Aunque la hipertensión arterial tiende habitualmente a ser más conocida por los diferentes problemas cardiovasculares que conlleva tener una presión arterial elevada a largo plazo (sobre todo cuando no es tratado médicamente y se mantiene en el tiempo), la hipotensión también puede convertirse en un serio problema.
Básicamente consiste en una condición anormal de la presión sanguínea, cuando ésta se encuentra más baja de lo considerado como normal. Usualmente, la presión sanguínea normal se sitúa en 120/80 mm Hg (sistólica/diastólica), por lo que nos encontramos ante hipotensión arterial cuando la presión sistólica es menor de 90 mm Hg y/o la presión diastólica es menor de 60 mm Hg.
Consejos útiles para prevenir la presión arterial baja
Entre algunos de los consejos que podemos tomar para poder prevenir la hipotensión, se debe aumentar la ingesta de líquidos, principalmente agua, café o té. De hecho, tomar un poco de cafeína cada día puede ayudar positivamente a la hora de prevenir la presión arterial baja. De esta forma a su vez evitarás la deshidratación.
Eso sí, las bebidas alcohólicas no son en absoluto adecuadas, puesto que tienden a deprimir el ritmo cardíaco, lo que ocasiona a su vez una disminución de los niveles de tensión arterial.
Además, es de vital importancia mantener una alimentación saludable lo más completa y variada posible. Destacan en este caso sobre todo las frutas, vegetales y hortalizas frescos, y los alimentos especialmente ricos en sal.
El ejercicio físico moderado también es de muchísima utilidad. Eso sí, lo más aconsejable es que la actividad física sea moderada y nunca sea comenzado ni finalizado de manera brusca, ni que éste sea intenso.
También existen otros consejos adecuados, como los que te comentamos a continuación:
- Evita los excesos de calor y las situaciones que puedan agobiarte. Por ejemplo, intenta no salir a la calle cuando haya mucho calor, y reduce las duchas o baños calientes.
- Evita incorporarte de la cama o del sofá rápidamente. Es mejor hacerlo poco a poco.
No obstante, cuando se produce la hipotensión arterial, ésta es diagnosticada y surgen síntomas de alarma como vértigos o mareos, se aconseja mantener los siguientes consejos básicos:
- No se recomienda mantenerse o permanecer de pie.
- Estar sentados o acostados durante un período prolongado.
- Aumentar el consumo de líquidos, especialmente infusión, té o café.
Siempre bajo el consejo del médico, es posible aumentar la cantidad de sal en la dieta.
¿Qué es la presión arterial baja (hipotensión)?
Se entiende por hipotensión a las cifras de tensión arterial por debajo de límites normales (90/60 mmHg), y en la mayoría ce las ocasiones, no produce habitualmente síntomas, pero en momentos y ocasiones muy especiales (como pueden ser por ejemplo encontrarse en lugares cerrados con calor, o estar mucho rato de pie), la tensión baja mucho más y aparecen las diferentes molestias características como cansancio, mareo y sensación de desvanecimiento.
Esto se debe a que la sangre no llega de forma adecuada a los distintos órganos del cuerpo humano, pudiendo llegar a presentar incluso pérdidas de conocimiento.
Causas de la hipotensión arterial
Aunque ya lo hemos comentado de manera muy resumida anteriormente, entre las causas más habituales de la hipotensión nos encontramos con: exceso de calor, deshidratación, tabaco, consumo de medicamentos, alcohol y ayuno prolongado.
Esto se empeora cuando se combinan alguno de estos factores, como puede ser un exceso de calor y el consumo excesivo de alcohol y tabaco a la vez.
Además, existen determinadas enfermedades o patologías que pueden ocasionar hipotensión. De hecho, en algunas ocasiones tener una presión arterial baja es una señal de que la persona puede tener algún tipo de problema subyacente, sobre todo en la tercera edad, que ocasiona un flujo sanguíneo inadecuado al cerebro, corazón y otros órganos vitales.
Entre las enfermedades que pueden causar presión arterial baja podemos nombrar los siguientes: arritmias, ataque cardíaco, diabetes, insuficiencia cardíaca, síncope, shock y determinados trastornos alimenticios.
Por otro lado, determinados medicamentos pueden también producir hipotensión arterial. Es el caso de los analgésicos narcóticos, antidepresivos, diuréticos, medicamentos prescritos para el corazón, o medicamentos empleados habitualmente en caso de cirugía.
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