La cromoterapia es la técnica que utiliza los colores para ayudar tanto a la mente como al cuerpo a encontrar su equilibrio, precisamente por sus importantísimas virtudes y beneficios para la salud.
Esta técnica se conoce también como fototerapia, polarización inducida por estimulación inducida y biofotónica.
Explicado de una forma rápida y sencilla, la cromoterapia se base en los siete colores del espectro de la luz solar (rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta) y sus vibraciones magnéticas que tienen longitudes, velocidades y ritmos de ondas diferentes.
Desde hace ya algunos siglos se ha venido aplicando esta técnica. Por ejemplo, ya se usaba en la antigua Mesopotamia para tratar diferentes enfermedades, por ello se ha venido desarrollando desde hace ya mucho tiempo.
El poder de la cromoterapia
La particularidad de esta técnica es que, tal y como se ha demostrado en multitud de ocasiones, cada color emite unas vibraciones características que nos llegan de distinta forma y producen efectos diferentes.
Según recomiendan muchos expertos en cromoterapia, el lugar ideal para su práctica es una habitación completamente blanca, ya que en ella se puede proyectar cualquier color, llenándose la estancia con la luz del color escogido.
Es preciso reseñar que otra de las técnicas más habituales dentro de la propia cromoterapia es la que consiste en la proyección del color deseado en una zona concreta del cuerpo.
En estos casos, se suele aplicar en una sesión diaria de unos aproximadamente 30 minutos de duración, y tras dos semanas de tratamiento, se comienzan a notar sus efectos.
Beneficios de la cromoterapia
En primer lugar debemos indicar que, de momento, no existe ninguna investigación científica que de alguna u otra forma demuestre y avale los beneficios de la cromoterapia en lo que se refiere a la mejora de la salud.
No obstante, sí parece que se trata de una técnica muy buena y positiva para aliviar determinadas dolencias.
Por este motivo, se sabe que el color verde es ciertamente óptimo para tratar el cansancio físico, los trastornos del sueño y los dolores de cabeza, mientras que el rojo tiende a favorecer el funcionamiento del corazón, aumentando sus pulsaciones y ayudando a mejorar la circulación sanguínea.
Más información | Cromoterapia ambiental
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