La progesterona es, al igual que ocurre con los estrógenos, una hormona sexual liberada por los ovarios y posteriormente por la placenta cuando la mujer se encuentra embarazada. De hecho, durante la gestación, juega también un papel importantísimo para la lactancia, dado que ayuda a la preparación de las glándulas mamarias para que aumenten el tamaño de los senos y segreguen leche.
Cuando se produce la ovulación durante el ciclo menstrual son los ovarios quienes empiezan a producir progesterona, la cual actúa luego en el endometrio y hace que éste segregue unas proteínas que nutren al óvulo fecundado, por lo que proporciona unas condiciones óptimas únicas para ayudar al desarrollo correcto del embrión.
Luego, alrededor de diez semanas después de comenzar el embarazo, será la placenta quien se encargue de su producción, haciendo que finalmente el embarazo se desarrolle de manera segura.
¿En qué consiste la progesterona? ¿Qué es?
Como indicábamos anteriormente, la progesterona es una hormona sexual liberada principalmente por los ovarios, aunque también tiende a ser producida –aunque en menores cantidades- por el hígado y también por las glándulas adrenales.
Se comienza a producir después de la pubertad, desde el momento en que la mujer ha tenido su primera menstruación. Luego comenzará a producirse en cada ciclo menstrual, hasta irse deteriorando de manera progresiva hasta la llegada de la menopausia.
De hecho, cuando se ha pasado la menopausia la progesterona se utiliza como una parte de la terapia de reemplazo hormonal, que también incluye estrógeno, útil para el tratamiento de los síntomas más comunes y reducir a su vez el riesgo de contraer determinadas enfermedades.
Es más, el tratamiento con progesterona ayuda a prevenir el engrosamiento anormal de la membrana interna del útero, disminuyendo por tanto el riesgo de cáncer de útero.
Como ocurre con los estrógenos, esta hormona sexual también es fundamental en el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios de la mujer (desarrollo de las glándulas mamarias, desarrollo y maduración de los órganos sexuales y acumulación de grasa en algunas zonas del cuerpo).
Las principales funciones de la progesterona
La progesterona es una hormona sexual conocida sobre todo porque participa de forma activa en el desarrollo de los caracteres sexuales femeninos, que son los que en definitiva permiten identificar y distinguir o diferenciar a los diferentes sexos.
Estos caracteres aparecen en la pubertad, la cual comienza aproximadamente a los once años, y se convierte en una importantísima etapa de cambios que permiten que tanto el varón como la mujer puedan cumplir con la función reproductiva.
En este punto la progesterona cumple una importantísima función, pero no es en realidad la única. Te las descubrimos a continuación:
- Participa en el desarrollo de los caracteres sexuales femeninos: como indicábamos en las líneas anteriores, desarrollo de las glándulas mamarias, acumulación de grasa en determinadas zonas del cuerpo de la mujer, y desarrollo y maduración de los órganos sexuales.
- Durante el ciclo menstrual: acondiciona el endometrio con el objetivo de facilitar la implantación del embrión en el mismo.
- Durante la gestación: ayuda a que el embarazo transcurra de forma segura.
- Durante la lactancia: ayuda a preparar las glándulas mamarias, para que éstas aumenten el tamaño de los senos para la futura segregación de leche.
- Ejerce un efecto relajante del útero, aumentando a su vez las secreciones del cuello uterino y manteniendo la vascularización de la mucosa uterina.
- Incrementa la excreción tanto de cloro como de sodio.
- Durante la menopausia: es utilizada como parte de la terapia de reemplazo hormonal, ayudando a tratar sus síntomas y a reducir el riesgo de contraer enfermedades (como el cáncer uterino, al ayudar a prevenir el engrosamiento anormal de la membrana interna del útero).
¿Sabías que el hombre también tiene progesterona? Los varones también tienen esta hormona sexual en su cuerpo, pero en pequeñas cantidades en comparación con la mujer. En ellos es producida por las glándulas suprarrenales y por los testículos.
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