Séptima semana de embarazo. Lo más importante:
Estás en la séptima semana de embarazo. Durante esta semana el embrión empezará a formar su cara, sus ojos ya tendrán color, y el latido de su corazón será más regular.
Semana 7 de embarazo (Semana 5 de gestación).
Si sientes náuseas matutinas, mareos e incluso tienes vómitos son síntomas absolutamente normales -y comunes- durante las primeras semanas de embarazo. Puedes calmarlas con un poco de jengibre, o una infusión y un trozo de bizcocho antes de levantarte por las mañanas.
Los suplementos de ácido fólico y otras vitaminas continúan siendo muy importantes durante esta semana. No olvides de seguir tomándolos.
Si no la has tenido aún es posible que esta semana tengas ya la primera consulta con tu ginecólogo, especialmente si vas por privado. Si lo haces por la sanidad pública, y has acudido a tu médico de cabecera, es probable que ya te haya derivado con tu matrona, y tengas la primera consulta con ella.
Cada semana desde aproximadamente la cuarta-quinta semana en la que el embrión se implanta en el endometrio, el futuro bebé crece y se desarrolla de forma vertiginosa, de manera tan acelerada que llega incluso a sorprender muchísimo.
En esta séptima semana el embrión puede llegar a medir los 1,2 centímetros (12 milímetros), aunque puede llegar a alcanzar los 1,5 centímetros a finales de esta semana (15 milímetros). Y si lo comparáramos con un alimento para que te hagas una idea, tiene más o menos el tamaño del hueso de una aceituna, o el de un arándano.
Es bastante probable que, durante esta semana, tus primeros síntomas de embarazo se vuelvan algo más intensas, aunque es posible que también aún hoy no sientas gran cosa. Es algo absolutamente normal, y no significa que el embarazo vaya mal. Al contrario, cada cuerpo es un mundo e incluso cada embarazo es diferente, por lo que no siempre sentirás los mismos síntomas o signos.
El desarrollo del bebé durante la séptima semana de embarazo
Como te comentábamos de manera breve al comienzo de esta nota, en esta semana el futuro bebé tendrá alrededor de 12 milímetros. Aunque a finales de la semana puede llegar a alcanzar los 15 milímetros. Si tenemos en cuenta que la pasada semana tenía unos 6 milímetros, comprobamos que su crecimiento es en pocos días simplemente sorprendente.
Su edad gestacional es en realidad de 5 semanas, y en estos días continúa con el desarrollo de todos sus órganos y sistemas diversos del cuerpo.
Por ejemplo, se empiezan a formar sus rasgos faciales (la cara), los cuales tienden a ser mucho más evidentes. Comienza a aparecer la nariz, los párpados y un pequeño hueco que dará forma a la boca. Además, los ojos tienen ya color.
Su pequeño corazoncito comienza a latir de forma más regular, y tanto el hígado como los bronquios y el páncreas empiezan a formarse y a funcionar. Dado que la médula ósea no se ha formado aún, el pequeño hígado será en estas primeras semanas el encargado de fabricar las distintas células sanguíneas.
La piel es aún muy fina, casi prácticamente transparente, y tanto sus brazos como sus piernas son aún unas pequeñas protuberancias sin una forma bien definida. No obstante, sus piernas comienzan ya a crecer.
Además, sus pequeños riñones están también formados y prácticamente preparados para empezar a gestionar los residuos, con la producción y excreción de la orina.
¿Qué cambios y síntomas se producen en la futura mamá durante la semana 7 de embarazo?
Ya que en estos momentos eres probablemente consciente de que estás embarazada, es posible también que hayas podido sentir algunos de los síntomas típicamente precoces del embarazo, que tienden a surgir a partir de las primeras semanas. Especialmente si, a lo mejor, estás algo más pendiente de ellos.
Las náuseas matutinas son sin ninguna duda las más habituales, ya que se estima que alrededor de dos de cada tres mujeres tienden a sufrirlas, sobre todo por las mañanas. Es un síntoma tremendamente común, aunque que sea habitual no significa que tú también tengas que sufrirlas. Eso sí, en caso de que las tengas, el jengibre tiende a ayudar a la hora de calmarlas, al igual que masticar un par de almendras o tomarte una infusión junto con un bizcocho de pan integral.
También es posible que sientas otros síntomas igual de comunes, como por ejemplo:
- Vómitos, especialmente si sientas náuseas.
- Ardor en el estómago.
- Dolor de cabeza.
- Cansancio y somnolencia.
- Ganas frecuentes a ir al baño a orinar.
- Estreñimiento.
- Cambios de humor repentinos, nerviosismo e irritabilidad.
El control del embarazo a partir de la séptima semana de embarazo
Como te comentábamos en la semana 6 de embarazo, es probable que tanto la semana pasada como ésta hayas acudido a la consulta de tu ginecólogo para comentarle que estás embarazada, y para comenzar propiamente con el control del embarazo. Si no es así, te animamos a hacerlo ya que es importantísimo comenzar con el control del embarazo y con el propio control prenatal, para asegurarnos de que todo está bien y de que no se ha producido ningún problema ni complicación.
Si es así, durante la primera consulta el ginecólogo te hará una serie de preguntas como cuál fue tu última menstruación, si se trata del primer embarazo o no, así como si existen o no determinados antecedentes tuyos o familiares de algunas enfermedades, trastornos o alergias.
Es también probable que te derive a la consulta de la matrona, especialmente si seguirás tu embarazo en la Seguridad Social a través de la sanidad pública. Si es así, es más que probable que quien te haya derivado a la consulta de la matrona sea tu médico de cabecera, ya que en realidad la primera consulta con el ginecólogo o tocólogo no será hasta alrededor de la semana 12 de embarazo.
En cualquier caso, te tomará las primeras medidas y comenzará a llevar un control de todo tu embarazo:
- Control del peso: Apuntará cuál es tu peso actual, para tener un control de cuánto peso subirás en los próximos meses. Lo habitual es subir en torno a 10-12 kg. en todo el embarazo, no siendo aconsejable superar los 1,5 kg. por mes.
- Control de la tensión arterial: Este control es fundamental para controlarte, especialmente si tienes la tensión alta o baja, ya que -por ejemplo- la tensión elevada es un riesgo de complicaciones durante el embarazo, ya que puede causar preeclampsia y nacimiento prematuro.
- Análisis de sangre y orina: Te derivará a realizarte un completísimo análisis tanto de sangre como de orina. Además, en examen sanguíneo se incluirán parámetros serológicos para descubrir si existen anticuerpos de virus como la hepatitis o el VIH, la rubeola o la toxoplasmosis.
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