La diarrea consiste en un aumento en la frecuencia de las deposiciones, la cual se acompaña a su vez de una disminución en su consistencia. Este aumento en la frecuencia de las deposiciones tiende a ser de más de 3 al día, y en ocasiones puede contener alimentos que no se han digerido, sangre, moco o pus. Sobre sus causas, en realidad son muy variadas, aunque debemos tener en cuenta que la más habitual presenta su origen en un proceso infeccioso, el cual se adquiere por una intoxicación alimentaria.
También existen determinadas enfermedades que pueden causar diarrea, como es el caso de las distintas enfermedades inflamatorias del intestino, como es el caso de la enfermedad de Crohn (enfermedad crónica intestinal de tipo autoinmune) y la colitis ulcerosa (enfermedad inflamatoria del colon caracterizada por la inflamación y ulceración de la pared interior del colon). Episodios de gastritis o de gastritis emocional pueden causar diarrea, al igual que ocurre con el intestino irritable, que además se alterna con periodos de estreñimiento.
Lo cierto es que los síntomas de la diarrea son en realidad muy claros, dado que se produce un aumento en el número de deposiciones, unida a una disminución de la consistencia. Además, cuando la diarrea es muy cuantiosa o excesiva lo más habitual es que aparezca a su vez deshidratación por pérdida de líquidos. Por otro lado, también pueden presentarse dolor abdominal, fiebre e intolerancia a la comida, la cual se acompaña de náuseas y vómitos.
Tratamientos para la diarrea
Cuando existe diarrea es fundamental diagnosticar cuál ha sido la causa que haya provocado su aparición, para que se establezca un tratamiento médico adecuado. Cuando la diarrea es leve generalmente se recomienda el consumo de abundantes líquidos, como forma de aportar hidratación al organismo.
Mientras que cuando la diarrea es más grave, y se acompaña de deshidratación, muchos médicos aconsejan tratar al paciente en el hospital, con el fin de administrarle líquidos por vía venosa.
Consejos naturales para la diarrea
- Bebe muchos líquidos: como te comentábamos anteriormente, es ideal beber entre 1,5 a 2 litros de agua al día para reponer los líquidos que nuestro organismo ha perdido con la diarrea. Puedes optar por agua, infusiones que no sean diuréticas ni laxantes, y bebidas isotónicas.
- Haz caldo o agua de arroz: es un remedio tradicional popular en el tratamiento de la diarrea, ya que ayuda de forma muy positiva a la hora de aliviarla, a la vez que calma el malestar de estómago tan común.
- Manzanas: son ideales cuando son cocidas o asadas, ya que por su contenido en pectina ayudan a aliviar la diarrea y a proteger el estómago.
- Evita determinados alimentos: sobre todo elimina aquellos alimentos que sean ricos en fibra, tales como hortalizas, cereales, legumbres y verduras. También los frutos secos y el salvado de trigo. Por otra parte, es aconsejable evitar el consumo de lácteos, zumo de naranja o de limón y el café.
Receta de arroz con zanahoria para aliviar la diarrea
Te proponemos a continuación la elaboración de una de las recetas más populares que existen en caso de diarrea, gracias a que contiene arroz blanco (un alimento con cualidades astringentes) y zanahoria (ayuda a cuidar y proteger la mucosa intestinal).
Ingredientes, ¿qué necesitas?:
- 1 taza de arroz
- 3 zanahorias ralladas
- 2 tazas de agua caliente
Pasos para hacer el arroz con zanahoria:
- Calienta las 2 tazas de agua en un cazo, y cuando hierva incorpora las zanahorias ralladas, dejando que hierva durante unos minutos.
- Agrega el arroz y deja que se cocine.
- Cuando el arroz esté cocido condimenta con una pizca de sal.
- Apaga el fuego, retira el agua de cocción (reservándola para bebértela luego), y sirve.
Recuerda que es importantísimo no llenarte mucho con lo que comas. Por tanto, es mejor comer pequeñas raciones hasta que la diarrea comience a desaparecer y tu estómago se encuentre menos resentido.
Imágenes | Steven Depolo / Roberto Verzo
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