Las infecciones que se transmiten por vía sexual no son algo nuevo, aunque ciertamente a consecuencia de la epidemia de VIH/SIDA en las últimas décadas, estos temas han dejado de ser tabú. Hoy todos buscamos informarnos sobre cómo protegernos en las relaciones sexuales para evitar el contagio de las ETS, las Enfermedades de Transmisión Sexual.
En esta oportunidad vamos a ocuparnos del Virus del Papiloma Humano (VPH), una ETS que ha comenzado a tener más difusión últimamente, pero la de la cual aún muchas personas no están informadas en profundidad.
Para poder conocer más sobre el tema, repasaremos todo lo que debéis saber sobre el virus del papiloma humano: sus causas, sus consecuencias, las formas de prevenirlo y su tratamiento.
Qué es el Virus del Papiloma Humano
El Virus del Papiloma Humano es una enfermedad de transmisión sexual (ETS), que destaca precisamente por ser una de las enfermedades sexuales más comunes y frecuentes. Existen más de 100 variedades distintas de este virus, y dependiendo del virus que produzca la infección producirá distintos síntomas.
Por ejemplo, algunos tipos se manifestarán con la aparición de verrugas, sobre todo en las plantas de los pies, de las manos y en el área genital. Es más, las infecciones genitales por el virus del papiloma humano son tremendamente comunes, de ahí que muchos expertos consideren que casi prácticamente la totalidad de los hombres y mujeres activos sexualmente llegan a contraerlo en algún momento de su vida.
De hecho, como conoceremos en los siguientes apartados, ya que en la mayoría de las ocasiones no produce síntomas en realidad la mayoría de las personas ya han sido contagiadas con el virus y lo tienen, pero no lo saben.
El Virus de Papiloma Humano: principales causas
El Virus del Papiloma Humano se adquiere por contacto directo con la piel de otra persona infectada. Las zonas donde suele ubicarse la infección son los genitales y las áreas cercanas. Por ello si vuestra piel está en contacto con una de las zonas afectadas hay grandes probabilidades de que se produzca el contagio.
El contagio se produce sobre todo mediante el contacto piel con piel, especialmente durante el sexo vaginal, oral o anal. Por ello la prevención más efectiva es la utilización de condón cada vez que se mantengan relaciones sexuales vaginales o anales, ya que aunque no sean tan eficaces como con el VIH o la clamidia sí tiende a reducir en gran medida el riesgo de infección.
¿Qué síntomas produce el VPH?
Generalmente debemos tener en cuenta que la infección por virus del papiloma humano tiende a no presentar síntomas, a no ser que nos encontremos ante un tipo de VPH que ocasione la aparición de verrugas genitales.
En estos casos es cuando, efectivamente, el VPH produce verrugas genitales. Estas se suelen ubicar en los genitales y zonas cercanas (muslos, ano o ingle), también puede surgir en la boca, lengua, garganta o paladar si el contagio se produjo durante el sexo oral. En caso de notar la aparición de verrugas en estas zonas, debemos examinarnos dado que se puede tratar de un síntoma del VPH.
Estas verrugas pueden presentarse alrededor de varias semanas o meses tras el contacto sexual con una persona que presenta el VPH. Por otra parte, también es posible que puedan aparecer años después de la exposición, pero en realidad se tratan de casos aislados.
Las verrugas en sí mismas tienden a lucirse como grupos de protuberancias, que se sitúan sobre todo en el área genital, pudiendo ser pequeñas o grandes, presentar forma de coliflor o ser planas o prominentes.
Sin embargo, como indicábamos anteriormente, en una alta proporción de casos, las personas infectadas con el virus no presentan estos síntomas ni ningún otro, es decir, visiblemente no es posible notar la existencia del virus. Esto lamentablemente no evita el contagio, ya que el virus puede estar presente de forma asintomática.
Es más, el sistema inmunológico tiende a atacar el virus en el momento de la infección, siendo capaz de eliminarlo alrededor de 2 años, de manera que no se presentan síntomas y la persona, por tanto, desconoce que verdaderamente habría sufrido la infección.
Por otro lado, cabe aclarar que algunas variedades del VPH no se presentan en el área genital sino en la planta de los pies y las manos y no se transmiten por vía sexual.
Los virus del papiloma humano de alto riesgo y el cáncer de cuello de útero
Existen más de 150 variedades de virus del papiloma humano, y entre ellos se encuentran los llamados de “alto riesgo”. En esos casos, la presencia del virus lleva a la alteración de las células, un ejemplo de esto son cambios precancerosos en el cuello del útero que pueden conducir a un cáncer cervical.
En los hombres los VPH de alto riesgo pueden desembocar en cáncer de pene. También existen casos de cáncer orofaríngeo (garganta) y anal originados por una infección de papiloma humano.
Eso sí, como manifiestan muchos expertos en realidad pocas veces las verrugas genitales tienden a convertirse en cáncer.
Cómo se puede tratar el VPH
En caso de presentar verrugas genitales o sospechar de ello, es importante acudir al medico de inmediato. Luego de realizado el diagnóstico, se debe contactar con parejas sexuales actuales o anteriores para que puedan también testearse y tomar medidas para evitar la transmisión a otras personas.
En lo que se refiere al tratamiento médico de las verrugas causadas por el VPH, se aplican distintos fármacos por vía tópica, como por ejemplo es el caso de la podofilina al 0.5% o Imiquimod al 5%, que actúa activando las distintas células del sistema inmunológico, las cuales finalmente atacan y destruyen el virus, o ácido tricloroacético al 80-90%.
Algunos especialistas optan también por la eliminación quirúrgica de las verrugas mediante electrocoagulación o láser, o mediante el uso de crioterapia con nitrógeno líquido.
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