Las heces pueden tener distintos y diferentes colores, y pueden llegar a convertirse en una señal de nuestra salud, ya que cuando no existe ningún tipo de patología y ante una deposición normal, éstas tienden a adquirir un color marrón como consecuencia de la acción conjunta tanto de las bacterias intestinales como de la bilirrubina. De hecho, la bilirrubina termina por transformarse en estercobilina al final del proceso, ese pigmento de color marrón que es el responsable final del color de las heces.
Dentro de las distintas tonalidades o colores que pueden llegar a tener las heces no solo influye nuestro estado de salud, sino también lo que comamos. De hecho, consumir mucho hierro puede ocasionar que las heces se vuelvan negras. Por tanto, es siempre fundamental observar las cacas cuando vamos al baño, sin obsesionarnos, pero esta simple acción nos permitirá descubrir si nuestras heces serán o no normales.
Por ejemplo, si nuestra caca es de color marrón o posee una tonalidad café puedes estar tranquilo/a, ya que este tono es el color normal de las heces. Sin embargo, unas heces amarillas pueden ser un posible síntoma de celiaquía, mientras que las heces negras o rojas pueden indicar la existencia de una posible hemorragia interna. No obstante, ¿sabías que también tus heces se pueden volver verdes?.
¿Cuáles son las causas de las cacas verdes?
Antes de hablarte de por qué aparecen las heces verdes, es sumamente interesante -y casi imprescindible- conocer cómo es el proceso que existe y se produce antes de la expulsión de las heces en sí mismas.
Como de buen seguro sabrás, el hígado segrega la bilis, un líquido de color verde brillante que o bien queda almacenado en la vesícula, o va al intestino delgado. Este líquido verdoso es fundamental para la absorción tanto de las vitaminas solubles en grasa como de las grasas, y además de ser el responsable del color de las cacas ayuda a ablandarlas.
A medida que la bilis pasa poco a poco a través de los intestinos tiende a cambiar de forma progresiva su color, pasando de color verde a amarilla y finalmente a marrón como consecuencia de la acción de las bacterias en el intestino grueso.
Esto se traduce en algo muy sencillo. Cuando las heces son verdes indican a menudo que el alimento ha pasado más rápido de lo normal a través de los intestinos; es decir, el tiempo de tránsito intestinal ha sido reducido y en absoluto normal, no dando posibilidad ni tiempo a que las heces pudieran haber cambiado de color verde a marrón.
Explicado de otra manera, lo que hemos ingerido ha pasado tan rápido por nuestro sistema digestivo que al momento de expulsar la bilis ésta prácticamente no se ha modificado, de forma que la biliverdina no se ha reducido a la bilirrubina.
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Una causa habitual de heces verdes es la aparición de la diarrea, que disminuye el tiempo de tránsito intestinal, sea cual sea la causa que haya originado su aparición: desde una infección intestinal hasta el consumo de antibióticos u otros fármacos, así como la existencia de una enfermedad intestinal inflamatoria, celiaquía o intolerancia a la lactosa.
Por este motivo, podemos resumir en el siguiente apartado cuáles son las causas principales que ocasionan la aparición de heces verdes:
- Diarrea, ya sea infecciosa o del viajero.
- Celiaquía e intolerancia a la lactosa.
- Consumo de antibióticos o laxantes.
- Alimentos en mal estado.
- Enfermedad de Crohn.
- Colitis ulcerosa.
- Síndrome del intestino irritable.
- Mala absorción.
Por otra parte, también existen determinados alimentos que pueden causar el cambio de color de las deposiciones. Es el caso de las espinacas o las algas, que pueden dotarlas con esta tonalidad. Los suplementos de hierro o la clorofila pueden también producirlo, aunque es cierto que los suplementos de hierro tienden más bien a ocasionar la aparición de cacas negras u oscuras.
¿Qué hacer cuando tienes cacas verdes?
Lo más adecuado es esperar y comprobar cómo es la siguiente caca, sobre todo si no estás enfermo o sufres algún trastorno intestinal (como una gastroenteritis vírica). Si la principal causa es la diarrea, debemos seguir una dieta blanda y tomar muchos líquidos, para reponer los que perdemos cada vez que vamos al baño.
Por ejemplo, puede ser necesaria la toma de suero, mucho más adecuado que algunas bebidas rehidratantes que en los últimos tiempos se han hecho famosas para el tratamiento de la gastroenteritis, y que sin embargo no son adecuadas por su elevado contenido en azúcares.
También puedes plantearte si has podido comer algo que haya podido causar el cambio de tonalidad, como por ejemplo espinacas, suplementos de hierro, algas marinas… Si es así, lo más común es que la siguiente vez que vayas al baño las heces adquieran una tonalidad más normal.
Pero volviendo al comienzo, en caso de que la causa esté relacionada con la aparición de diarreas, lo mejor es acudir al médico para que te analice.
Por ejemplo, en caso de diarreas por infección vírica lo más adecuado es hidratarte bien y tomar muchos líquidos, dejando descansar al estómago. No obstante, si las diarreas son demasiado seguidas o fuertes debes acudir igualmente al médico, ya que corres el riesgo de sufrir deshidratación.
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