El huerto urbano ecológico en casa, se asienta cada vez con más fuerza entre nosotros, con su pléyade de significados muy antiguos y muy nuevos a la vez: una entidad vinculada con la naturaleza, el autoconsumo de productos naturales, el respeto medioambiental, la cultura sostenible, el esparcimiento de los más mayores, el aprendizaje de los más pequeños…
No es una moda, es una realidad que cada vez cuenta con más practicantes y más defensores. Podemos asegurarte con toda la certeza que ha venido para quedarse.
Natursan, ha recurrido a Gonzalo Garrido, uno de los encargados de maquinariadejardineria.net, un auténtico experto en huertos urbanos, para que nos introduzca en este sorprendente concepto y nos muestre por qué montar una de estas miniexplotaciones en tu hogar es de las mejores cosas que puedes hacer para mejorar el bienestar, la salud y, por qué no, el entretenimiento de los tuyos.
¿Qué és un huerto urbano?
El huerto urbano o periurbano consiste en una serie de enfoques y técnicas que buscan el cultivo de alimentos en la ciudad.
La alta densidad poblacional y la configuración espacial y funcional del entorno urbano lo convierten, a priori, en un espacio nada propicio para desarrollar esta actividad. Quizás eso origine una de sus principales características: los grandes desafíos fomentan un mundo sostenido por la creatividad y la búsqueda de soluciones nuevas.
Os dejamos este enlace donde podréis comprobar parte de ese espíritu creativo, en este caso enfocado a cómo se reciclan palets de obra o envases de plástico para contener la tierra con la que vamos a trabajar.
El huerto urbano es, sobre todo, ecológico. No sólo se busca “producir alimentos” porque sí, sino hacerlo de una forma lo más natural posible. En el fondo, estamos ante un concepto muy amplio en el que resuena la necesidad de traer la naturaleza a la ciudad, tanto con fines de autoconsumo, como para recuperar los profundos lazos que siempre nos han unido con el mundo natural.
Tipos de huertos urbanos
Hay varios tipos de huertos urbanos dependiendo de la función, ubicación, de la finalidad… que van a cumplir.
El reducido tamaño que ocupan, el enfoque hacia el autoconsumo y el escenario urbano al que están destinados, fomentan una serie muy diversa y variopinta de estas microexplotaciones. Los más conocidos son:
- Ecológicos: en ellos se plantan los vegetales siguiendo las prácticas de la agricultura ecológica.
- Verticales: en vez de en espacios horizontales la tierra se dispone en paredes estableciéndola en distintos recipientes, con, por ejemplo, macetas.
- Escolar: son huertos sociales que se implementan en terrenos de centros educativos para que trabajen en ellos los alumnos.
- De balcón y/o terraza: su emplazamiento se hace en los balcones de pisos y otros edificios de las ciudades.
- De campo: son huertos “urbanos” localizados fuera de las ciudades pero que poseen una tipología y enfoques de sus hermanos los urban gardens.
- De jardín: se establecen en jardines de casas o chalets o en pequeños terrenos acotados. Son los más parecidos a los huertos de siempre.
Estos tipos se pueden combinar y generar entidades más complejas y sugerentes como, por ejemplo, huertos urbanos ecológicos de balcón y verticales. Seguro que tú estás pensando en algo mucho más nuevo y desafiante.
Beneficios del huerto urbano
Ya desde entidades tan importantes como la Agencia de la ONU para los Refugiados se fomentan los importantes beneficios que pueden tener los huertos urbanos sobre todo por las especiales condiciones de vida que se dan en las ciudades:
El estilo de vida de nuestras sociedades ha hecho que perdamos poco a poco el contacto con la naturaleza. Una buena parte de la población mundial vive en centros urbanos donde la interacción con los recursos es mínima. Poco o nada sabemos de lo que pasa más allá de nuestro perímetro residencial.
Retomar el contacto con la naturaleza
Esta pérdida del vínculo con la naturaleza lleva asociados muchos problemas que tienen que ver con el impacto de la modernidad en nuestras vidas. A groso modo, desde que el hombre era un simple primate en evolución (6 u 8 millones de años atrás), hasta el surgimiento del estado (hace unos 4.000 años) hemos vivido en plena armonía con los ecosistemas naturales.
La revolución industrial se produjo a finales del sº XIX. Hemos “roto” con la naturaleza antes de ayer. Pero esa rotura es falsa, nuestros lazos con ella están dentro de nosotros, nos constituyen.
Fomentar el autoconsumo
El autoconsumo es un medio de consumo ideal que nos ha acompañado a lo largo de la historia de nuestra especie que difícilmente es realizable en las ciudades. Las huertas urbanas no pueden hacer que consigamos un autoconsumo total, pero nos van a ayudar avanzar con pequeños pasos hacia esta bella utopía.
Fomentar la sostenibilidad
El autoconsumo produce alimentos a nivel local evitando los gastos energéticos y medioambientales asociados al transporte. La producción ecológica evita el uso de pesticidas y abonos químicos reemplazándolos por el uso de prácticas sostenibles como el compostaje para reciclar los residuos orgánicos.
La sostenibilidad no es un kit de acciones es una cultura, una forma de percibir el mundo que se basa en el respeto y el amor a nuestro entorno, un compromiso que nos debe llevar a la mayor eficiencia para ahorrar gastos y recursos naturales.
Enseñar a los más pequeños
Los pequeños urbanitas cada vez tienen más difícil acercarse a la naturaleza y todo lo que representa. Introducirles en los valores de sostenibilidad y autoconsumo no debe hacerse de forma abstracta sino con ejemplos prácticos, con acciones.
El huerto urbano es una escuela sumamente práctica para asentar todas estas enseñanzas. A parte de todo esto, les ayuda a trabajar competencias muy importantes en la vida como la del esfuerzo, la de aprender a aplazar las recompensas, la de organizarse…
Una fuente de satisfacción para los más mayores
Es algo que hemos visto muchas veces. Muchos jubilados se contruyen un pequeño huerto en el que pasan el tiempo recordando su trabajo en el campo.
Cada vez es menos habitual esa estampa, porque cada vez, en mayor medida, esos nuevos hortelanos son personas sin ningún nexo con la agricultura y que encuentran en esta actividad la mejor forma de pasar el tiempo, de encontrar una actividad gratificante en todos los sentidos
Herramientas y maquinaria para huertos urbanos
La tipología y el tamaño del huerto urbano define las herramientas y maquinaria que se van a emplear en él.
Los huertos más pequeños, donde la tierra se sitúa en macetas, cajas, jardineras y otros recipientes de reducidas dimensiones, solo van a precisar herramientas manuales como pulverizadores, podadoras, rastrillos y palas de reducidas dimensiones. Es poco probable que se empleen maquinaria más robusta y eficiente.
En los huertos urbanos más extensos, como los de jardín, se pueden emplear maquinaria de mayor rendimiento como motoazadas o motocultores.
Algunos usuarios con una especial preocupación por el impacto ecológico y la contaminación acústica, van a elegir maquinaria eléctrica con cable y/o batería. De todas formas, la moderna maquinaria de jardinería de alta calidad está muy enfocada al uso urbano y, a pesar de que emplee combustibles fósiles, consume poco y es poco ruidosa.
Conclusiones
¿A qué estás esperando para empezar a montar tu huerto urbano? Mancharse las manos de tierra, comprobar cómo crecen tus plantas, defenderlas del ataque de los insectos, podar, transplantar, recoger y servir de mil formas distinta en la mesa, compartir todas estas cosas con tus hijos… A que suena muy bien.
La ciudad es un mundo de caos y estrés del que es difícil sustraerse, las huertas urbanas son pequeños oasis de paz y pureza muy asequibles, que además, nos van a ofrecer innumerables satisfacciones.
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