El cáncer de mama se convierte en uno de los tumores que más tienden a preocupar y atemorizar a muchas mujeres. Por este motivo principal, y gracias a que si es detectado a tiempo se puede curar en la mayoría de los casos, todas las precauciones tienden a ser pocas.
A la hora de prevenir el cáncer en general, resulta fundamental e imprescindible seguir un estilo de vida saludable, no abusando de las comidas grasas, practicando ejercicio físico regularmente, manteniendo una línea adecuada según nuestra altura y complexión física, y no consumiendo alcohol ni fumando.
En lo que se refiere al propio cáncer de mama, además de pasar controles anuales que ayuden a muchas mujeres a identificar y controlar el estado de sus mamas, también es posible desde casa realizarse un autoexamen de mamas.
Cada vez es mayor el número de especialistas médicos que coinciden en señalar la importancia de que las mujeres aún cuando se encuentran en la adolescencia comiencen a adoptar el hábito de examinarse las mamas, ya que de esta manera se pueden habituar antes a la forma en que se ven y se sienten normalmente.
Sólo de esta forma, cuando te habitúes y te familiarices con las mamas, te será mucho más sencillo reconocer algún cambio o algo fuera de lo común, que anteriormente no estaba.
Autoexamen de mamas: cómo aprender a examinarte los pechos y por qué es tan importante
El autoexamen de mamas en casa te permite inspeccionar y palmar tus mamas para controlar su estado y si aparecen o no posibles bultos, identificando los cambios que se puedan producir.
El momento idóneo para llevar a cabo este autoexamen de senos es entre 5 y 10 días después de que te haya venido la regla.
¿Para qué sirve un autoexamen de mamas?
Si la mujer acude a un control anual con el ginecólogo para el examen de las mamas (y con ello evaluar su desarrollo y asegurarse de que todos los cambios son normales), el autoexamen de mamas ayuda a las mujeres a detectar cambios en sus senos, como por ejemplo quistes u otros problemas mamarios benignos entre los controles.
Por otro lado, también pueden ser útiles para ayudar a algunas mujeres a detectar el cáncer de mama, una enfermedad que detectada a tiempo es curable en la mayoría de los casos, y que es extremadamente rara entre las adolescentes.
Realizarte un autoexamen de mamas es sencillo, rápido y fácil, el cual sólo te lleva apenas unos pocos minutos.
¿Cuándo es el mejor momento para hacerte un autoexamen de mamas?
El mejor momento para realizarte un autoexamen de mamas es de 5 a 7 días después del comienzo del período menstrual. En este sentido, los especialistas aconsejan escoger siempre un día fijo cada mes cuando ya se haya llegado a la menopausia.
Dado que las mamas habitualmente cambian a lo largo del ciclo menstrual, es importante escoger el mismo momento cada mes.
¿Cómo examinarte las mamas? Guía paso a paso
En primer lugar debes tener en cuenta que el autoexamen de mamas cuenta con dos partes importantes:
- Cómo se ven las mamas
- Cómo se sienten las mamas
1. Cómo se ven las mamas
Empieza por analizar el aspecto de tus mamas. Para ello, párate o siéntate enfrente de un espejo con los brazos relajados, situados a los lados. Observa con detenimiento tus mamas. Debes buscar los siguientes cambios:
- Abolladuras
- Arrugas
- Hoyuelos
- Pezón hundido
- Piel muy porosa
- Variaciones y cambios en su coloración, contorno o forma
Después mírate desde diferentes ángulos y posiciones de los brazos. Puedes mantener las manos a los lados, levantar los brazos encima de la cabeza, colocar las manos con firmeza en las caderas e inclinarte hacia delante…
2. Cómo se sienten las mamas
Es posible que al principio palparte y tocarte las mamas pueda parecerte algo extraño.
Acuéstate en la cama boca arriba, colocando una almohada o toalla debajo de un hombro. Coloca el brazo bajo la cabeza y examínate las mamas una por vez. Por ejemplo, si empiezas con la mama izquierda coloca la almohada debajo del hombro izquierdo, levantando el brazo izquierdo, colocando la mano izquierda debajo de la cabeza y utilizando la mano derecha para palpar la mama.
Utilizando las yemas de los tres dedos medios, mueve los dedos en forma de círculos superpuestos, moviéndolos hacia arriba y hacia abajo desde la parte externa de la mama (debajo de la axila), hacia la parte media del pecho, asegurándote de cubrir toda la superficie.
Examina hacia arriba hasta la clavícula y hacia abajo hasta la parte inferior de la caja torácica. Teniendo en cuenta la última vez que te examinaste, nota lo que sientes normal y lo que puedes llegar a sentir como diferente.
También puedes emplear diferentes niveles de presión para sentir cada parte de la mama: es útil comenzar con una presión leve, aumentando a presión media y terminando con presión firme. Cuando hayas cubierto toda la mama utiliza un dedo y el pulgar para comprimir el pezón suavemente, y observar si se produce algún tipo de secreción. Luego coloca la mano izquierda debajo de la cabeza, y examina la mama derecha de la misma forma.
Pasos para realizarte un autoexamen de senos: resumen
1. Sitúate frente al espejo.
2. Relaja los brazos y mantenlos paralelos al cuerpo.
3. Observa tus pechos: fíjate en su forma, en la piel, y si tienen o no un aspecto parecido al de la piel de naranja.
4. Coloca las manos por detrás de la cabeza, y haz una ligera presión con los dedos en la nuca.
5. Fíjate bien en la forma que tienen los pechos. Compáralos con la forma que tenían en la anterior autoexploración.
6. Túmbate.
7. Pon una almohada bajo el hombro del seno que vayas a explorar.
8. Coloca ahora esa mano por debajo de tu cabeza.
9. Con la ayuda de los tres dedos centrales de la mano contraria, presiona el pecho suavemente de forma ordenada, hasta llegar a la axila.
10. Presiona también ligeramente el pezón para comprobar si hay o no secreción.
Es ideal que te realices este autoexamen de mamas entre 5 y 10 días después de la regla. Un buen momento es en la ducha.
Cómo aprender a examinarte las mamas
La edad recomendada para comenzar y aprender a realizarnos un autoexamen es en la adolescencia, pero sí ya no estamos en esta etapa de la vida y no sabemos cómo examinar nuestras mamas a continuación detallamos como podemos aprender.
La exploración debemos hacerla un semana después de haber finalizado la menstruación, antes de la menstruación no es aconsejable ya que en este período de tiempo las mamas pueden estar inflamadas y es posible entrar en confusión.
Un momento apropiado para realizarnos el autoexamen puede ser el momento de la ducha.
La exploración podemos llevarla a cabo tanto de pie como sentada o tumbada en la cama.
- Comenzaremos explorando primero un pecho y luego el otro, colocaremos la mano del pecho que vayamos a explorar por ejemplo el derecho encima de la cabeza y con la yema de los dedos de la mano izquierda vamos tocando suavemente pero ejerciendo algo de firmeza, y dando toquecitos con las yemas de los dedos como sí tocaras las teclas de un piano.
- Una vez finalizada la exploración del pecho derecho haremos lo mismo con el pecho izquierdo.
- El autoexamen no solo comprende la exploración del pecho, también debemos explorarnos tanto las axilas como los pezones.
- Para explorar las axilas lo haremos con el brazo levantado por encima de la cabeza como hicimos anteriormente en la palpación de los pechos.
- La exploración de los pezones la haremos ejerciendo un poco de presión en el pezón y seguidamente observar que no haya secreción, también debemos observar su aspecto con lo que comprobaremos que el pezón no esté hundido.
- El aspecto de la piel de los pechos es también importante, observándola podremos apreciar sí se han producido cambios en la piel de los pechos y pezones.
- Observar y prestar atención a la piel de naranja que pudiera aparecer alrededor de los pechos.
- También prestaremos atención a las grietas, sequedad, picores en los pezones, hinchazón, rojez, temperatura elevada de los pechos o dolores punzantes.
Otra manera de examinar los pechos es colocarse desnuda frente al espejo:
- Nos colocaremos de pie frente al espejo y observaremos el aspecto de los dos pechos y pezones.
- Levantaremos primero un brazo y observaremos que el pecho correspondiente hace el movimiento de forma ligera, sin que resulte pesado y a la misma vez que el brazo.
- Bajamos el brazo y repetimos los mismos pasos con el otro brazo observando el movimiento del pecho.
- Ahora lo haremos con los dos brazos al mismo tiempo, los levantaremos observando el movimiento de los dos pechos que deberán elevarse a la vez.
- En caso de notar que uno de los pechos no se elevara al mismo tiempo que el otro, haciendo el movimiento de forma más lenta y como sí pesara más pudiera ser síntoma de que algo no marcha bien.
Ante cualquier irregularidad que notes o sí notaras alguno de los síntomas antes descritos acude a tú ginecólogo lo antes posible para que te realice la revisión oportuna.
Imagen | Wikipedia
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