Después de una pesada comilona y una larga tertulia con amigos donde los tragos y las tapas han sido uno de los actores principales de la velada, sin dudas que el día después el hígado pasará factura y necesitará de una jornada de cuidados y mimos para seguir en ruta y de pie para afrontar un nuevo despertar feliz.
Para ello necesitaremos de la ayuda de hierbas y plantas medicinales que sirvan y colaboren en la ardua tarea de desintoxicar y limpiar tanto al hígado como la vesícula biliar. Por suerte, la Naturaleza nos brinda todo un conjunto de plantas beneficiosas para el cuidado natural del hígado, que nos aportan en definitiva increíbles beneficios y en realidad muy pocas contraindicaciones o efectos secundarios.
En resumidas cuentas, es lo que ocurre por ejemplo con el árbol de borotutu, el diente de león, el cardo mariano, la achicoria o la celandina mayor. Pero vayamos por partes. A continuación te recomendaremos cinco hiervas que ayudarán a la causa.
Corteza del árbol de borotutu
El árbol de Borotutu contiene muchos beneficios sobre todo en su corteza. Es bastante posible que su nombre te parezca sumamente curioso. Y con razón. No obstante, se convierte sin ninguna duda en una opción natural maravillosa a la hora de cuidar y limpiar el hígado.
Es más, desde un punto de vista histórico ha venido siendo utilizado por curanderos como tónico tanto para el hígado como para la vesícula biliar, al ser capaz además de nivelar nuestro aparato digestivo en general.
La corteza árbol de borotutu contiene antioxidantes encontrados que ayudan a proteger al cuerpo de las toxinas que se hallan en nuestro alrededor como la polución, alcohol, estrés general, radiación, químicos tóxicos en nuestra agua, aire y productos.
Por ejemplo, en muchos países como México, Argentina o Chile la corteza de borotutu es utilizada con los fines de limpiar el estómago y el tracto urinario, y mejorar o ayudar en el buen funcionamiento del baso.
Raíz de achicoria
Nos encontramos ante una planta sobre la que ya te hemos hablado en otras ocasiones. La achicoria la encontramos originalmente en el río Nilo por miles de años, donde los antiguos egipcios la consumían en grandes cantidades para limpiar el hígado y la sangre. De hecho los propios romanos también la usaban por sus cualidades a la hora de ayudar a limpiar la sangre.
Cuando esta raíz es mezclada con agua puede ser de ayuda para prevenir la ictericia y el hígado inflamado como también para resistir los cálculos biliares y las piedras del hígado.
Raíz de diente de león
¿Quién no se ha interesado en alguna que otra ocasión por los beneficios que nos aporta el maravilloso diente de león? Se trata de una planta que encontramos fácilmente en muchos jardines y en los caminos de los bosques.
Originaria de América del Norte y Europa sus raíces han sido utilizadas por muchos años con el fin de apoyar los procesos naturales de purificación del cuerpo, lo cual ayuda a tener una función óptima del hígado.
Te recomendamos leer: Cómo hacer una infusión de diente de león.
De hecho, se convierte en una de las plantas medicinales más conocidas y populares para depurar y desintoxicar el organismo, mejorando no solo el funcionamiento del hígado sino también de los riñones gracias a sus cualidades contra la retención de líquidos.
Otro beneficio que trae el consumo de esta raíz es la de estimular la producción de bilis. Al producir más bilis el hígado se hace más eficiente en la eliminación de las toxinas del cuerpo y es más eficiente en digerir los alimentos y líquidos.
Celandina mayor
La celandina mayor fue utilizada por los griegos como un remedio natural con beneficios desintoxicantes, mientras que los romanos la utilizaban más concretamente para limpiar la sangre.
Nos encontramos ante una planta que entre otros aspectos ayuda a estimular la bilis del hígado, favorece la producción de enzimas en el páncreas, ayuda a aliviar espasmos en la vesícula biliar y es útil para aliviar los síntomas asociados con náuseas y otros síntomas de indigestión.
Cardo mariano
La semilla de leche de cardo mariano lleva más de 2 mil años dando efectos positivos en el hígado y la vesícula biliar. La semilla de leche de cardo mariano ayuda a descomponer las grasas de los alimentos (para mejorar los niveles de colesterol). Provee antioxidantes para combatir la acumulación de radicales libres, y ayuda en reducir la inflamación del hígado y la vesícula biliar.
Hasta aquí los consejos y sugerencias. Como dice el dicho más vale prevenir que curar o sino como dice Joaquín Sabina “árbol de borotutu si lo que quieres es vivir cien años no pruebes los licores del placer. Evita el humo de los clubs, deja pasar la tentación,. Si tu película es vivir cien años vigila tu colesterol…”.
Comentar