Considerada como una de las causas de sobrepeso, obesidad y otros trastornos relacionados como por ejemplo es el caso de la diabetes, el denominado como síndrome del comedor nocturno (Night eating syndrome, NES, en sus siglas en inglés), es un trastorno de la alimentación que consiste en que la persona desarrolla un patrón de conducta fijo, mediante el cual consume gran cantidad de calorías después de haber cenado, sobretodo durante las horas de la madrugada.
En casos graves la persona que sufre este síndrome puede llegar a ingerir hasta el 50% de todas las calorías que debería consumir a lo largo de todo el día. Se estima que alrededor de un 1,5% de la población lo sufre, y de éstas un 40% de las personas que lo padecen son obesas.
Además, si tenemos en cuenta no solo esta cuestión, sino que la comida se consume por la noche (cuando la actividad física es prácticamente nula), es evidente que sea una de las causas más peligrosas ya no solo de aumento de peso, sino de aumento del riesgo de padecer otras enfermedades relacionadas, como es el caso de la diabetes.
Síntomas del síndrome del comedor nocturno
Este síndrome fue descrito por primera vez por el doctor Albert Stunkard en el año 1959, cuando describió por vez primera los síntomas asociados a este síndrome.
En este sentido, son varios los síntomas que pueden ayudar a la hora de identificar al comedor nocturno, y si sobre todo padece este síndrome o no. Por ejemplo, es común comer de forma compulsiva especialmente después de la cena.
De hecho, los alimentos que se comen después de la cena presentan un elevado contenido en hidratos de carbono, entre los que podemos mencionar dulces y bollería, pan, arroz y pasta. Esto puede influir en la calidad del sueño, de manera que se producen dificultades para conciliar el sueño, con frecuentes despertares por la noche.
Dado que tienden a levantarse repetidas veces a lo largo de la noche, se trata de un comportamiento que puede acabar causando insomnio, dado que se modifican los ritmos circadianos (el ‘reloj biológico’ de nuestro cuerpo), que se encuentran tan relacionados con el patrón de sueño, con los mecanismos de hambre-saciedad y con nuestro estado de ánimo.
Es común que estas personas no coman nada o casi nada en el desayuno, un hábito que también se extiende no solo a la primera comida del día sino también a lo largo de la mañana.
Y, por último, el estado de ánimo suele ser elevado a lo largo de la mañana, pero termina por ir disminuyendo según va pasando el día.
¿Cuáles son sus causas?
Los investigadores han encontrado y descrito la existencia de determinadas causas que pueden influir o provocar la aparición de este síndrome. Mientras que existe cierta predisposición genética, se han identificado factores ambientales y socioculturales.
No obstante, una de las causas más claras es la presencia de estrés nocturno, ya que en estas personas por la noche presentan una alta presencia de cortisol, la hormona del estrés.
Tratamiento del síndrome del comedor nocturno
El tratamiento debe ser llevado a cabo por un nutricionista y por un psicólogo. Ambos suelen pedir al paciente que registre los alimentos que come por la noche, y sobretodo cuáles son los sentimientos y sensaciones que se presentan en estos momentos.
En este sentido, el psicólogo proporciona a la persona herramientas útiles para aprender a afrontar su problema, cambiando sus propias actitudes y hábitos frente a lo que come.
Mientras que el nutricionista le aportará pautas alimenticias controladas, ayudándole a seguir una dieta con al menos cinco comidas al día.
Comentar