No todo es perder peso y adelgazar. Una vez has sabido en cuánto debes situar tu peso, y has perdido el peso que debías perder siguiendo una dieta de adelgazamiento, lo siguiente pasa por mantener el peso adecuado.
Seguramente en varias ocasiones, después de haber estado semanas o meses perdiendo peso, y sobretodo cuando llegas a ese ansiado número de kilos, te preguntas “¿y ahora cómo mantener el peso?”. Mantenerlo es fácil, pero si –claro está- sabes cómo. Y sobretodo si tienes paciencia y mucha fuerza de voluntad.
Una vez has cumplido el objetivo de alcanzar ese nivel de kilos que necesitabas para mantener tu físico a línea, no vale volver nuevamente a aquellos hábitos malsanos que, finalmente, nos llevaron al sobrepeso y a la obesidad.
No se puede principalmente por una cuestión básica: ¿de qué ha servido haber hecho el tremendo esfuerzo de cambiar nuestro estilo de vida y haber perdido peso cuando luego volvemos a los mismos hábitos que provocaron ese exceso de peso?.
Cuando hablamos de “hábitos malsanos”, nos referimos por ejemplo al consumo de comida basura o rápida, dulces y bollería industrial, refrescos y bebidas azucaradas, al sedentarismo y la falta de ejercicio, y al mantenimiento de una alimentos poco equilibrada.
Consejos básicos para mantener el peso
Sigue manteniendo una dieta sana, equilibrada y variada
Aunque hayas alcanzado el peso objetivo, eso no significa que debas dejar la dieta. Eso sí, deberás cambiarla por unos hábitos sanos y saludables. Es decir, ahora la clave no está en seguir con la dieta de adelgazamiento que anteriormente seguías con el objetivo de perder peso.
Ahora lo importante es pasar de esa dieta a una alimentación sana y variada, que sea adecuada en cuanto al aporte energético y por tanto calórico que tu cuerpo necesita cada día, pero sin que suponga un exceso que te lleve nuevamente a aumentar de peso.
¿Cómo conseguirlo? La mejor opción es contar siempre con alimentos sanos y naturales: frutas y verduras frescas, cereales integrales, pasta, legumbres, pescados, carnes magras y frutos secos.
Elimina de tu alimentación alimentos malsanos
Es adecuado no volver a incorporar alimentos ricos en grasas y azúcares que –probablemente- consumías anteriormente a empezar la dieta de adelgazamiento. Suele ser habitual que, una vez acabada la dieta sobre todo porque hemos perdido el peso que necesitábamos y queríamos perder, tendamos a empezar a consumir de nuevo alimentos eliminados durante el régimen alimenticio.
¿Los más comunes? Sin duda alguna la bollería (como bollos, pasteles, bizcochos, galletas…), los helados, la comida chatarra o basura (como pizzas, patatas fritas, hamburguesas), los alimentos rebozados y fritos…
Es evidente que nunca es aconsejable añadirlos a la dieta y consumirlos con regularidad, pero sí es posible consumir bollería o dulces solo una vez al mes, de forma ocasional.
Evita el alcohol y las bebidas azucaradas
En este caso ocurre exactamente lo mismo que con los alimentos ricos en grasas y azúcares: tendemos a eliminarlos de nuestra dieta, porque sabemos que no son adecuados ni para nuestro peso ni para nuestra salud, pero luego una vez terminamos el régimen volvemos a consumirlos, en ocasiones sin control.
Las bebidas alcohólicas contienen una gran cantidad de calorías, que nuestro organismo al intentar luego eliminar cantidades importantes de alcohol, hace que se terminen depositando en forma de grasa. Sin contar con que es un riesgo para la salud de nuestro hígado, siendo habitual la aparición de trastornos relacionados, como por ejemplo es el caso del hígado graso, la hepatitis alcohólica y la cirrosis alcohólica.
En el caso de las bebidas azucaradas, en especial los refrescos y los jugos de frutas envasados, suele ocurrir lo mismo: contienen una alta cantidad de azúcares, que en exceso se tiende a depositar en forma de grasa.
Sigue practicando ejercicio físico regular
También suele ser habitual que, al terminar una dieta de adelgazamiento, nos empecemos a olvidar de la práctica de ejercicio físico, a pesar de que incluso hayamos cogido el hábito y lo hayamos practicado con cierta regularidad.
Evidentemente, debemos seguir manteniéndonos activos y alejarnos del sedentarismo, un completo peligro no solo para nuestro peso sino para nuestra salud. Por ello, es aconsejable seguir practicando deporte cada día, al menos 40 minutos cada vez.
Otros consejos útiles
También existen otros consejos que te serán de gran ayuda. Son los siguientes:
- Has 5 comidas al día: Es fundamental, y aconsejable, para distribuir el consumo calórico y energético a lo largo del día, lo que nos ayuda a controlar la ansiedad al comer y a que nuestro organismo se encuentre de forma constante quemando energía.
- No te obsesiones por tu peso: La ansiedad y el estrés pueden llevarte a comer en exceso y a no saber controlarte. Por tanto, no te obsesiones con tu peso y trata siempre de mantener la calma. Una buena forma es convertir tu control del peso en un reto, pero no en una obligación.
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