Los ganglios consisten en agregados celulares que forman un pequeño órgano. Podemos distinguir entre dos grupos de ganglios: los ganglios linfáticos (órganos del sistema linfático) y los ganglios nerviosos (formaciones nodulares que encontramos en el trayecto de los diferentes nervios).
Actúan como uno de los mejores sistemas de alerta de nuestro organismo, ya que nos brindan información fiable sobre lo que ocurre en el cuerpo, especialmente en el caso de los ganglios linfáticos. Estos ganglios tienden a inflamarse cuando existe una infección, lo que significa que cuando aumentan su tamaño de manera considerable es síntoma de que están combatiendo una enfermedad o infección.
Respecto al número de ganglios que hay en nuestro cuerpo es cierto que no existe un número exacto, pero sí podemos decir que hay más de 100 ganglios repartidos a lo largo de nuestro organismo.
Respecto a los ganglios linfáticos, podemos distinguir sobretodo los siguientes:
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Ganglios cervicales.
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Ganglios submaxilares.
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Ganglios axilares.
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Ganglios ilíacos externos.
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Ganglios poplíteos.
Además, también es posible distinguir las siguientes zonas importantes del sistema linfático:
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Amígdala: constituida por un retículo de tejido linfático y epitelial que contiene folículos linfáticos, los cuales aumentan de tamaño ante una estimulación.
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Conducto linfático torácico: en este conducto desemboca la circulación linfática de las extremidades inferiores, abdomen, tórax, brazo izquierdo y mitad izquierda de la cabeza.
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Gran vena linfática: desemboca la circulación linfática de la parte derecha del cuello y la cabeza, y del brazo derecho.
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Venas subclavías: desemboca la circulación linfática.
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Vasos linfáticos inguinales profundos.
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Cisterna del quillo: vaso que resulta de la convergencia de los vasos linfáticos procedentes de la parte inferior del cuerpo.
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Placas de Peyes: conjunto de folículos linfáticos de la mucosa del intestino delgado.
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Vasos linfáticos: conductos que se extienden por todo el cuerpo, y recogen el contenido que aportan los capilares, los cuales desembocan en él.
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Capilares linfáticos: pequeños conductos ramificados con terminaciones que penetran en los tejidos, y se generan de los vasos linfáticos, más grandes.
Dentro de los diferentes ganglios linfáticos que podemos encontrar en nuestro organismo destacan los ganglios centinela, que consisten en el primer ganglio de una cadena linfática, de forma que antes de proseguir su camino por la cadena linfática toda la linfa proveniente de un determinado territorio tisular pasa primero por este ganglio.
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