El ejercicio físico es fundamental para disfrutar de una buena salud, no solo para poder mantener un peso adecuado, sino para prevenir la aparición de una gran variedad de enfermedades o patologías relacionadas con el sedentarismo y con la falta de práctica de ejercicio.
Entre los beneficios de practicar ejercicio más importantes nos encontramos con que disminuye las cifras de tensión arterial, colesterol alto y triglicéridos altos, a la vez que beneficia tanto al aparato locomotor como al sistema cardiorrespiratorio.
Eso sin contar con que es un buen desestresante, de forma que se recomienda a su vez para relajarnos y descargar adrenalina.
Pero dependiendo de nuestro objetivo (si deseamos perder peso, mantenerlo o ganar músculo), siempre es útil descubrir las diferencias entre el ejercicio aeróbico y el ejercicio anaeróbico. Y es que no debemos olvidarnos de algo fundamental: el anaerobico es distinto al aerobico, de manera que escoger entre uno u otro dependerá de nuestros objetivos. Eso sí, como aconsejan muchos especialistas, lo mejor es combinarlos.
Principales diferencias entre los ejercicios aeróbicos y anaeróbicos
Evidentemente, no solo nos encontramos ante distintos tipos de ejercicio; o, lo que es lo mismo, ante actividades físicas completamente diferentes. En realidad, son conceptos que directamente se refieren a la forma en la que nuestro organismo obtiene la energía.
Esto significa que el si el ejercicio físico precisa de oxígeno para su realización, nos encontraremos ante un tipo de ejercicio aeróbico. Mientras que si no necesita de oxígeno para llevarlo a cabo porque en definitiva se requiere más bien de fuerza, se tratará de un ejercicio anaeróbico.
¿Qué es el ejercicio aeróbico?
Los ejercicios aeróbicos son aquellos ejercicios de media o baja intensidad pero que tienen una duración más o menos larga. Es decir, son ejercicios físicos que para su realización requiere de un periodo de tiempo mucho más largo, pero una menor intensidad. Su objetivo es claro: conseguir una mayor resistencia.
Estos ejercicios son los indicados cuando nuestro cuerpo necesita quemar grasas y hidratos de carbono para obtener energía. Y esto no podría conseguirlo si no tuviera oxígeno.
Por este motivo, algunos ejercicios aeróbicos son los siguientes: correr, caminar, andar en bicicleta, nadar… Son los más adecuados tanto para el control como para la pérdida de peso, estando recomendados en dietas de adelgazamiento.
Para calcular su intensidad es necesario medir las pulsaciones cardiacas por minuto. Así, el NPM (número máximo de pulsaciones por minuto) considerado como seguro para un corazón sano se calcula empleando una constante de 210 para las mujeres y de 220 para los hombres, restando la edad que tenga la persona. Por ejemplo, en el caso de una mujer de 35 años, se considera que su NPM sería de 175 (210-35).
Algunos de los beneficios del ejercicio aeróbico:
- Ayuda a reducir la grasa corporal y por tanto a adelgazar.
- Mejora nuestra capacidad pulmonar.
- Ayuda a disminuir el colesterol LDL y la presión arterial, a la vez que mejora el colesterol HDL.
- Mejora la función cardiovascular, facilitando la circulación sanguínea y la oxigenación del organismo.
- Nos ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo.
- Incrementa los niveles de absorción de calcio.
¿Qué es el ejercicio anaeróbico?
A diferencia del ejercicio aeróbico, el ejercicio anaeróbico es aquel de alta intensidad, pero que tiene poca duración. Al no necesitarse tanto oxígeno, la energía proviene de fuentes inmediatas, las cuales no necesitan ser oxidadas, como por ejemplo es el caso de la glucosa.
Estos ejercicios, por ejemplo, comprenden el fortalecimiento y la tonificación del sistema musculoesquelético, encontrándonos con el levantamiento de pesas o las carreras de velocidad, entre otros.
Es decir, es un tipo de actividad física en el que el intercambio de energía que se produce en los músculos se realiza sin oxígeno. Por este motivo, el ejercicio anaeróbico no es muy adecuado para adelgazar, al no emplear ácidos grasos que sí necesitan de oxígeno para su metabolización.
Algunos beneficios del ejercicio anaeróbico:
- Nos ayuda a desarrollar masa muscular.
- Fortalece los músculos.
- Mejora la capacidad del organismo para combatir la fatiga.
- Aunque no adelgace, sí ayuda a evitar el exceso de grasa.
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