Los beneficios de la leche materna para el bebé y la mamá

La leche materna es, casi con toda probabilidad, uno de los mejores alimentos que podríamos consumir a lo largo de toda nuestra vida. A pesar de todas las cosas maravillosas que hemos logrado, lo cierto es que no hemos sido capaces de crear un alimento mejor que la leche materna para los bebés, ni tan saludable. Y es que aunque en la actualidad es posible encontrar en el mercado una amplia variedad de leches de fórmula, lo cierto es que ninguna cubre las necesidades del bebé tan bien como lo hace la leche materna.

Y no solo considerando su increíble y completa composición nutricional, sino porque crea un vínculo afectivo único que se establece entre el bebé y la mamá, constituyéndose como una experiencia especial y única.

Así lo confirman –y defienden- la mayoría de asociaciones y organizaciones de salud. Por ejemplo, la Asociación Española de Pediatría (AEPED), la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO), la Asociación de Enfermeras de Salud Femenina, Obstetricia y Neonatales, o la Confederación Internacional de Matronas (CIM), recomiendan la lactancia materna exclusiva durante un mínimo de 6 meses.

¿Cómo se produce la leche materna?

Cuando una mujer se queda embarazada, sobre todo con el desarrollo de la placenta, se producen una serie de cambios hormonales que causan el crecimiento mamario y un aumento tanto de los conductos como de los alvéolos, a la vez que tanto los pezones como las areolas se vuelven más oscuros. Se promueve la liberación de progesterona y de estrógenos, los cuales estimulan el sistema biológico que posibilita la lactancia materna. De esta forma, cuando el bebé nace los tejidos glandulares han reemplazado a la mayor parte de las células de grasa.

Entre estas células de grasa y el propio tejido glandular nos encontramos con los conductos mamarios, que durante el embarazo se multiplican tanto en número como en tamaño. A su vez, estos conductos se dividen y se separan en canales más pequeños conocidos con el nombre de conductillos. Al extremo de cada conductillo nos encontramos con un racimo de pequeños sacos llamados alvéolos que forman un lobulillo, y que en conjunto forman un lóbulo. ¿Sabías que cada seno contiene entre 15 a 20 lóbulos? Cada uno de ellos cuenta con un conducto mamario.

Es precisamente en el interior de los alvéolos donde se produce la leche materna, los cuales se encuentran rodeados de diminutos músculos que exprimen las glándulas y empujan la leche hacia los conductillos.

Propiedades de la leche materna para el bebé

No hay duda que la leche materna es el mejor alimento que puede recibir el bebé en sus primeros meses de vida, porque le aporta los nutrientes esenciales y sustancias protectoras que le ayudan en su correcto y óptimo desarrollo. Además, destaca por ser un alimento que cambia constantemente adecuándose a las necesidades del bebé en cada momento. Se trata, como veremos a continuación, de un alimento sumamente beneficioso tanto para el recién nacido como para el bebé:

• Refuerza el sistema inmunológico del bebé: cuando el pequeño nace su sistema inmunológico aún no está desarrollado del todo. La leche materna le ayuda a combatir las infecciones y a reforzar su sistema inmune, al contener sustancias que protegen los intestinos y ayudan a las bacterias buenas a crecer, no permitiendo la absorción del hierro de las células invasoras. De hecho, los bebés alimentados con leche materna no solo están más protegidos de enfermedades como bronquiolitis, catarros, neumonía, otitis o diarreas, también de enfermedades como la alergia, la obesidad, el asma o la diabetes.
• Es fácilmente digerible: la leche materna es tremendamente rica en proteínas más pequeñas que las que encontramos en la leche de fórmula, de ahí que sea un alimento de fácil digestión. Además, las vitaminas y minerales son más fácilmente absorbidos.
• Menor incidencia de cólicos: aunque se desconocen las causas exactas por las que un bebé sufre cólicos, se sabe que aquellos bebés que son alimentos de forma exclusiva con leche materna presentan una incidencia menor.
• Ideal para el buen desarrollo del cerebro del bebé: la leche materna es muy rica en grasas y azúcares, de manera que es un alimento útil que ayuda a la formación de la protección que rodean las conexiones eléctricas del cerebro del bebé. Además, aumentan su inteligencia.

Propiedades de la leche materna para la mamá

La lactancia materna también aporta increíbles beneficios para la mamá. De hecho, muchos estudios han podido constatar las ventajas que la lactancia materna aporta en la madre tanto a corto como a largo plazo:

• Mejora la recuperación tras el parto: la lactancia materna libera oxitocina, una hormona que provoca que el útero se contraiga, ayudando a expulsar la placenta de una sola vez y a detener el flujo de sangre. Además, presenta un menor riesgo de depresión posparto.
• Pérdida de peso: la mamá pierde el peso ganado durante la gestación de forma más rápida, ya que el cuerpo emplea la grasa acumulada durante el embarazo para la fabricación de leche.
• Amenorrea y menor riesgo de anemia: la amenorrea propia de la lactancia consiste en la ausencia del ciclo menstrual mientras el bebé es amamantado con leche materna. Al no existir menstruación se previene la aparición de anemia, se pierden cantidades mucho más pequeñas a favor del bebé.
• Vínculo con el bebé: la lactancia materna favorece la creación de un vínculo aún más íntimo y especial con el bebé. Además, la liberación de hormonas reductoras del estrés aportan una sensación tranquilizante y muy agradable de calma, actuando como un excelente tranquilizante natural. Por ello las mamás que amamantan a sus bebés tras el parto presentan un riesgo menor de depresión.

Descubre más en la sección de Preguntas Frecuentes del Comité de Lactancia Materna de la AEPED.

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