Semana 2 de embarazo

Lo más importante

Empiezas una semana sumamente importante para el futuro desarrollo de tu bebé, especialmente si te encuentras planificando tu embarazo y deseas evidentemente quedarte embarazada. Si es así, y llevas un control, es bastante probable que ya sepas que durante esta semana ovularás.

Es decir, durante esta semana tus ovarios liberarán un óvulo que, de encontrarse con un espermatozoide sano y fuerte, podría quedar fecundado y comenzar la gestación.

Para ello, tu tejido uterino comienza en estos días a hacerse más grueso, preparándose para albergar la implantación y posterior desarrollo del embrión en caso de producirse la fertilización, gracias a la maduración de los distintos folículos ováricos. Uno de ellos se convertirá en el más fuerte y será el destinado para la ovulación.

¿Cómo se produce la ovulación?

Antes de hablarte de la ovulación en sí misma debemos mencionarte la presencia de una hormona importantísima en todo este proceso: la conocida como hormona foliculoestimulante (FSH). Esta hormona ocasiona el crecimiento de un folículo, a la vez que la hormona del cuerpo lúteo (LH) desencadena la ovulación, completándose así la segunda fase del ciclo.

Este folículo ‘estalla’ provocando que el óvulo se desprenda, dirigiéndose hacia la trompa de Falopio mientras que el resto de la estructura folicular se transforma en el conocido como cuerpo amarillo.

A partir de este momento el óvulo puede ser fecundado por el espermatozoide vencedor en la trompa de Falopio.

Cuando el espermatozoide se encuentra con el óvulo

Para que la fecundación sea posible, es necesario que anteriormente el folículo ovárico haya liberado el óvulo. Pero para que éste sea fertilizado o fecundado es necesario que, primero, mantengas relaciones sexuales sin protección durante los días anteriores o posteriores -o en el día- en el que ovulas (son los conocidos como días más fértiles).

Y, para conseguirlo, es necesario que uno de los espermatozoides recorra los 18 centímetros que separan aproximadamente la vagina de la trompa de Falopio, donde se encuentra el óvulo ‘esperando’.

Para ello, el espermatozoide ha pasado por la barrera mucosa del cuello del útero, y a través de la cavidad uterina, ha llegado a una parte de la trompa de Falopio. Finalmente, cuando éste penetra en el interior del óvulo, se produce algo maravilloso: el patrimonio genético de la madre se funde con el del padre, dando comienzo a una nueva vida.

En este momento comienza la sorprendente división celular, mientras que los movimientos naturales de la trompa transportan al embrión hasta la cavidad uterina durante los 4 a 5 días siguientes a la concepción. Luego, el embrión anida en la mucosa de la pared uterina y se produce lo que se conoce como implantación. Justo en este momento da comienzo el embarazo.

A partir de este momento en el organismo de la futura mamá se libera una de las hormonas más importantes durante los primeros meses de gestación: la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG), que se encargará durante las siguientes 8 semanas de estimular el cuerpo amarillo en el ovario, y que será una de las ‘culpables’ de los primeros síntomas del embarazo. A su vez, el cuerpo amarillo produce la progesterona.

¿Cómo calcular los días más fértiles?

Calcular cuál es tu periodo fértil es en realidad muy sencillo. En la mayoría de las ocasiones, cuando tu ciclo es regular y dura en torno a los 28 días, debemos tener en cuenta que la concepción ocurre alrededor del día 14 del ciclo.

Teniendo esto en cuenta, debes contar 14 días a partir de la fecha de la llegada de la última menstruación. Luego, la ovulación tendrá lugar a partir de 3 días antes y 3 días después de esta fecha. Es decir, estos 6 días son los considerados como tu período más fértil durante esta semana.