Uno de los principales problemas o inconvenientes a los que se enfrentan aquellas personas que se encuentran siguiendo una dieta de adelgazamiento o incluso de control de peso, es la aparición de las ganas de comer, y del hambre de sí.
Esto es así porque cuando se tiende a cambiar los hábitos de alimentación, y se tiende a comer en menor cantidad, ya sea por la dieta en sí, o bien para controlar nuestro peso, a veces se hace difícil reducir el apetito y las ganas de comer.
No obstante, recientes estudios (que han sido publicados recientemente), parecen que avalan algunos de los consejos que precisamente ya te hemos dado en otros momentos anteriores,
Uno de ellos indica que comer lenta y pausadamente, disfrutando de cada bocado y saboreando cada alimento ayuda a las personas a bajar de peso, puesto que ayudamos a que nuestro estómago vaya digiriendo mejor la comida.
Y porque, entre otras cuestiones, aquellas personas que comen lentamente tienden a ingerir un menor número de calorías. Pero este no es sólo uno de los beneficios más destacados de comer pausadamente, ya que percibimos los aromas aumentando por tanto el efecto de satisfacción.
Otro de los trucos o consejos es el de hacer ejercicio de manera habitual, sobretodo seguir un programa de 3 meses de movimiento aeróbico, sin modificar incluso la alimentación habitual.
Estos dos principales consejos pueden ayudar no sólo a bajar de peso, sino a reducir también el apetito, y por ende las ganas de comer.
Reducir el apetito con consejos sencillos
- Evita el picoteo y comer entre horas.
- Come cinco veces al día: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena.
- Mastica despacio. Es útil para que a tu cerebro le lleguen las señales desde nuestro sistema digestivo para no seguir comiendo una vez nos hemos saciado.
- No compres la comida con hambre. Trata de ir al supermercado cuando ya hayas comido, de esta forma evitarás comprar chucherías o bollería industrial, o incluso comida que en realidad no necesitas.
- Ten paciencia y motívate.
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