En la mayoría de las ocasiones, muchas de las personas que comienzan una dieta de adelgazamiento con el objetivo de perder peso, piensan que no se puede adelgazar sin pasar hambre, especialmente porque desconocen cómo adelgazar de verdad.
Esto es debido a que piensan que al tener la sensación de hambre y al sentir “ganas de comer”, creen que ya de por sí están ayudando al cuerpo a que pierda peso, cuando sin embargo ocurre todo lo contrario.
Además, el seguimiento de dietas no controladas por un nutricionista o por un especialista en alimentación, y la proliferación de dietas de adelgazamiento que prometen perder una gran cantidad de kilos en pocas semanas, hace que la idea de adelgazar se pueda convertir en un asunto que puede perjudicar nuestra salud.
Menú ejemplo de dieta de adelgazamiento
Lo ideal para bajar de peso es seguir una dieta totalmente sana y equilibrada, que debemos combinar con la práctica de ejercicio y manteniendo a su vez un estilo de vida sano y saludable.
Te proponemos a continuación una buena forma de adelgazar de forma equilibrada:
Para el desayuno
- Zumo natural de frutas o bien 1 o 2 piezas de fruta fresca.
- Yogur natural con cereales integrales o tipo muesli, o leche desnatada, o bien dos tostadas de pan integral con jamón o pavo o mermelada sin azúcar, aceite de oliva o bien con queso fresco.
- Café descafeinado o infusión o té.
A media mañana
Se debe seleccionar una de estas opciones:
- Zumo natural de frutas o bien 1 o 2 piezas de fruta fresca.
- Un puñadito de frutos secos.
- Un yogur natural.
- Un té o infusión.
En la comida
- Ensalada como guarnición.
- Sopa o crema de verduras.
- Crema de garbanzos y verduras salteadas.
En la Merienda
Se debe seleccionar una de estas opciones:
- 1 o 2 piezas de fruta o zumo natural de frutas.
- Infusión natural o té.
- Un yogur desnatado o natural.
Para la cena
- Ensalada y revuelto de espárragos.
- Pescado a la plancha.
- Pechuga de pollo a la plancha.
Algunas claves a tener en cuenta a la hora de adelgazar
Antes de empezar a seguir una dieta, siempre es recomendable acudir a la consulta del nutricionista/dietista para descubrir si tenemos o no sobrepeso. Y, si lo tenemos, saber cuánto peso debemos perder. De esta forma, nos elaborará más tarde una dieta de adelgazamiento específica en función de nuestras propias necesidades personales. Y, además, nos ayudará en el proceso de adelgazamiento, dado que en las distintas consultas nos pesará y nos supervisará.
Luego, a la hora de seguir la dieta, la clave está en la constancia. Es decir, debemos tener claro desde un primer momento que el proceso de adelgazamiento cuando seguimos un régimen de pérdida de peso es lento, constante y progresivo.
No es aconsejable perder peso muy rápido, ya que podemos dañar nuestro hígado (por ejemplo, puede surgir el hígado graso como consecuencia de la rápida pérdida de peso), y tampoco es adecuado seguir una dieta milagrosa que nos promete perder peso en poco tiempo, ya que correremos el riesgo de sufrir déficits nutricionales y otros problemas de salud relacionados.
Y, como no podría ser menos, la práctica de ejercicio físico es siempre recomendable. A ser posible, tratar de practicarlo cada día durante al menos 30-40 minutos.
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