Cocinar a la brasa o a la parrilla son dos opciones muy utilizadas a la hora de hacer y preparar la carne, dado que ambas formas de cocción aportan un sabor diferente a la carne, y por lo general sólo se precisa de sal y pimienta al gusto como condimento (en realidad, poco más). De hecho se convierten en una opción ideal durante los meses de verano, cuando sacamos la parrilla al jardín y disfrutamos de algunos momentos especiales en compañía de familiares y amigos.
Pero solemos cometer un error: tendemos a dejar desatendida la parrilla cuando estamos cocinando la carne ya que pensamos que ésta tardará bastante tiempo en hacerse, cuando la realidad es bien diferente. ¿El resultado? La carne se pone dura, chiclosa y es muy habitual que además se queme.
Es precisamente cuando cocinamos las carnes en exceso cuando este alimento aparentemente inofensivo puede convertirse en un riesgo para nuestra salud. ¿Por qué?
El motivo es que al cocinar una carne en exceso, y quemarla, se tienden a formar sustancias potencialmente peligrosas, como son los compuestos N-nitroso y las aminas heterocíclicas (AHC).
Estos compuestos, en experimentos con animales, han sido asociados con efectos adversos peligrosos para la salud, como por ejemplo causar daños en el ADN o enfermedades graves como el cáncer.
Consejos básicos para evitar las sustancias peligrosas al cocinar la carne a la brasa o a la parrilla
Reduce el tiempo de cocción a la parrilla
Cuanto más tiempo esté una carne a la parrilla o a la brasa más probabilidades habrá de que se formen sustancias peligrosas, como los compuestos indicados en las líneas anteriores.
Una opción sencilla es cocinar bien la carne (es decir, nunca comerla cruda o poco hecha) pero no dejarla mucho tiempo cocinándose.
Controla la temperatura de cocción de la carne
Siguiendo con el consejo anterior, una muy buena idea es tratar de controlar la temperatura de cocción. Para ello podemos utilizar un termómetro para medir la temperatura de la carne, de esta manera nos aseguraremos de sacar la carne sólo cuando esté lista.
Atendiendo a las recomendaciones de la Agencia de Normas Alimentarias (Reino Unido), cuando cocinemos carne picada como hamburguesas y salchichas, aves de corral o pescado, el centro de la carne debería alcanzar al menos 70ºC durante dos minutos antes de retirarla del fuego.
Adoba la carne
Algunas investigaciones han constatado que adobar la carne puede ayudar a protegerla, lo que reduciría la formación de compuestos peligrosos.
En relación a qué tipo de adobo sería el mejor, en realidad valdría cualquier posibilidad: desde cerveza a vino tinto, pasando por aceite de oliva, salsas y otros adobos.
Elimina la carne que se haya quemado
Si observas que al final algunas partes de la carne se han quemado lo mejor es retirar y desechar las partes que se hayan carbonizado. Tampoco es aconsejable utilizar salsas con el objetivo de tapar su sabor amargo.
Imágenes | Clemens v. Vogelsang / Naotake Muraya / Iain Farrell
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