que contengan aceites pesados o ingredientes irritantes, ya que podrían empeorarlo.

6. Dieta equilibrada: Lleva una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables. Limita el consumo de alimentos con alto índice glucémico y lácteos, ya que podrían contribuir al acné en algunas personas. Mantén una hidratación adecuada bebiendo suficiente agua durante el día.

7. Reducción del estrés: El estrés puede afectar la salud cutánea y empeorar la obstrucción. Encuentra formas de manejar el estrés en tu vida, como hacer ejercicio regularmente, practicar técnicas de relajación (meditación, yoga, respiración profunda) o buscar apoyo emocional de amigos, familiares o profesionales de la salud mental.

8. No manipular la piel: Evita tocar, rascar o pellizcar las lesiones del acné, ya que esto puede empeorar la inflamación, aumentar el riesgo de infección y dejar cicatrices. Si es necesario, consulta a un dermatólogo para realizar extracciones profesionales de comedones.

9. Consulta con un dermatólogo: Si tienes problemas persistentes o graves, no dudes en buscar la ayuda de un dermatólogo. Los profesionales de la salud de la piel pueden evaluar tu situación y recomendarte el tratamiento más adecuado para tu caso.

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Recuerda que cada persona es diferente y lo que funciona para alguien puede no funcionar para otro. Por lo tanto, es importante ser paciente y estar dispuesto a ajustar tu rutina de cuidado de la piel y estilo de vida según las necesidades dérmicas que tengas.

Escucha a tu cuerpo, presta atención a cómo reacciona ante diferentes productos y tratamientos, y no dudes en consultar con un dermatólogo si tienes dudas o preocupaciones. La prevención y el cuidado adecuado de la piel son clave para mantener un cutis sano y libre de acné.