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Por qué debemos evitar los frutos secos fritos o azucarados

Encontramos frutos secos fritos, azucarados o confitados en muchos estantes de supermercados, pero ¿sabías que no son nada saludables? Descubre por qué debes evitarlos siempre.

No hay duda que los frutos secos se han convertido en un alimento que ha ganado mucha fama en los últimos años, fundamentalmente por ser recetados para disminuir la ansiedad o porque la cantidad de grasa que aportan es buena para salud, siempre y cuando sean consumidos moderadamente.

De hecho, sabemos  que tienen muchísimas propiedades que sirven para personas de todas las edades. Principalmente, proporcionan energía y ayudan a la resistencia de los atletas, ya que funcionan a un nivel neuromuscular; protegen al sistema cardiovascular, disminuyendo el colesterol LDL o el colesterol malo, y aumentan el HDL o el conocido colesterol bueno.

Frutos secos fritos, poco adecuados

Tanto las vitaminas como minerales que aportan los frutos secos los vuelve un maravilloso antioxidante, siendo útiles para la prevención del envejecimiento de nuestras células, y además nos ayuda en la prevención de las enfermedades degenerativas; aumentan el tejido y la conexión nerviosa de nuestras neuronas, ayudando a los niños a tener mayor capacidad de retener información, además de sus propiedades antinflamatorias.

También conocemos a los frutos secos por la cantidad de fibra que tienen, ayudando igualmente a la digestión, y siendo muy útiles en el tratamiento natural del estreñimiento.

Además, poseen Omega 3 y Omega 6, considerados esenciales porque nuestro cuerpo no es capaz de reproducirlos. No obstante, nos aportan grasas no saturadas, es decir, que no se quedará pegada y almacenada en las paredes de nuestras arterias arterias.

Y si los mezclamos con otro cereal, puedes conseguir una proteína de buena calidad gracias a los hidratos de carbono complejos que contienen y las proteínas de origen vegetal que éstos poseen.

Descubre: Frutos secos para el colesterol, sus propiedades cardiosaludables

¿Cómo son los frutos secos fritos?

Los más comunes son los crudos y los tostados, pero también existen los frutos secos fritos.  Seguramente los has visto en la calle pero no sabes con exactitud qué tan dañinos pueden ser para tu salud. Debido a la gran variedad que se encuentra en el mercado, los frutos secos fritos siempre son la opción del consumidor, la más preferida, especialmente si no nos preocupamos en averiguar cuánta cantidad de grasas pueden llegar a aportarnos.

Por ejemplo, los frutos secos tostados disminuyen la cantidad de vitamina E y B1 que tienen de origen, todo ocurre en el proceso de tostado, aunque posean más sabor. Además, suelen ser salados, pudiendo generar problemas de hipertensión.

Los frutos secos crudos son ideales para acompañar la comida y ensaladas, lo lamentable es que no siempre tienen un sabor que le guste al cliente, por ello muchas personas evitan comerlos en su forma original.

Los fritos son la peor opción, por muy deliciosa que luzca o que sepa, generalmente el productor o vendedor los tilda de frescos y distinguidos, cuando lo que se está aumentando es su aporte calórico en el consumo.

Almendras fritas poco saludables

¿Por qué no son adecuados?

No hay duda que cualquier fruto seco es bueno para la salud, dependiendo de su consumo, ya que su aporte calórico es bastante elevado, de manera que la principal recomendación que debe darse es comer porciones que no superen el tamaño de un puño (alrededor de 25 gramos al día). Y, además, siempre y cuando no hayan sido fritos.

El real problema aparece a través de la sal que se añade después de freírlos, así como el aceite que se ha usado en su fritura. En lo que se refiere a la sal, por cada 100 gramos de frutos secos se llega a la mitad del máximo diario que se recomienda de consumo.

Además, suele ser común que para su fritura se utilicen aceites vegetales poco saludables y nada recomendables, especialmente si son refinados.

Mientras que los frutos secos tostados, los que son vendidos generalmente no suelen tener sal añadida, por ello siempre se debe revisar el etiquetado o pedir para probar si se trata de una tienda de frutos secos. Además, el proceso de fritura le añade toda la energía del aceite que los frutos secos absorben, cosa que no ocurre cuando éstos se tuestan.

¿Y qué ocurre con los frutos secos azucarados?

Lo mismo sucede con los frutos secos azucarados o confitados, como por ejemplo podría ser el caso de las conocidas como almendras garrapiñadas o los propios cacahuetes garrapiñados, ya que si los fritos contienen cantidades elevadas de grasas saturadas y sal, estos últimos tendrán una excesiva cantidad de azúcar.

Estarán muy buenas y deliciosas pero, ¿te has parado a pensar en el tremendo pico de azúcar que supone el consumo de un solo puño de estos frutos secos confitados?.

Frutos secos confitados

El mejor consejo es comerlos siempre de la manera natural, por ende es mejor ubicar los que más te gusten y si llegara a ocurrir el proceso de tostado, que sea en casa a tu gusto, y no comprado de esa manera.

Mientras se coma sin salar, freír o caramelizar, en los frutos secos encontrarás unos de los mejores y más sanos alimentos, que por si fuera poco, cortan el apetito rápidamente. Que ellos posean grasas buenas, no significa que de cualquier manera se pueden comer, así que los especialistas los siguen recomendando en consumo natural y no fritos, salados o confitados, si quieres saber por qué, tan sólo revisa la información nutricional de los frutos secos fritos que encontrarás en el etiquetado, para que lo certifiques.

¿Por qué debemos evitar también los aperitivos y snacks salados?

Siempre solemos tomarlos en una reunión entre amigos, charlando con nuestra familia, viendo un partido, leyendo un libro, y aunque comerlos en algún momento no supone un problema, sí lo es cuando lo hacemos casi diariamente. Son los aperitivos comerciales (papas, chips, frutos secos tostados…).

Una de las principales cuestiones a tener en cuenta de muchos de los aperitivos comerciales que existen a día de hoy en el mercado, es que uno de sus principales inconvenientes es su elevada cantidad calórica.

Por ejemplo, suelen contener entre aproximadamente 200 y 450 calorías por cada 100 gramos, provenientes en gran medida de grasas de cuya calidad y procedencia, a fin de cuentas, el consumidor no está debida y totalmente informado.

Snacks salados

Entre otros aspectos, estos aperitivos suelen estar acompañados de una escasa presencia de minerales y vitaminas, ya que su materia prima original ha sido altamente manipulada y cuentan en sí con importantes cantidades de grasa.

Además, la gran mayoría de ellos contienen demasiado sodio, lo que los convierten en unos aperitivos algo más salados. También encontramos en ellos muchos aditivos, entre los que destaca el glutamato monosódico (E 621).

Con todas estas cuestiones, y teniéndolas racionalmente en cuenta, aquellas personas que desean seguir una alimentación y una dieta sana y equilibrada deberían consumirlos ocasionalmente.

Si a eso le añadimos que padece obesidad, estreñimiento, diabetes o hipertensión, su consumo está totalmente contraindicado.

Este artículo se publica solo con fines informativos. No puede ni debe sustituir la consulta a un Nutricionista. Le aconsejamos consultar a su Nutricionista de confianza.
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Ligia García

Editora de Gaia Media Magazines y responsable de publicidad, es también redactora de Natursan. Actualmente estudia Dietética y Nutrición en ICSE (Instituto Canario Superior de Estudios), y ha cursado estudios de Psicología en la UNED (Universidad de Educación a Distancia) y Terapia Gestalt por el Instituto de Gestalt de Canarias.

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Editora de Gaia Media Magazines y responsable de publicidad, es también redactora de Natursan. Actualmente estudia Dietética y Nutrición en ICSE (Instituto Canario Superior de Estudios), y ha cursado estudios de Psicología en la UNED (Universidad de Educación a Distancia) y Terapia Gestalt por el Instituto de Gestalt de Canarias.

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