Las heces, también conocidas con los nombres de materia fecal o simplemente excrementos, consisten en el conjunto de los desperdicios tanto sólidos como líquidos que forman parte del producto final del proceso de la digestión. Se encuentran formados por los restos de alimentos que no son absorbidos por nuestro aparato digestivo, entre los que podemos mencionar fibras y otros componentes que en definitiva no son útiles para nuestro organismo. También podemos distinguir determinadas células muertas del epitelio intestinal, las cuales se descaman durante el proceso de absorción de los nutrientes, así como microorganismos y otras sustancias que pueden atravesar el epitelio intestinal.
Además de descubrir cuántas veces es normal ir al baño, sobre todo si creemos que podamos tener algún problema o afección intestinal como por ejemplo puede ser el estreñimiento, también es importantísimo fijarnos en cómo son las heces cuando vamos al baño tras haber evacuado, dado que pueden ser un indicativo de la existencia o no de algún problema de salud (ya sea o no digestivo o intestinal).
El color de las heces
En una ocasión anterior ya descubríamos el significado tanto médico como clínico del color de las heces, puesto que la tonalidad que presenten aportan información sobre una grandísima variedad de elementos médicos y de salud del individuo: desde su alimentación hasta la ingestión de medicamentos o fármacos, pasando por patologías, hemorragias o la presencia de disfunciones orgánicas.
El color de unas heces normales o saludables presentan una tonalidad marrón media, ni muy oscura ni muy clara. Sin embargo, si esta tonalidad varía debemos atender al color que presenten. Así, por ejemplo:
- Color amarillo o arcilla: pueden indicar la presencia de una infección o inflamación en los intestinos, especialmente si se observa moco en las heces. También indican la presencia de una obstrucción hepatobiliar, gastritis o gastroenteritis.
- Color negro: pueden indicar la existencia de una hemorragia del tubo digestivo alto (intestino delgado o estómago), por la presencia de una gran consistencia de alquitrán.
- Color rojo: indican la existencia de hemorragias situadas en el aparato gastrointestinal bajo.
El olor de las heces
Aunque es cierto que por la existencia de bacterias las heces siempre tienen un mal olor, y que éste varía en función de lo que hayamos comido o bebido, aquellas heces muy apestosas pueden indicar la existencia de algún problema de salud, como por ejemplo: trastornos de mala absorción, enfermedad de Crohn, pancreatitis crónica, fibrosis quística o enfermedad celíaca.
La textura correcta y consistencia de las heces
Las heces saludables suelen estar bien formadas pero presentan una textura suave. De hecho, cuando existen heces saludables una mitad tiende a flotar y la otra a hundirse. También es normal la existencia de una pequeña cantidad de mucosidad, pero cuando aparece de forma excesiva y regular puede ser una señal de alarma.
Cuando existen heces duras y secas puede existir estreñimiento, mientras que las heces sueltas, sin forma o acuosas indican diarrea.
Imagen | Casey Fleser
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