La miel es considerada como un superalimento, precisamente por la grandísima diversidad de interesantísimos beneficios y propiedades que aporta su consumo regular en nuestra salud. Como de buen seguro sabrás, se trata de un delicioso y maravilloso producto producido por las abejas a partir tanto del néctar de las flores como de las diferentes secreciones de partes vivas de las plantas, así como de insectos chupadores de plantas.
Las abejas recogen este néctar o estas secreciones, lo transforman y lo combinan con la enzima invertasa, la cual contiene saliva de las propias abejas, para luego almacenarlo en los paneles, lugar donde maduran. Aunque se trata de un proceso completamente natural, lo cierto es que la intervención del hombre en este proceso es conocida, de forma que lo que antes era un trabajo artesanal y tradicional para obtener la miel se ha convertido en la apicultura, la actividad dedicada a la crianza de las abejas.
En lo que se refiere a los distintos beneficios de la miel, destaca especialmente desde un punto de vista nutricional, al ser muy rica tanto en vitaminas (A, C, D, B1, B2, B3, B5 y B6) como en oligoelementos (cobre, magnesio, hierro, fósforo, potasio, azufre, calcio, manganeso, sodio y yodo). Se han estudiado –y confirmado- a su vez sus cualidades como alimento energético (debido a su contenido en azúcares simples) y su poder cicatrizante.
Beneficios de la miel para la gripe y los resfriados
Diferentes estudios científicos llevados a cabo en personas de entre 2 a 18 años con infección en las vías respiratorias, permitieron constatar que la miel es capaz de aliviar las distintas membranas irritadas en la parte posterior de la garganta. Además, ejercía un interesantísimo efecto antioxidante antiviral.
Por otra parte, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ha considerado a la miel como un producto natural excelente para aliviar la tos, considerándola a su vez como un alimento seguro fuera del periodo de la lactancia, en niños a partir de un año y en personas adultas. Eso sí, en niños menores de 1 año no se aconseja su consumo por riesgo de desarrollo de botulismo (intoxicación causada por la toxina botulínica, que puede conducir incluso a la muerte si no se trata rápidamente).
Estas virtudes las encontramos sobre todo tanto en su textura –que recuerda mucho a la textura que presentan los jarabes- y a su dulzura, ayudando de manera muy positiva a la hora de calmar el dolor de garganta.
Tampoco podemos olvidarnos de sus propiedades antioxidantes y antimicrobianas, motivo por el cual se convierte en un remedio tradicional ideal en caso de gripes, catarros y resfriados.
Propiedades de la miel para los catarros, resfriados y gripe, en resumen
- Ayuda a aliviar y calmar el dolor de garganta, una afección tan común cuando estamos resfriados o agripados.
- Ayuda a aliviar y calmar la tos, gracias a su textura y su dulzura.
- Interesantes efectos antimicrobianos.
- Acción antioxidante antiviral.
- Por sus cualidades nutricionales ayuda a aumentar las defensas.
Es común mezclar la miel con zumo de limón cuando estamos enfermos de gripes y resfriados. SI quieres saber más sobre este remedio, te animo a leer más sobre las propiedades de la limonada para los resfriados.
Cómo usar la piel para la gripe y el resfriado
Si en estos momentos estás resfriado o agripado y quieres disfrutar de las distintas y diferentes cualidades curativas y protectoras que te aporta la miel en estos casos, una opción muy sencilla es tomarte una cucharada al día de miel.
Si además tienes dolor de garganta, puedes ponerte en una tacita de café o en un vaso un poco de zumo de limón recién exprimido, y añadir un poco de miel, mezclándolo bien y calentando hasta que se entibie. Luego sólo tendrás que tomar esta mezcla despacio, con ayuda de una cuchara.
Imágenes | Evan Bench
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