La cocina oriental, especialmente la cocina hindú o la cocina turca, destaca por legarnos todo un conjunto de maravillosas recetas y platos típicos donde algunas legumbres, frutos secos y especias se constituyen como los ingredientes principales. Por ello se convierte en una cocina deliciosa tremendamente aromática, donde los sabores ligeramente picantes son tremendamente característicos.
Uno de esos platos o recetas típicas es el tahini, también conocido con los nombres de tahine, tahina o simplemente tahín, una pasta o salsa tradicional de la cocina de Oriente Medio y que de hecho destaca fundamentalmente por ser un alimento muy antiguo.
Se elabora moliendo las semillas de sésamo, también conocidas como ajonjolí, las cuales son emulsionadas con aceite y con agua hasta que se obtiene una pasta cremosa con un sabor muy pronunciado. A su vez, pueden ser elaboradas simplemente con agua porque las semillas son oleaginosas.
Es decir, consiste básicamente en una pasta elaborada a partir de semillas de sésamo, las cuales son molidas y emulsionadas con distintos ingredientes, sobre todo aceite de oliva y/o agua. A esta pasta se le suele añadir dientes de ajo aplastados, jugo de limón recién exprimido y perejil finamente picado, aunque estos tres últimos ingredientes son opcionales.
Dependiendo del lugar del mundo donde nos encontremos puede convertirse en un condimento (es un ingrediente fundamental en la elaboración del hummus y del puré de berenjenas), o comerse directamente con pan (sobre todo con pan de pita). En Turquía, por ejemplo, se utiliza también en la elaboración de un desayuno nutritivo invernal donde el tahini es mezclado con un jarabe dulce típico de las cocinas del mediterráneo oriental y conocido con el nombre de pekmez.
Receta de tahini o tahina
Como verás la preparación de este alimento tradicional oriental es en realidad tan fácil como sencillo. Te exponemos a continuación los ingredientes que necesitas y los pasos a seguir para su elaboración en casa.
Ingredientes:
- 3 cucharadas de semillas de sésamo (ajonjolí)
- 4 cucharadas de aceite de oliva o agua
- Una pizca de sal
Cómo hacer tahini o tahina en casa:
- Si el sésamo no está tostado debemos tostarlo nosotros mismos/as. Para ello en primer lugar enjuaga bien las semillas de sésamo bajo el chorro del agua del frío, escurriéndolo luego. Ahora pon las semillas en una sartén grande y colócalas a fuego medio durante algunos minutos, hasta que observes que las semillas se hayan dorado un poco.
- También puedes tostar las semillas en el horno. Para ello colócalas en una bandeja del horno y calienta durante 8 minutos a 180ºC. Una vez tostadas dejan que se enfríen un poco.
- Ahora coloca las semillas de sésamo en una picadora o en un molinillo eléctrico. Añade el aceite de oliva o el agua y pícalo todo muy bien. Vuelve a repetir el proceso hasta que obtengas una pasta algo lisa.
- ¡Listo! Sirve si lo deseas en un cuenco pequeño ¡y a disfrutar!.
Los beneficios del tahini o tahín
Si tenemos en cuenta que la tahina o tahini se elabora a partir de la cocción y posterior trituración de las semillas de sésamo, no hay duda que nos encontramos ante un alimento sumamente nutritivo, a la par que saludable.
Alimento muy nutritivo
Desde un punto de vista nutritivo destaca especialmente su alto contenido en vitaminas del grupo B, sobre todo vitamina B6 y vitamina B12. Como de buen seguro sabrás estas vitaminas son fundamentales para nuestro sistema nervioso, así como para la regeneración celular de los tejidos.
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También aporta interesantes cantidades de zinc, un mineral fundamental para la salud reproductiva del hombre. Entre los minerales y oligoelementos que aporta podemos mencionar también el fósforo, magnesio, hierro y calcio.
Eso sí, es un alimento muy energético: 100 gramos aportan alrededor de 595 kcal.
Ayuda a reducir el colesterol
El tahín es un alimento sumamente rico en grasas insaturadas. De hecho, contiene alrededor de un 50% de este tipo de grasas, las cuales ayudan a reducir los niveles elevados de colesterol, especialmente de colesterol LDL o malo. Entre esas grasas insaturadas nos encontramos con la lecitina, aportando de hecho más lecitina que la soja.
Por otro lado favorece la adecuada digestión de las grasas, muy útil para prevenir la arteriosclerosis.
Bueno para el corazón
El tahín no solo es beneficioso para reducir el colesterol sino que es muy bueno para nuestro sistema cardiovascular, y en especial para nuestro corazón, gracias a su aporte en grasas insaturadas y por aportar ácidos grasos esenciales como por ejemplo el ácido oleico (grasa monoinsaturada) y el ácido linoléico (grasa poliinsaturada).
Útil para reducir el estreñimiento
La tahina también aporta interesantes cantidades de fibra, por lo que se convierte en un maravilloso alimento no solo útil para mejorar la digestión de las grasas, sino para prevenir el estreñimiento (o tratarlo naturalmente) y regular el tránsito intestinal.
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