El intestino irritable es considerado como uno de los trastornos más comunes que afecta a muchísimas personas cada año. No en vano, se trata de uno de los trastornos médicos más habituales, junto con la gastritis y con la gastritis nerviosa.
De hecho, aunque muy pocas personas lo sepan, la realidad médica es que a un paciente se le diagnostica de intestino irritable cuando el especialista médico no puede identificar cualquier otra causa.
Por este motivo, es bastante habitual que causas como seguir una alimentación poco equilibrada, y trastornos emocionales comunes como el estrés o la ansiedad son consideradas como sus propiedades consecuencias.
Pero para poder diagnosticar el intestino irritable como tal, se requiere que sus síntomas se sientan durante 12 semanas a lo largo de un año.
Síntomas del intestino irritable
- Hinchazón abdominal.
- Gases y flatulencias.
- Estreñimiento continuado que se alterna con periodos de diarrea.
- Retortijones (que suelen desaparecer cuando se va al baño).
- Sensación de no haber finalizado la evacuación completamente.
- Necesidad de acudir al baño tras comer o levantarse.
- Calambres abdominales.
Tratamiento del intestino irritable
Es cierto que no existe un tratamiento médico para el intestino irritable que ayude a solucionar sus causas de raíz, dado que el principal tratamiento que podría aportarse tiene que ver con el cambio de hábitos nutricionales y el seguimiento de una vida tranquila y estable emocionalmente hablando.
Es fundamental, por ejemplo, que la persona aquejada de este trastorno cambie su alimentación, y opte por el consumo de más alimentos ricos en fibra y tome probióticos, los cuales nutren y cuidan la flora intestinal.
También es aconsejable que se aleje del estrés y de la ansiedad, sobretodo de aquellas situaciones que causan su aparición. Técnicas naturales como la meditación o la relajación pueden ser de gran ayuda.
Recomendaciones para personas que tengan intestino irritable
Aunque es cierto que no exista un tratamiento médico específico, sí sería aconsejable seguir las siguientes recomendaciones básicas:
- Consume alimentos fáciles de digerir.
- Trata de aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra soluble.
- El consumo de probióticos te ayudarán a nutrir y cuidar tu flora intestinal. Además, facilitará tus digestiones.
- Consume las frutas siempre sin pepitas.
- Evita el café, el alcohol y el tabaco. Excitan al intestino.
- Consume alimentos con poca grasa de origen animal.
- Come despacio y disfruta lentamente de cada bocado.
- Vive una vida más relajada.
- Evita el estrés y la ansiedad.
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