La fitoterapia consiste en utilizar las propiedades medicinales en sí de las plantas para prevenir o, en algunos casos, tratar diversas enfermedades.
No en vano, para beneficiarse de absolutamente todas las virtudes que encontramos en la propia Naturaleza, la considerada como fitoterapia tradicional aconseja el consumo de las plantas medicinales en forma de baños, tisanas, cataplasmas o- incluso- apócemas (cuyo nombre dio lugar a las conocidas pócimas medievales).
Los grandes avances tecnológicos han permitido que, en la actualidad, se haya llevado a cabo la creación de nuevas formas fitoterápicas mucho más fáciles de administrar, y que, ante todo, son mucho más eficaces que antaño.
Entre ellas, por ejemplo, destacaría la cápsula, tan conocida a día de hoy y que podemos encontrar en muchos herbolarios, que permite una doble ventaja: facilitar su consumo y asegurar una posología exacta.
Además, para una buena y correcta utilización de la fitoterapia, se hace preciso llevar una alimentación sana y saludable, porque sin duda alguna ésta es un pilar básico de nuestra salud.
¿En qué consiste la fitoterapia?
Se trata de la Terapia que aprovecha y utiliza las plantas y hierbas medicinales con la finalidad de prevenir, tratar, proteger o curar las enfermedades y trastornos de salud.
Se emplean habitualmente las especies vegetales, y de éstas se utilizan desde raíz hasta sus hojas, pasando por los rizomas, plantas tanto marinas como terrestres…
Es decir, básicamente podríamos definir a la fitoterapia como la Medicina que utiliza las plantas y hierbas con fines curativos, convirtiéndose de hecho en una de las terapias naturales más antiguas que existen, contando a su vez con una amplísima diversidad -y riqueza- de remedios caseros muy variados, útiles para prácticalmente cualquier tipo de dolencia o enfermedad.
La fitoterapia para cuidar la salud
No hay duda que la fitoterapia puede llegar a ser considerada como una auténtica medicina natural, en tanto en cuanto se basa en el saber antiquísimo respecto al uso de plantas medicinales a la hora de prevenir enfermedades, tratar patologías o reducir los síntomas de trastornos diversos.
De hecho, casi podríamos decir que la fitoterapia nació en su momento, hace ya muchísimos siglos, con el objetivo de brindar soluciones naturales a diferentes enfermedades con lo que en aquellos momentos únicamente se tenía disponible: las virtudes medicinales de muchas plantas.
Por ejemplo, en muchos hogares se utilizan plantas y hierbas con acción medicinal con el objetivo de aportar alivio a dolencias comunes y típicas, tales como ansiedad, nerviosismo, depresión, hipertensión arterial, estrés, colesterol alto…
También es útil a la hora de aliviar síntomas relacionados con determinadas dolencias o enfermedades. Por ejemplo, determinadas plantas medicinales pueden ser de grandísima utilidad a la hora de aliviar el dolor y el picor de garganta, la astenia, la tos, la fiebre o el dolor de músculos y articulaciones, entre otros.
Por otro lado, la fitoterapia cuenta con algunas ventajas añadidas: en primer lugar debemos tener en cuenta que se trata de una terapia cuyas sustancias medicinales no son en absoluto neutras. No obstante, prácticamente no poseen efectos tóxicos siempre y cuando sus remedios sean administrados en cantidades recomendadas y normales, por ello los problemas de toxicidad asociados son realmente bajo.
En cualquier caso, siempre se aconseja que antes de iniciar un tratamiento de fitoterapia se pregunte al especialista médico, puesto que es conocido que determinadas plantas pueden llegar a disminuir la acción de ciertos medicamentos, como pueden ser los anticoagulantes, los anibióticos o los antiarrítmicos. O incluso potenciar e incrementar su actividad peligrosamente.
Y es que su baja inocuidad y sus casi nulos efectos tóxicos en cantidades normales no contrarrestan ni eliminan la necesidad de seguir siempre un tratamiento bajo el seguimiento -y la recomendación- del especialista.
¿Cómo utilizar la fitoterapia para beneficiarnos de sus virtudes medicinales?
Existen diferentes formas que brindan la posibilidad de beneficiarnos de las virtudes medicinales más importantes de la fitoterapia:
- Bebidas medicinales saludables: como es el caso de infusiones, decocciones o tés.
- Tinturas o aceites esenciales.
- Compresas o cremas naturales.
- Cápsulas en herbolarios y tiendas especializadas.
En cualquier caso, no debemos olvidarnos de algo muy importante: siempre en su justa medida, la fitoterapia nos aporta un número considerable de beneficios claramente medicinales. No obstante, ten en cuenta que es conveniente preguntar a tu médico cuando desees utilizar algunas de estas plantas.
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