Según vamos envejeciendo nuestro cuerpo comienza, poco a poco, a experimentar una serie de cambios tanto físicos como psicológicos que en definitiva tienden a dificultar nuestro día a día. De ahí que, por un lado, sea fundamental mantener una actividad física activa diariamente, mientras que –por el otro- es importantísimo cuidar la alimentación.
Destaca en este sentido no solo seguir una alimentación variada y equilibrada, también se deben evitar hábitos malsanos, como por ejemplo el consumo de bebidas alcohólicas y otros como el tabaco.
En el caso particular de las vitaminas, aunque todas en su gran mayoría son fundamentales para el buen funcionamiento de nuestro organismo (de ahí su importancia especial en la tercera edad), destacan algunas determinadas que deben ser tenidas en consideración durante esta importante etapa de la vida.
Vitamina D
Es una vitamina importante, ya que entre las personas mayores es común que se produzca un déficit elevado de esta vitamina, motivado sobretodo porque se trata de un nutriente que encontramos en realidad en pocos alimentos, lo que unido a que durante estos años disminuye de forma considerable la exposición de la piel a la luz del sol es habitual los bajos niveles de vitamina D.
Debemos tener en cuenta que los bajos niveles de esta vitamina conllevan una deficiente absorción de calcio, lo que finalmente se traduce en un aumento de la pérdida de masa ósea.
Vitamina C
Se recomienda durante esta etapa el consumo de alimentos ricos en vitamina C (además de otros antioxidantes naturales), al ayudar a reducir el riesgo de degeneración macular y disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Particularmente en este sentido, la vitamina C ayuda a elevar el denominado como colesterol bueno (HDL), y a disminuir el colesterol malo (LDL).
Por otro lado, se aconseja que las personas fumadoras incrementen su consumo en alimentos ricos en esta vitamina, ya que el tabaco inhibe su absorción.
Vitamina B6
Se recomienda que durante estos datos aumente el consumo de alimentos ricos en vitamina B6, ya que podría existir gastritis atrófica que impediría la absorción de este nutriente esencial, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares. además, debemos destacar que juega un papel importante en el buen funcionamiento cognitivo.
Vitamina B9 (ácido fólico)
Una de las vitaminas reconocidas por su importancia en el embarazo, durante la vejez es común su carencia, lo que puede conllevar a la aparición de anemias o un aumento del riesgo de cardiopatías.
Vitamina B12
Con este nutriente esencial ocurre lo mismo que con la vitamina B6, al poder existir gastritis atrófica puede existir una deficiencia en vitamina B12, por ello se recomienda el consumo de alimentos ricos en esta vitamina, a pesar de que sus necesidades son las mismas para una persona mayor que para el adulto sano.
Si quieres saber más te recomendamos leer el artículo sobre la alimentación en la tercera edad.
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