Dentro de las alternativas nutricionales para perder peso, la dieta cetogénica se ha posicionado como una de los planes alimenticios más recomendados por nutricionistas y médicos.
Si bien la obesidad es un estado patológico que se caracteriza por una acumulación lo suficientemente excesiva de grasa como para superar el peso correspondiente a una persona, la dieta cetogénica posee como principal objetivo: eliminar ese exceso de grasa y proporcionarle a la persona que la lleve a cabo, un bienestar físico y emocional.
¿Qué es la dieta cetogénica?
Como un plan alimenticio que consiste en la restricción de carbohidratos, la dieta cetogénica es básicamente una alternativa nutricional rica en proteínas y grasas que busca reducir notablemente la ingesta de hidratos de carbonos.
Los carbohidratos en su mayoría se identifican por ser las biomoléculas encargadas de almacenar y obtener energía, no obstante, su consumo en exceso puede ser la principal causa de la obesidad.
Los carbohidratos se dividen en dos: los simples y los complejos. Nutricionalmente, se recomienda consumir más carbohidratos simples que complejos, ya que los primeros se componen de la fructuosa (frutas) y de la galactosa (láctea y derivada).
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En cambio, los carbohidratos complejos abarcan la lactosa (el componente principal de los lácteos), la maltosa, la cual se encuentra en las cervezas y la sacarosa, muy conocida también como azúcar de mesa o azúcar común.
El objetivo de la dieta cetogénica no es eliminar por completo el consumo de carbohidratos, sino disminuirlos notablemente para que, metabólicamente, el cuerpo pueda estimular más la oxidación de grasas, lo cual da lugar a la formación de cuerpos cetónicos.
Conceptualmente, los cuerpos cetónicos (también conocidos como cetonas) son productos que forman parte de los desechos de la grasa. Se producen cuando el cuerpo en vez de utilizar los azúcares (carbohidratos) para generar y almacenar energía, utiliza las grasas.
Esto suele ser un proceso natural de las personas diabéticas, ya que no al no producir la suficiente insulina para transportar la glucosa, las células utilizan las grasas como su fuente de energía.
He de aquí de donde nace el término “dieta cetogénica” y su principal función: producir cuerpo cetónicos a través del consumo de puras proteínas y grasas.
De hecho, la proporción de carbohidratos en una dieta cetogénica comprende valores inferiores del 50% de las calorías totales. Es decir, si son 2.000 calorías los que se deben consumir diariamente y eso representa un 100%, en una dieta cetogénica a penas entre 500 a 1000 calorías son las que se derivan del consumo de carbohidratos.
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Hay dietas cetogénicas en las cuáles se permite la ingesta de frutas y vegetales, pero en cantidades muy controladas, pero a su vez prohibiendo la ingesta de cereales, harinas, panificados y postres.
Ventajas de la dieta cetogénica
Rápida pérdida de peso: estudios nutricionales han comprobado que la dieta cetogénica en comparación a dietas con un consumo mayor de carbohidrato, ayuda en un tiempo relativamente corto a bajar de peso a las personas que las llevaban a cabo.
En un mes se pueden ver resultados bastantes eficaces con pérdidas de hasta 5 kg. Un factor importante no sólo en una dieta cetogénica sino en cualquier otro plan dietético, es que sin importar lo que se esté consumiendo, lo ideal es que se haga todos los días a la misma hora. De ésta forma el organismo logra acelerar el metabolismo y a procesar los componentes correctos.
Disminuye la retención de líquidos: debido a que la dieta cetogénica impulsa el consumo de diversas proteínas de origen animal, como carnes rojas (res y cerdo), carnes blancas (pollo, pescado, pavo), huevos, queso y ocasionalmente, algunos embutidos en vez de alimentos altos en azúcares, como principal beneficio, consiguen llevar al organismo a un estado metabólico conocido como cetosis, en donde se pierde más líquido que masa muscular y se conversa un cuerpo tonificado.
Genera una mayor sensación de saciedad el consumo de estas proteínas y grasas generan una sensación de saciedad mucho mayor que en las personas que consumen mucho carbohidrato.
Los carbohidratos logran llenar pero no saciar por completo al organismo. Además que estas dietas bajas en carbohidratos logran reducir los niveles de triglicéridos, la presión arterial y a su vez una sensación constante de hambre y antojo.
Riesgos de la dieta cetogénica
Por otra parte, las dietas cetogénicas, como cualquier otro cambio radical alimenticio, trae sus desventajas y riesgos.
Entre estos riesgos y consecuencias se encuentran:
Presencia de determinados síntomas: Como cualquier dieta que implementa un cambio radical en la alimentación, esta trae consigue múltiples síntomas y malestares como cefalea, náuseas, cansancio, debilidad muscular o fatiga. De igual forma, durante el transcurso de la dieta de cetonas es frecuente sufrir estreñimiento, como consecuencia del mínimo consumo de fibra, así como mal aliento o halitosis.
No es recomendable para personas con problemas cardiovasculares: la dieta cetogénica no es aconsejable en personas con problemas hepático, renales y cardíacos, puesto que en algunos casos ha propiciado el desarrollo de arritmias e hipertensión. También en las dietas cetogénicas existe una deficiencia de minerales, vitaminas y en especial de fibra.
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