La primera menstruación o menarquía es el primer sangrado que se produce en las niñas cuando están comenzando la pubertad. Con el comienzo de la pubertad vamos dejando la infancia atrás para poco a poco irnos adentrando en la adolescencia.
La edad en la que aparece el primer sangrado no se corresponde igual en todas las niñas, unas comenzarán antes, otras algo más tarde, y dependerá también de algunos factores como: los factores genéticos, el estado de salud, el estado de nutrición, el lugar donde vive si está o no por encima del nivel del mar, el clima donde vive, la raza, si realiza alguna actividad deportiva intensa…
¿A qué edad llega la primera menstruación y qué cambios se producen?
El patrón de edad por el que podemos guiarnos, sitúa el comienzo de la pubertad entre los 8 años y los 14 años. El inicio de la pubertad trae consigo cambios físicos y en las niñas se produce de forma más temprana que en los niños:
- Aumento de estatura.
- Comienzan a desarrollarse las mamas.
- Aparece el vello en las axilas y en el pubis.
- Se producen cambios en la piel.
- Aparición de acné.
- Olor corporal.
- Aparición de la primera menstruación.
La menstruación empieza el día en que se produce el primer sangrado y suele durar en torno a 3 y 7 días. Normalmente el ciclo menstrual es de 28 días y comprende desde el primer día de sangrado y finaliza un día antes a la siguiente menstruación.
Se considera normal también un ciclo menstrual que dure entre 21 y 35 días.
A partir de este momento y con el inicio de la primera menstruación el ciclo menstrual se producirá todos los meses hasta la edad de la menopausia. Durante el embarazo y la lactancia la menstruación también se detiene.
Hay ocasiones en las que las primeras menstruaciones son irregulares, hasta que el organismo de la niña vaya adaptándose a los cambios y nuevo funcionamiento pudiera tener ciclos irregulares, y estar algunos meses sin ver la aparición de la siguiente menstruación.
Con la aparición de la primera menstruación es aconsejable llevarla al ginecólogo para que le haga la primera revisión y comprobar que su organismo está bien.
Por otras causas la menstruación puede ser irregular al verse alterada por algunos factores externos como, el estrés, cambios emocionales, la alimentación.
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La menstruación supone todo un cambio en su vida, no solo se trata de cambios físicos también cambios emocionales y de carácter, se encuentran desorientadas y, aunque ya hayan recibido información sobre estos cambios, es normal que en ese momento no puedan evitar el impacto que les produce.
En estos momentos la figura materna juega un papel muy importante en ella, para servirle de apoyo frente a estos nuevos cambios en su vida.
Es importante que tanto la madre como el padre la apoyen en estos momentos ayudándola, orientándola y respetando su intimidad e independencia.
La madre, como mujer que ya ha pasado por estos momentos sabe que frente a estos cambios su organismo necesita fortalecerse, es el momento de reforzar su dieta.
Descubre cómo reforzar su dieta
El sangrado no será siempre el mismo durante todos los días que dure, los primeros días se pierde más sangre, los últimos días va disminuyendo, tampoco se produce igual todos los meses, unos meses se puede producir más sangrado que en otro.
La alimentación de la niña a partir de estos momentos no es igual a la de los niños de su edad.
Ella necesitará el doble de hierro que ellos para reponer en parte el hierro que se pudiera escapar en los sangrados.
También para evitar la fatiga, el cansancio y la debilidad que notará ante la pérdida de este mineral.
Cuando la pérdida de hierro es considerable puede llegar a producir una anemia.
Además de reforzar la alimentación con este mineral, es importante también aumentar en su dieta la ingesta de alimentos ricos en vitamina B, sobre todo la vitamina B6.
Las vitaminas del grupo B le ayudaran a afrontar también la desgana, apatía que en esos días también nos asoma a las chicas, alimentos ricos en serotonina como los plátanos, los dátiles, la piña tropical.
La vitamina B6 ayuda a disminuir los dolores menstruales, cereales integrales, frutos secos, verduras de hojas verdes.
Alimentos ricos en potasio para ayudar a eliminar líquidos, reducir la inflamación y que no los retenga, tomates, lechugas, coles de Bruselas, patatas, espárragos, espinacas, guisantes, endivias, borrajas, rábanos, apio, zanahorias.
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Para que absorba bien el hierro de los alimentos, es bueno introducir en la dieta frutas ricas en vitamina C, todos los cítricos, el kiwi, las fresas y el resto de los frutos rojos.
Son necesarias también las frutas ricas en bromelina y manganeso como la piña, el mango, le ayudará a fortalecer los músculos y a prevenir posibles cólicos menstruales.
Verduras de hojas verdes como, las espinacas, berros, acelgas, brécol, coles, son ricas en vitaminas, magnesio, calcio, potasio, estas vitaminas y minerales ayudarán a que el sangrado sea menos, a aliviar y prevenir posibles espasmos, también ayudan a calmar la irritabilidad.
Alimentos ricos en aceites esenciales omega 3, como el pescado azul, los frutos secos sobre todo nueces, semillas de lino.
La leche, el yogurt, otros derivados lácteos, son una buena fuente de calcio, este mineral hay que reforzarlo y se debe consumir a diario.
Hidratarla bien, concienciarla que debe tomar al menos un litro y medio o dos litros de agua al día, durante la menstruación suele retenerse líquido.
Cuando no bebemos lo suficiente el cuerpo no elimina o le cuesta más eliminar lo que retiene con lo que puede asomar congestión, (calambres, dolor agudo).
En cambio debemos evitar el abuso de alimentos procesados, consumo moderado de carnes rojas, evitar los fritos y rebozados así como el azúcar refinado.
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