La OMS y otros organismos relacionados con la salud manifestaron su alarma, hace unos años, tras aumentar los casos de obesidad en gran manera en todo el mundo. De hecho, los datos que nos da la OMS así lo afirman, pues sobre un 13% de la población adulta mundial (un 11% de los hombres y un 15% de las mujeres) eran obesos.
La obesidad ya afecta a más de 600 millones de personas en el mundo y en España su número de personas que la padecen también está aumentado, sobre todo entre los niños. Toda prevención es poca para mitigar el problema y evitar que se desarrollen enfermedades más graves como consecuencia de la obesidad.
Consecuencias de la enfermedad
Los estudios de la OMS establecen que la enfermedad afecta tanto a mujeres como a hombres por igual y que no es algo sólo de países industrializados. Si bien en éstos los obesos son numerosos, también los hay en otros países, y que los hombres suelen tener mayores tasas de sobrepeso pero las mujeres tasas algo más altas de obesidad.
Las consecuencias de la obesidad constituyen un riesgo bastante importante para la salud, porque aumenta el colesterol, el aumento de enfermedades cardiovasculares, se incrementa la diabetes, la hipertensión, las relacionadas con el cerebro y también enfermedades crónicas graves.
Posibles causas
Hay determinadas causas, algunas internas y otras externas que se producen por unos malos hábitos alimenticios y de saludad en general.
La genética
Uno de los factores esenciales para llegar a tener obesidad es la genética, pues algunos estudios han concluido que menos del 10% de los hijos de padres delgados son obesos y más del 80% de los hijos cuyos padres tienen obesidad también lo son. La correlación entre padres e hijos es muy destacada pero eso no quita que no se pueda prevenir, tanto para padres como para hijos.
Una mala alimentación
Otro factor directo y responsable de desarrollar obesidad está relacionado con la nutrición. Una mala alimentación favorece el hecho de que una persona pueda acabar teniendo obesidad y ello suele pasar con la sobrealimentación que afecta sobre todo a países desarrollados. Los alimentos ricos en grasas y azúcares son responsables, en gran medida, de la obesidad. Una dieta rica en frutas, verduras y pescado puede prevenir la enfermedad.
Malos hábitos generales
Las sociedades industrializadas cuentan con muchos estímulos (televisión, videojuegos, internet) para establecer unos hábitos algo sedentarios. Ello incide directamente en los niños que pasan horas sentados ante estas pantallas, con lo que se fomentan unos hábitos poco saludables, causas principales de la obesidad. El deporte y un estilo de vida saludable son las bases para que la obesidad pase de largo.
Condicionantes psicológicos
Muchas obesidades se desarrollan por la influencia del sistema nervioso central. Hay alteraciones en el metabolismo de la serotonina y la ingesta alimenticia, por estrés, ansiedad y otros que hace que muchas personas acaben comiendo más de lo necesario. Es necesario un tratamiento adecuado.
Prevención de la obesidad
Una correcta alimentación ayuda en la prevención de la obesidad. Es vital basarse en una dieta formada por frutas y verduras, así como legumbres, cereales integrales y frutos secos; además de pescado, y algo de carne roja.
Es mejor dejar los procesados y aquellos alimentos que llevan carbohidratos, grasas y azucares. De la misma manera que hemos de regular las bebidas, es decir, sustituir por agua o zumos naturales, los refrescos de gas y otros que llevan cafeína.
Otra medida es realizar una actividad física diaria. El ejercicio y deporte semanal ayudan a tener una vida más saludable. Ello es factible no solamente en casa sino también en el lugar de trabajo.
Los niños deben realizar una hora al día de ejercicio, y actualmente lo tienen fácil con la cantidad de deportes que pueden hacer. Cuando no hay tiempo, se debe fomentar la vida saludable andando, corriendo, subiendo escaleras y moviéndose de manera general.
Cuando la obesidad está relacionada con la psique, deberemos ponernos en tratamiento para saber cuáles son los factores que están siendo responsables de que una persona coma demasiado.
Esto también pasa por el consumo de fármacos, que deben se recetados por el médico, pero nunca tomar medicamentos que sirvan para adelgazar, pues puede tener consecuencias graves.
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