Se conoce por enuresis infantil a la persistencia de micciones incontroladas más allá de la edad en la que se tiende a alcanzar el control vesical, edad que se sitúa aproximadamente entre los cinco y seis años, cuando un niño debería ser capaz de controlar sus esfínteres y el deseo de orinar durante la noche.
Dependiendo del momento del día en que aparezca podemos clasificarla en enuresis diurna y en enuresis nocturna. Efectivamente, mientras que la enuresis diurna se corresponde con la pérdida involuntaria de orina cuando ésta ocurre a lo largo de las horas del día, la enuresis nocturna es aquella que se produce por la noche, durante las horas del sueño.
Los especialistas identifican la enuresis nocturna como una parasomnia al igual que los terrores nocturnos y el sonambulismo, de manera que es muy común que se produzca durante el sueño de ondas lentas. Debemos tener en cuenta que una parasomnia es un trastorno de la conducta que se produce durante el sueño, asociado con episodios breves o parciales de despertar, pero sin que ocurra una interrupción del sueño, o una alteración del nivel de vigilia diurno.
¿Qué es la enuresis infantil? ¿En qué consiste?
Como indicábamos anteriormente, desde un punto de vista médico se entiende médicamente por enuresis a la persistencia de micciones incontroladas más allá de la edad en la que se tiende a alcanzar el control vesical.
Esta edad que se sitúa de forma habitual entre los cinco y seis años, cuando el niño ya tiende a ser del todo capaz de controlar sus esfínteres, y de despertarse en caso de que sienta ganas de orinar durante la noche.
Pero para comprender qué es la enuresis debemos conocer en primer lugar qué es la vejiga. Se trata de un órgano capaz de adaptarse a la cantidad de líquido que contiene, la cual se encuentra interiormente recubierta de u músculo que se contrae en el momento en que está llena, creando –por tanto- la sensación de vejiga llena.
En el caso del niño, debemos tener en cuenta que todos nacemos con el reflejo de micción; sin embargo, no somos conscientes de la citada sensación de presión hasta alcanzados los dos o tres años, de ahí que sea la edad en la que se suele comenzar a controlar de forma voluntaria la eliminación de la orina.
No obstante, cuando el niño alcanzada la edad de los 4-6 años no es capaz de controlar su orina por la noche o a lo largo del día, y sobretodo la enuresis se presenta dos veces por semana en un periodo de 20 días es imprescindible acudir a la consulta del pediatra.
Dependiendo del momento del día en que la enuresis se manifieste se puede clasificar en:
- Diurna: cuando la pérdida de orina involuntaria se produce durante las horas del día.
- Nocturna: cuando la pérdida de orina involuntaria se produce durante las horas del sueño.
Como es de imaginar, la enuresis infantil es más habitual que se produzca durante la noche, siendo común que se produzca durante el denominado como sueño de ondas lentas.
Tipos de enuresis nocturna
Enuresis nocturna primaria
Mientras que antes de los 5 o 6 años de edad la enuresis infantil tiende a ser considerada como una característica normal del desarrollo, cuando se alcanza esta edad es recomendable consultar al pediatra, ya que podría existir una causa física que provoque su aparición.
Puede suceder que el niño tenga una capacidad de vejiga reducida y que ésta a su vez sea menos elástica de lo habitual, de ahí que necesite eliminar la orina con más frecuencia.
Pueden existir otras causas, como por ejemplo: retraso del desarrollo, desórdenes del sueño, alteraciones de los niveles de la hormona antidiurética, presencia de neuroglucopenia (hipoglucemia que afecta al sistema nervioso central en niños diabéticos) infecciones urinarias o alteraciones neurológicas.
Podemos entenderla como la enuresis que se presenta en niños que nunca han controlado el deseo de orinar.
Enuresis nocturna secundaria
En la mayoría de las ocasiones pueden existir causas psicológicas o emocionales. Por ejemplo, es habitual que un niño comience a orinarse en la cama por las noches cuando se le ha sacado de su rutina habitual, ya que esto le crea inseguridad.
De ahí que sea común que después del nacimiento de un nuevo hermano o se produzca un cambio de colegio, la enuresis nocturna pueda hacer acto de presencia.
Podemos entenderla como la enuresis que aparece en niños que ya habían sido capaces de controlar sus ganas de orinar, pero luego perdieron dicha capacidad.
El tratamiento de la enuresis nocturna
El primer paso antes de ofrecer un tratamiento médico adecuado es distinguir entre la presencia de una enuresis primeria o una enuresis secundaria, atendiendo siempre a la etiología de la afección.
Por ejemplo, una enuresis primaria puede ser un indicio de diabetes o de problemas en la vejiga. Mientras que una enuresis secundaria puede indicar la existencia de trastornos del sueño o tiene relación con cuestiones psicológicas.
Lo más adecuado y recomendable siempre es acudir al pediatra cuando este problema se presenta dos veces por semana en un periodo de 20 días.
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