Cada año se diagnostican nuevos cientos de miles de casos de obesidad, algo sobre lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) viene alertando desde hace ya mucho tiempo, llegando incluso a considerarla como una auténtica pandemia del siglo XXI, mostrando especial preocupación por el sobrepeso infantil denominándola como uno de los problemas de salud pública más graves de este siglo.
De hecho, hasta el año, 502 millones de personas eran obesos en todo el mundo, de los cuales 297 millones eran mujeres y 205 millones hombres. Pero la alarma es aún mayor cuando echamos un vistazo a las cifras de obesidad infantil: habían 42 millones de lactantes y niños pequeños con sobrepeso u obesidad.
Y en su gran mayoría son casos producidos por los malos hábitos de salud que siguen la persona, no encontrándonos ante casos causados por condiciones o trastornos genéticos: dietas poco equilibradas y ricas en grasas, sedentarismo y poca o nula práctica de ejercicio físico…
Por ello, cuando hemos aumentado de peso e incluso sin habernos dado cuenta y deseamos reducirlo, nos encontramos ante el reto de bajar de peso, que aunque en los primeros momentos puede resultar complicado, es sumamente posible.
Las claves para que el reto de bajar de peso sea posible
Seguir una dieta equilibrada y baja en grasas
Evidentemente nos encontramos ante una de las claves fundamentales, dado que por mucho que queramos bajar de peso, si no cambiamos nuestros hábitos dietéticos que en definitiva nos han llevado a ese aumento de kilos, nos será muy difícil.
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Es fundamental seguir una dieta baja en grasas, basada en alimentos naturales y frescos. Se debe aumentar el consumo de frutas y verduras, pescados y carnes bajas en grasas. Por otro lado, los frutos secos como las almendras y las nueces ayudan a bajar de peso, a la vez que son aconsejables los cereales integrales, las legumbres y las leches descremadas.
Visitar a un buen profesional
No es recomendable seguir una dieta por nosotros mismos, dado que la mayoría de regímenes alimenticios que podemos encontrar no tienen en cuenta determinados parámetros de salud o incluso enfermedades que podamos tener (como por ejemplo diabetes, colesterol alto o hipertensión).
Por tanto, es aconsejable acudir a la consulta de un dietista o de un nutricionista, el cual nos aportará un plan de alimentación adecuado según nuestras necesidades personales. Tendrá en cuenta factores como nuestra actividad física diaria, nuestros hábitos y gustos, nuestra complexión física, nuestro sexo y nuestra edad.
La importancia de controlar la ansiedad
Antes de comenzar la dieta debemos tener en cuenta que nunca es posible perder peso en poco tiempo; o lo que es lo mismo, bajar muchos kilos en pocas semanas, ya que además de ser imposible es peligroso para nuestra salud.
Además, si perdemos peso en poquísimo tiempo no solo tendremos mayor predisposición a padecer trastornos como el denominado como hígado graso, sino que aumentaremos el riesgo del temido efecto rebote.
A la hora de controlar la ansiedad puede sernos útiles practicar ejercicio físico regular (como correr o caminar), y también algo de meditación o relajación en casa.
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Practicar ejercicio físico regular
Es fundamental no solo a la hora de bajar de peso, sino a la hora de disfrutar de una buena salud. Ayuda a quemar las calorías consumidas y también las grasas, nos mantiene en buena forma y es útil para reducir los kilos demás, la presión arterial alta y los niveles elevados de colesterol y triglicéridos. ¿Lo mejor? Practicarlo cada día, durante al menos 30 minutos.
En este sentido, muchos son los expertos en salud, nutrición y dietética que recomiendan caminar para adelgazar, en especial porque se trata de una acción simple que podemos llevar a cabo prácticamente en cualquier momento.
En este sentido, caminar sólo 25 minutos al día puede suponer una diferencia aproximada de 5 kilogramos al año, contribuyendo a una mejor salud cardiovascular, a la par que posee importantísimos beneficios no sólo físicos sino psíquicos.
Darte un paseo o quedar con una amiga o con tu pareja para caminar puede ser de gran ayuda, especialmente porque combinas el ejercicio con la estimulación y vida social, por lo que te costará mucho menos.
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