La tensión baja o hipotensión, como se le conoce en términos médicos, no es más que el débil bombeo del flujo sanguíneo hacia el corazón, cerebro y otras partes del cuerpo.
Según especialistas, la presión arterial debe medirse mediante dos lecturas, basándose en la presión arterial sistólica y la diastólica.
La sistólica es el valor más alto que arroja el resultado, mientras que el más bajo es la diastólica. Por ejemplo, un valor normal se ubica entre los 90/60 mmHg y 120/80 mmHg (milímetros de mercurio), si estos niveles están unos números más bajos que la primera cifra (90/60): tienes la tensión baja.
La presión arterial puede medirla un médico, enfermero o tercero usando un dispositivo digital o manual conocido como tensiómetro.
Pero, ¿cuáles son los síntomas de que tienes la tensión alta que te pueden ayudar a saber si padeces esta afección? Te los explicaremos uno a uno para que puedas identificarlo. Aunque, debes tomar en cuenta que cada persona posee un organismo distinto y que cada quién puede procesar esta afección de una manera peculiar. Especialistas hacen énfasis en que las personas jóvenes y mujeres durante el embarazo pueden ser propensas a presentar niveles de tensión más bajos.
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Ahora, presta atención y si padeces de algunos de estos síntomas, actúa de inmediato y consulta con internistas o cardiólogos.
Síntomas que alertan de que tienes la tensión baja
Unos de los indicios más persistentes son el desvanecimiento o pérdida de fuerza debido a que la presión está baja y esto conlleva a que la sangre no alimente todos los órganos con el flujo necesario. Por ejemplo, el cerebro resulta severamente afectado y no envía con coordinación los mensajes a las partes del cuerpo, provocando la debilidad.
La fatiga es otra de las señales que son notorias. El agotamiento y el cansancio no permitirán que realice actividades que regularmente hacían las personas que la aquejan.
Los mareos se presentan en muchas ocasiones, provocando falta de equilibrio y desorientación. Se produce el mareo cuando el afectado cambia de posición corporal de manera brusca, Por ejemplo, levantarse rápidamente después de haber estado acostado por un prolongado periodo. De igual manera puede presentarse cuando baja la cabeza o se agacha.
Pero ¡ojo!, los mareos no deben confundirse con el vértigo, puesto que este se caracteriza por generar una sensación de movimiento rotatorio del cuerpo o de los objetos que lo rodean.
Algunos de los pacientes que padecen de presión arterial baja tienden a sufrir de desmayos y, por ello, se les recomiendan ser cuidadosos al momento de sentir que puede ocurrir este lapso, debido a que podría lastimarse si no se sienta, recuesta o son atendidos.
La hipotensión también puede producir fuertes dolores de cabeza o cefalea como consecuencia del escaso flujo sanguíneo en el cuerpo y como consiguiente afectar la vista, en algunas ocasiones puede nublarse y crear una especie de visión borrosa.
La dificultad para respirar y taquicardia (cuando el corazón palpita más rápido de lo normal) pueden ser unas de las señales más desesperantes presentadas por los afectados. Lo recomendable ante estas situaciones es no entrar en pánico y guardar la calma.
Vómitos, excesiva sudoración (en algunas ocasiones provoca escalofríos) y palidez cutánea son algunos de los síntomas más visibles de la hipotensión. Presentar estos síntomas simultáneamente puede ser mucho más molesto para el aquejado.
Los síntomas de la tensión baja, en resumen:
- Fatiga, mareos (acompañado de falta de equilibrio y desorientación), desmayos, fuertes dolores de cabeza o cefaleas, dificultad para respirar, vómitos, sudoración excesiva, palidez en la piel y taquicardia.
Causas de la tensión baja
Las enfermedades cardíacas como insuficiencias o arritmias pueden ser la principal causa de la presión baja. También puede presentarse por el recibimiento de emociones fuertes.
Las lesiones y quemaduras pueden provocar la disminución del volumen de la sangre en el cuerpo, generando que descienda la tensión arterial.
Recomendaciones útiles que te ayudarán
Ante los molestos síntomas de la tensión baja, te dejaremos algunas recomendaciones para que evites pasar por estas crisis hipotensivas.
Evita pasar mucho tiempo en una posición incómoda, bien sea de pie o sentado. Si lo haces, trata de alternarlas y cambiarlas de manera lenta para no provocar mareos.
Hidrátate en los días calurosos o mientras estés realizando actividades en las que ejerzas mucha fuerza y resistencia. Tome de 2 a 3 litros de líquido cada 24 horas.
Trata de guardar una dieta que incluya proteínas en los platos principales y evite las bebidas alcohólicas. Esto puede ayudar a regularizar la presión arterial.
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