Cada vez es mayor la preocupación que muchísimas autoridades sanitarias públicas del mundo tienen cierta preocupación a razón del aumento que, tanto el sobrepeso como la obesidad, está teniendo en personas más jóvenes (e incluso en los más pequeños).
Tal y como demuestran muchas estadísticas, la denominada como obesidad infantil y la propia obesidad en adolescentes va creciendo cada vez más y más cada año, algo que preocupa –y mucho- a especialistas y médicos del sector.
Pero, aún más si cabe, la obesidad en adolescentes es aún más peligrosa, ya que en este momento de la vida, el joven se encuentra en pleno desarrollo tanto físico como mental, por lo que en estas circunstancias, la obesidad puede causar problemas de autoestima y de confianza en sí mismo que repercuten en su correcto desarrollo.
Obesidad en adolescentes
Sabemos que la obesidad genera una serie de enfermedades y problemas en la salud de aquellas personas que la padecen. Pero también pueden repercutir en el equilibrio mental y psicológico de éstas.
Esta última repercusión tiene especial importancia en aquellas personas que tengan una autoestima baja, y no confían plenamente en ellos.
En los adolescentes esta cuestión puede ser aún más negativa, ya que se encuentran en un momento en el que están adquiriendo una serie de pautas que conformarán su personalidad. Por lo que si se sienten avergonzados por su cuerpo o sus compañeros se ríen de ellos, esto se puede tornar en un problema de autoestima que podría producir cuestiones aún mayores.
Por ello, lo más recomendable siempre en todos los casos es la de prevenir la obesidad. Y en caso de que el joven tenga ya unos cuantos kilos de más, reducir el peso poco a poco con una dieta elaborada por un especialista, seguir un estilo de vida saludable y practicar ejercicio.
Se deben evitar alimentos nocivos tales como hamburguesas o pizzas (lo que popularmente se conoce como “comida basura”), dulces y bollerías, así como refrescos azucarados que sólo aportan calorías vacías al organismo.
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