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Retrorunning: correr hacia atrás

El retrorunning (retro running) o correr hacia atrás es un revolucionario ejercicio físico que aporta más beneficios que correr normalmente, ya que utilizamos más músculos y estimulamos el cerebro.

El ejercicio físico es fundamental a la hora de disfrutar de una buena salud y de mantenernos en forma, además de ser útil para mantener un peso adecuado. De ahí que sea recomendable practicarlo regularmente, a ser posible cada día durante al menos 40 minutos. En relación a qué tipo de ejercicio físico sea el mejor obviamente dependerá de nuestros gustos e intereses, así –por ejemplo- si lo que deseamos es adelgazar se aconseja el ejercicio aeróbico como caminar o correr.

Pero si buscas un tipo de ejercicio físico que además de curioso consiga llamarte la atención entonces deberías saber en qué consiste el denominado como retrorunning.

Retrorunning

¿Qué es y en qué consiste el retrorunning?

Como su propio nombre indica, consiste en correr hacia atrás, lo que además de aportar los beneficios que brinda correr normalmente, cuando lo hacemos de esta curiosa forma se convertirá en un ejercicio mucho más intenso, y que además de estimular los músculos también estimula el cerebro.

¿Cuál es el origen del retrorunning?

Parece que tenemos que remontarnos hasta los años veinte del siglo pasado para encontrarnos con los pioneros de esta llamativa práctica deportiva, cuando unos púgiles americanos decidieron comenzar a correr hacia atrás con el objetivo de hacer más eficaz su programa de entrenamiento.

No obstante no fue hasta la década de 1980 cuando los organizadores de una competición en Nueva York tuvieron la idea de proponer a sus participantes que corrieran hacia atrás.

¿Cuáles son los beneficios del retrorunning?

Mayor esfuerzo físico

Debido sobretodo a que se activan una serie determinadas de músculos que normalmente cuando se corre se emplean poco, motivo por el cual es más común que al practicar el retrorunning nos sintamos cansados más pronto.

Se queman más calorías

Si bien es cierto que correr a ritmo normal durante 30 minutos tendemos a quemar unas 400 calorías, y si lo hacemos a ritmo rápido unas 650 calorías, si practicamos el retrorunning tendemos a quemar muchas más, precisamente por el esfuerzo que realizamos.

En este sentido, muchos especialistas consideran que se quema algo menos del doble de las calorías que quemamos en una carrera normal.

Estimula el cerebro

Dado que para no correr riesgos es importante memorizar y aprender tanto los recorridos como los accidentes del terreno observando determinados puntos de referencia, tendemos a estimular más el cerebro, la concentración y además desarrollamos capacidades de adaptación, potenciando la autopercepción corporal, ya que para correr hacia atrás es fundamental tener una buena percepción de nuestro propio cuerpo.

¿Qué calzado es el más recomendado?

Se aconseja utilizar el mismo calzado que utilizas habitualmente para correr: zapatillas de footing adecuadas que sujeten correctamente tanto el pie como el tobillo.

Te dejamos con un video para que veas un ejemplo interesante de retrorunning:

Imagen | jpo.ct

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C.Pérez

Escribo sobre ciencia, salud y nutrición desde hace 11 años. ¡Ah! Y también papá a tiempo completo con 4 años de experiencia.

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