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Cuándo ir al urólogo

¿Cuándo ir al urólogo y visitar su consulta? Muchos hombres suelen tener miedo, temor, y no saben bien en qué momentos hacerlo. Te lo desvelamos en este artículo.

Mientras que la urología es la especialidad médico-quirúrgica que se ocupa del estudio, diagnóstico y tratamiento de las diferentes patologías que afectan al aparato reproductor masculino, y al aparato urinario, las glándulas suprarrenales y el retroperineo de ambos sexos, el urólogo –por tanto- es en definitiva el médico especialista en urología.

Dentro de la urología, eso sí, nos encontramos con diferentes sub-especialidades médicas, dentro de las cuales podemos destacar sobretodo la andrología precisamente por ser una de las más populares y conocidas, la cual es la parte de la urología que se encarga del estudio, investigación y exploración de cualquier aspecto relacionado con la reproducción masculina y con su función sexual.

A pesar de ser un especialista reconocidísimo y conocido por parte de muchos, lo cierto es que para bastantes hombres visitar al urólogo –sobretodo por primera vez- tiende a no ser muy fácil, convirtiéndose en muchos casos en un tema algo complicado. Cuando en realidad debería ser todo lo contrario.

Si analizamos qué mitos o creencias erróneas han llevado a que el hombre sienta horror al escuchar hablar del urólogo, probablemente nos encontremos con varias: desde el miedo a reconocer que se puede sufrir algún tipo de disfunción sexual (como por ejemplo eyaculación precoz o disfunción erectil), hasta el temor a que se diagnostique algún tipo de problema o enfermedad grave.

En el primero de los casos se trata de un temor infundado, que incluso casi inconscientemente tendría que ver con ese papel autocreado durante siglos de que el hombre debe siempre estar activo al 100%, y nunca tiene este tipo de problemas.

Además, resulta bastante curioso que el primer chequeo urológico lo realice el pediatra cuando nacemos para comprobar que el aparato urinario funciona con normalidad y que los testículos se encuentran dentro del escroto, y luego casi nos “olvidemos” de acudir al urólogo a no ser que exista algún problema. Ni siquiera por precaución.

Podemos prestar atención al volumen de jóvenes que han visitado alguna vez en su vida al urólogo, y probablemente nos sorprenderíamos de los poquísimos que lo han hecho. Algo que choca muchísimo si tenemos en cuenta lo cotidiano que supone que una mujer, llegada a la adolescencia, visite al ginecólogo una vez al año.

¿Cuándo visitar al urólogo?

Antes de cumplir los 50 años de edad (y los 40 años en aquellos hombres que presenten familiares directos con cáncer prostático), pueden aparecer diferentes problemas urológicos que en realidad deberían ser evaluados por el urólogo. En este sentido, se debe visitar al urológico ante los siguientes síntomas o problemas:

  • Presencia de sangre al orinar.
  • Infección de orina acompañada de fiebre.
  • Presencia de nódulos o bolitas duras en los testículos.
  • Problemas sexuales: eyaculación precoz, eyaculación retrógrada o disfunción eréctil.
  • Dolor lumbar que se extiende hacia la ingle, o bien dolor en la zona supra púbica.
  • Esterilidad e infertilidad.
  • Pérdida involuntaria de la orina.
  • Molestias urinarias que alteren la normal vida diaria: necesidad urgente de ir al baño muchas veces al día y durante la noche, dolor frecuente y/o micción débil.

Por lo demás, sí es importantísimo acudir al urólogo una vez por año cuando se hayan cumplido los 40 años de edad y tienes familiares directos que hayan pasado por un cáncer prostático, o bien los que hayan cumplido los 50 años, principalmente por prevención.

Imagen | Sara

Este artículo se publica solo con fines informativos. No puede ni debe sustituir la consulta a un Médico. Le aconsejamos consultar a su Médico de confianza.

C.Pérez

Escribo sobre ciencia, salud y nutrición desde hace 11 años. ¡Ah! Y también papá a tiempo completo con 4 años de experiencia.

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Escribo sobre ciencia, salud y nutrición desde hace 11 años. ¡Ah! Y también papá a tiempo completo con 4 años de experiencia.

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