Cometer excesos en la mesa es algo muy común, siendo aún más habitual en determinados momentos y épocas del año. Durante las fiestas navideñas es considerado casi como un «problema» normal, especialmente durante la tradicional cena navideña de Nochebuena y Nochevieja, que, dicho sea de paso, suele acarrear consecuencias negativas para nuestra salud, especialmente cuando no somos capaces de controlar lo que comemos.
De hecho, se estima que, durante las fiestas navideñas, tendemos a comer entre un 30% a un 50% más de las calorías que nuestro cuerpo necesita, por lo que éstas terminarán por acumularse en forma de grasa.
Ocurre lo mismo en otros momentos del año. Por ejemplo, durante una determinada celebración (en una boda, un cumpleaños…), o cuando quedamos para comer o cenar con amigos, familiares o compañeros/as de trabajo. Aunque también hay quienes cometen esos excesos de manera mucho más rutinaria, de forma que tales excesos suelen suponer un riesgo aún mayor para la salud, sobre todo para la línea y el exceso de peso.
¿Qué riesgos para la salud puede acarrear comer en exceso?
Es bastante probable que pienses que, cuando te hablamos de los riesgos que acarrea para la salud comer excesivamente, nos referimos únicamente a nuestro peso. Es decir, a que un determinado exceso, especialmente si éste es repetido de manera rutinaria, puede suponer un exceso de peso, y con ello el riesgo de sobrepeso y obesidad.
Si bien es cierto que esto efectivamente es así, no es la única consecuencia que los excesos de las comilonas pueden tener sobre nuestra salud.
¿Sabías que, una comilona excesiva, puede ocasionarnos indigestión (la temida y dolorosa dispepsia), empacho, náuseas y vómitos, dolor de estómago, e incluso esofagitis como consecuencia del reflujo o la acidez estomacal?. Más aún, el riesgo es aún mayor si a la comilona le sumamos un exceso de alcohol.
¿Qué podemos hacer para evitar comer en exceso? Algunos consejos y trucos sencillos que te ayudarán
1. Sé consciente de lo que comes en todo momento
La clave está en la moderación, y sobre todo, en ser totalmente conscientes de lo que comemos en todo momento. Así, si nos encontramos ante una mesa llena de suculenta comida y nos encontramos disfrutando de un momento de ocio en compañía de familiares y amigos, es fundamental tener en cuenta qué vamos a comer, y en ser ecuánimes respecto a lo que comemos.
2. Evita llenarte el plato, y además repetir
Aunque en una charla agradable mientras comemos puede ser difícil controlarnos, especialmente si en la mesa abundan platos y recetas que nos encantan, existen algunos trucos que pueden ser de gran utilidad. Por ejemplo: si vas a probar varias recetas, es útil colocarte en el plato solo pequeñas cantidades de los mismos, y nunca llenarlo del todo. Además, debes evitar repetir.
En definitiva, vale más quedarnos con un poco de hambre que sentirnos saciados y llenos, ya que correremos el riesgo de pasarnos más fácilmente.
3. Come despacio y mastica bien los alimentos
Por otro lado, es fundamental darle tiempo a que nuestro estómago envíe las señales a nuestro cerebro de que nos encontramos saciados, y que por tanto, no tenemos más apetito. Por tanto, es sumamente recomendable tratar siempre de comer despacio y sin prisas. De esta forma no solo evitaremos comer en exceso, sino que al comer de manera pausada conseguiremos mezclar y triturar mejor los alimentos en la boca, de manera que la digestión será mucho más sencilla.
4. Evita las bebidas alcohólicas
El consumo de alcohol, incluso en cantidades pequeñas, tiene un efecto negativo no solo en nuestra salud, sino en nuestra digestión. Puede, por ejemplo, ocasionar acidez estomacal y otros problemas relacionados. Por tanto, debemos evitar las bebidas con alcohol, incluyendo bebidas de baja graduación como la cerveza o el vino.
5. Haz ejercicio físico, siempre
Independientemente de que hayamos comido en exceso o no, siempre debemos practicar ejercicio físico de manera regular y rutinaria. Obviamente, no es aconsejable ponernos a correr después de una gran comilona, pero sí podemos disfrutar de un momento igualmente de charla mientras paseamos o caminamos tras haber comido.
Igualmente, mantener una actividad física regular es de suma importancia, siempre. ¿Qué es lo más recomendable? Practicar algún tipo de ejercicio aeróbico (por ejemplo caminar, correr, nadar o hacer bici) al menos 3 veces por semana, durante 60 minutos cada vez.
Imágenes de Istockphoto.
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