Si tenemos en cuenta cuáles son los diferentes y distintos beneficios del ejercicio, no hay duda que se trata de una opción tan adecuada como recomendada a la hora de mantener una buena salud. De hecho se convierte en un estilo de vida más que aconsejado, sobretodo si es practicado con cierta regularidad, y a ser posible cada día.
Es útil y beneficioso tanto para el sistema cardiorrespiratorio como para el aparato locomotor, aumenta el gasto energético y el consumo de grasas, disminuye las cifras de tensión arterial y de colesterol a la vez que aumenta el colesterol HDL, ejerce un interesantísimo efecto contra la ansiedad y el estrés ayudando en su reducción, útil en el metabolismo del calcio y puede ser efectivo contra determinados dolores musculares.
Pero si nos planteamos la posibilidad de comenzar a hacer deporte, es probable que tengamos ciertas dudas acerca de cuál elegir, y qué tipo de ejercicio sería el más recomendado para nosotros.
Ejercicios aeróbicos y anaeróbicos
Como de buen seguro sabrás, fundamentalmente existen dos tipos de ejercicios: los ejercicios aeróbicos y los ejercicios anaeróbicos. A continuación te indicamos cuáles son sus principales diferencias:
-
Ejercicios aeróbicos: son ejercicios de baja o media intensidad, pero que presentan una duración más o menos larga. Requieren de la respiración, y son especialmente útiles para bajar de peso ya que nuestro organismo necesita quemar grasas y hidratos de carbono para la obtención de energía. Además, mejoran la función cardiovascular, los niveles de colesterol en la sangre y regulan la tensión arterial. Son ejercicios tales como correr, caminar, nadar o hacer bicicleta.
-
Ejercicios anaeróbicos: son ejercicios de alta intensidad pero corta duración. No se precisa de tanto oxígeno y sí de la fuerza, por lo que la energía proviene de fuentes inmediatas que no necesitan ser oxidadas. Comprenden el fortalecimiento y la tonificación del sistema musculoesquelético. Son ejercicios tales como levantar pesas o las carreras de velocidad.
Entonces, ¿qué deporte o ejercicio físico practicar?
Evidentemente, todo dependerá de diferentes elementos y condiciones a tener en cuenta antes de la elección: por ejemplo, nuestro estado de salud, si tenemos algún tipo de lesión o problema muscular, nuestros gustos personales, y nuestra propia capacidad física.
Si optas por ir a correr, debes tener en cuenta que es considerado como un deporte de alto impacto, de forma que si no estás lo suficientemente preparado te puede causar lesiones como fracturas, esguinces o desgarros musculares.
Ir a caminar parece convertirse en una de las mejores opciones cuando se comienza a practicar ejercicio físico, fundamentalmente porque no requiere de mucho esfuerzo, no es un deporte de alto impacto y es sumamente sencillo de practicar. Eso sí, para aportar nos beneficios reales lo más aconsejable es optar por caminatas de media hora a una hora, dos o tres veces por semana, y hacerlo a ritmo acelerado.
Nadar es otra opción aconsejable, pero se recomienda empezar a practicarla bajo la ayuda/supervisión de un monitor, el cual nos asesorará y nos indicará si lo estamos haciendo bien o no.
En definitiva, la clave está en tener en cuenta tus propios gustos personales, y tener presente qué tipo de ejercicio físico puedes practicar y cuál no. Luego, la constancia a fin de cuentas terminará por ser fundamental.
Imágenes | Ron Cogswell / Chris Hunkeler
Comentar