Son muchas las causas que pueden ocasionar la aparición de la diarrea, aunque en realidad la más habitual es debida a infección vírica por virus de estómago que se convierte –a su vez- en una de las principales causas de gastroenteritis. Entre estos virus podemos mencionar sobre todo los siguientes: adenovirus entérico, astrovirus, norovirus y rotavirus.
No obstante, no debemos olvidarnos también de otras causas que también pueden ocasionar diarrea, como es el caso de: intoxicaciones alimentarias, ansiedad y estrés, el consumo de determinados medicamentos (principalmente antibióticos, aunque no son los únicos), enfermedades inflamatorias que afectan a los intestinos (como ocurre con la enfermedad de Crohn o el síndrome de intestino irritable), y la insuficiencia del páncreas. Tampoco debemos olvidarnos que la enfermedad celíaca es una causa común de diarrea.
Pero ¿qué es y en qué consiste la diarrea? Básicamente se trata de una alteración del intestino cuyo principal síntoma es el de un aumento en la frecuencia de las deposiciones (más de tres al día), así como una disminución de su consistencia (tienden a ser mucho más líquidas, blandas y abundantes). Se produce cuando existe una mayor cantidad de líquidos en nuestros intestinos de los que pueden ser absorbidos.
Su duración en realidad suele ser corta, tendiendo a durar entre 2 a 3 días como máximo en la mayoría de los casos. Sin embargo, el principal problema de la diarrea es que puede causar deshidratación como consecuencia de la pérdida de gran cantidad de líquidos. De ahí que sea importantísimo beber líquidos abundantemente a lo largo del día en pequeñas cantidades y siempre a sorbos. Entre los más recomendados podemos optar por agua con jugo de limón, infusiones y suero oral.
En lo que se refiere a lo que podemos comer cuando tenemos diarrea, lo más adecuado es optar por una dieta astringente, basada en el consumo de patatas y huevos cocidos, zanahoria al vapor, caldo de pescado blanco y sopa de zanahorias con arroz blanco. Pero a la hora de cortar la diarrea de forma rápida y eficaz, lo mejor es optar por dos remedios naturales muy populares. Uno de ellos es sumamente conocido, como es el caso del agua de arroz, ¿pero sabías que el agua de zanahoria también es igual de eficaz a la hora de cortar la diarrea? Te explicamos por qué.
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Beneficios del agua de zanahoria para contar la diarrea
Aunque el arroz es uno de los alimentos más conocidos a la hora de cortar la diarrea por su riqueza en almidón y sus cualidades astringentes (en especial el agua que se obtiene a partir de su cocción), lo cierto es que también existen otras opciones naturales igual de efectivas.
Es el caso de la zanahoria, un maravilloso alimento astringente con gran capacidad para calmar y aliviar la diarrea gracias a su alto contenido en pectinas. Se trata de una fibra soluble que proporciona a la zanahoria su altísima propiedad astringente.
No obstante, ¿sabías que también resulta útil en caso de estreñimiento, al favorecer una función intestinal adecuada? Por ello en caso de diarrea lo más recomendable es consumir zanahoria siempre cocida, dado que de esta manera conseguiremos potenciar su efecto antidiarreico.
No te pierdas Receta de arroz con zanahoria para la diarrea.
Cómo hacer el agua de zanahoria antidiarreico
Preparar el agua de zanahoria es sumamente sencillo y fácil. Solo necesitas 1 o 2 zanahorias grandes y 1 litro de agua.
Para elaborarla lava bien las zanahorias, pélalas retirando su piel y córtala en rodajas ni muy finas ni muy gruesas. Pon el agua en un caldero o cazuela y hierve en él los trozos de zanahoria durante media hora.
Para terminar, cuando trascurra este tiempo apaga el fuego, cuela y sirve en una taza hasta que se enfríe. Luego bébetelo despacio, en pequeños sorbos.
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