Los calambres musculares como generalmente son conocidos en realidad son espasmos que se producen en los músculos. El espasmo es la contracción que sufre el músculo y como consecuencia de esto notamos que el músculo se tensa.
El músculo no está relajado y suele producir bastante dolor hasta que vuelve a relajarse o sea a su estado normal. Los calambres más comunes o frecuentes se suelen producirse en las piernas y en ocasiones cuando estamos durmiendo.
Las causas que provocan los calambres musculares pueden ser varias, y en muchas ocasiones suelen aparecer como consecuencia de un esfuerzo excesivo del músculo cuando estamos haciendo ejercicio y como resultado el músculo resulta sobrecargado.
Otras causas por las que los calambres pueden afectarnos:
- Falta de hidratación, no estar bien hidratados antes de hacer ejercicios.
- Falta de algunos minerales como: magnesio, sodio, calcio.
- Realizar ejercicios excesivos sin estar preparado antes.
- No calentar los músculos antes del ejercicio y estirarlos al terminar.
- Excederse más haciendo el ejercicio durante más tiempo del que estamos acostumbrados.
Generalmente los calambres pueden aparecer en cualquier músculo pero los más comunes son en los gemelos o pantorrillas, en los cuádriceps que es la parte frontal del muslo o en los isquiotibiales que la parte de atrás del muslo.
También pueden aparecer calambres en el cuello o zona cervical, espasmos en los músculos de la espalda como consecuencia de una hernia discal.
Cómo tratarlos una vez que aparezcan
Cuando el calambre muscular aparece realizando el ejercicio físico debemos parar el ejercicio sobre todo porque el dolor nos impedirá continuar.
Seguidamente procuramos poco a poco y suavemente estirar el musculo con estiramientos suaves manteniendo el músculo estirado y masajeando un poco la zona hasta lograr que el músculo se relaje.
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A veces aunque el músculo vuelva a su estado normal puede quedarnos un ligero dolor o molestia que intentaremos aliviar aplicando frío local en la zona o calor.
Si pasan unos días y aún continuamos doloridos es aconsejable acudir al médico o al fisioterapeuta.
Cómo prevenirlos
A veces es inevitable que nos pueda llegar a afectar algún calambre que otro y unos buenos consejos o buenas prácticas antes de comenzar el ejercicio puede ayudarnos bastante para prevenir en lo posible padecer de ellos.
A continuación facilitamos unas sencillas y saludables recomendaciones:
- Calentar los músculos antes de comenzar el ejercicio y estirar bien después.
- Estar bien hidratados antes de hacer el ejercicio, durante, y después.
- Adaptar el ejercicio a nuestras posibilidades, sin hacer esfuerzos.
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- A la hora de cambiar la intensidad del ejercicio hacerlo de forma gradual, poco a poco.
- Reponer después del ejercicio con bebidas isotónicas los líquidos y electrolitos que hayamos perdido con el esfuerzo.
- Que en tú dieta no falten los hidratos de carbono, vitaminas, fibra, minerales sobre todo magnesio, calcio, sodio.
- El equipamiento también es importante, unas buenas zapatillas adaptadas a tú tipo de pisada (neutra, pronadora o supinadora).
- Ropa adecuada, ligera, transpirable, y acorde a la temperatura que hace en ese momento.
Siguiendo estas saludables recomendaciones sin lugar a dudas podremos alejar en lo posible la aparición de los molestos e incómodos calambres musculares.
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